Medicamentos para la ansiedad, medicamentos para la depresión

No es novedad escuchar a alguien decir que los medicamentos para la ansiedad o los medicamentos para la depresión que le prescribieron no le ayudaron en nada a vencer  su ansiedad o depresión. Hoy en día, pareciera que a los psiquiatras no les alcanza el tiempo y como el “tiempo es dinero”, muchos de ellos prefieren optar por una manera más sencilla de “aletargar las emociones” de sus pacientes por un tiempo para poder seguir atendiendo menos pacientes en más tiempo.

Ansiedad y depresión: ¿Por qué no es recomendable la medicación? Lo más sencillo para un psiquiatra es no prestar suficiente atención a su paciente y en lugar de verlo 10 veces o malgastar una o dos horas con éste por sesión, solo le prescribe un medicamento que pueda ayudar a su paciente a sentirse mejor durante lapsos de tiempo cortos y así asegurar su regreso.

Los medicamentos son una opción rápida para eliminar un problema pero  esto no quiere decir que sean la única alternativa o que no tengamos otras disponibles. En el caso de los problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad o las fobias los medicamentos ayudan a disminuir la intensidad de los síntomas pero no desaparece el problema.

Pero ¿En realidad la medicación es una buena solución para los problemas emocionales?

Si un paciente ha intentado reducir su ansiedad por medio de terapias cognitivas y sus resultados son inefectivos, el consumo de medicamentos, se presenta como el siguiente paso lógico a seguir. Antes de tomar cualquier tipo de medicamento, es importante consultar con un profesional certificado y orientarse sobre los efectos positivos y negativos que podrían producir.

La mayoría de los tratamientos psicofarmacológicos empleados en la actualidad por la psiquiatría actúan químicamente sobre los sistemas de neurotransmisión tratando de regular, convenientemente, la actividad de determinadas áreas del sistema nervioso implicadas en el trastorno que se desea tratar.

 En el tratamiento de la ansiedad, se emplean habitualmente dos tipos de fármacos: los ansiolíticos, y los antidepresivos.

Hay varias categorías de medicamentos para la ansiedad que a menudo se administran con el propósito de curar la ansiedad. Los médicos recetan uno o más de estos medicamentos después de estudiar los síntomas y del estado de salud del paciente. Después de la medicación, el paciente suele ser  monitoreado por el médico para comprobar los efectos secundarios .

Ya que varios de éstos  medicamentos pueden resultar adictivos, se recomienda que los tratamientos relacionados a la ansiedad – como la psicoterapia- , vayan dirigidos a modificaciones en el pensamiento y comportamiento de las personas. Varias investigaciones han reflejado, que los beneficios de estas técnicas son más duraderos que los beneficios obtenidos al tomar medicamentos.

La psicoterapia  puede definirse como un tratamiento informado y planificado a través de técnicas derivadas de principios psicológicos claramente establecidos. Estas generalmente utilizan la interacción verbal y pueden ser empleadas en el tratamiento de los diversos tratornos mentales, trastornos de la personalidad y cualquiera otra condición que sea considerada maladaptativa para el individuo. Este tratamiento debe ser realizado por personas que comprenden esos principios y que poseen el entrenamiento y la experiencia para la aplicación de tales técnicas.

Los psiquiatras son libres de utilizar el fármaco más adecuado según las características del paciente. A veces el que la persona que prescribe el fármaco sea la misma que la que realiza la psicoterapia es beneficioso, porque la introducción de medicación se integra como un elemento más en la relación terapéutica

El principal beneficio de la psicoterapia es que sus beneficios resisten al paso del tiempo y que no provoca efectos adversos.  Otros argumentos en favor de una terapia combinada serían la potenciación del efecto terapeútico, la disminución de la dosis de fármacos o psicoterapia, y la facilitación en relación a la adhesión a cada uno de estos tratamientos.

Existen numerosos estudios que demuestran las ventajas de los tratamientos combinados ( psicofarmacológico y psicoterapéuticos) de los trastornos de ansiedad. Parece que incluso en ciertos casos la estrategia de utilizar tratamientos combinados produce un resultado terapéutico inmediato superior al obtenido con un abordaje psicoterapéutico o psicofarmacológico por separado.

Sin embargo, debes tener en cuenta  que los diversos tipos de tratamiento psicoterapeútico tienen un nivel de complejidad técnica y de objetivos a largo plazo distintos.  Por lo tanto, tu especialista debe considerar qué tipo de psicoterapia sería el más adecuado para un determinado tipo de trastorno.