¿Qué es la ludopatía?

La ludopatía es considerada una socioadicción, es decir, un trastorno en la conducta del individuo no vinculada con el consumo de sustancias y relacionada con prácticas inofensivas en sí mismas, como puede ser el trabajo, el sexo o los juegos. La palabra Ludopatía deriva del griego y significa “juego patológico”, definida con frecuencia como la dependencia hacia un objeto o actividad dono no existe ingesta de ningún compuesto químico que ocasiones cambios biológicos nocivos para el organismo.

Es frecuente encontrar personas de todas las edades y condiciones padecer las consecuencias del juego y lo que comenzó siendo un pasatiempo se convierte en continuas tensiones individuales, familiares, laborales, sociales y  económicas.

La ludopatía se caracteriza por la conducta descontrolada en relación a los juegos de azar. La inversión de tiempo, energía y dinero se sustentan en la fantasía del paciente de ganar mucho dinero a través del juego. Pero el descontrol progresivo y los gastos en que incurre, lo conducen a problemas mayores, en todo los órdenes. Las personas con ludopatía muchas veces se avergüenzan y tratan de evitar que los demás descubran su problema. Anteriormente la ludopatía se asociaba con jugar a las cartas, hoy puede ser también a través de internet.

Para poder asentar un diagnóstico claro de ludopatía hay que cumplir al menos cinco de los siguientes criterios:

1)      Estar preocupado por el juego

2)      Tener que jugar cantidades cada vez mayores

3)      Intentar dejarlo y no poder

4)      Sentirse intranquilo o irritable cuando no se juega

5)      Jugar como forma de escape a los problemas y angustias cotidiana

6)      Después de volver a jugar para “recuperar”

7)      Mentir a la familia, al terapeuta o a los amigos sobre la dedicación de uno al juego

8)      Cometer actos ilegales con el fin de conseguir dinero para jugar

9)      Haber echado a perder una importante oportunidad de trabajo, educativa o relacional por culpa del juego

10)  Confiar en que los otros le proveerán de dinero para jugar

TRATAMIENTO

La adicción cruzada al juego y a sustancias complica el cuadro clínico de tal forma que en tanto no se resuelva la adicción a sustancias, será poco menos que imposible resolver la ludopatía. Por otro lado, el tratamiento para resolver la adicción, adaptado convenientemente, conllevará la resolución de la ludopatía.

Como el alcoholismo o la drogadicción, la ludopatía es un trastorno crónico que tiende a empeorar sin tratamiento. Por el contrario, los pacientes que sufren estos trastornos se recuperan si siguen el tratamiento adecuado.

Las opciones de tratamiento abarcan:

Se ha encontrado que la terapia conductual cognitiva (TCC) es efectiva.

Grupos de apoyo de autoayuda, como Jugadores Anónimos (Gamblers Anonymous), un programa de 12 pasos, similar al de Alcohólicos Anónimos (Alcoholics Anonymous). Los principios relacionados con dejar el hábito (abstinencia) para otros tipos de adicción, tales como la drogadicción y el alcoholismo, también pueden ser de ayuda para el tratamiento de la ludopatía.

Se han realizado unos pocos estudios sobre medicamentos para el tratamiento de la ludopatía. Los resultados preliminares sugieren que los antidepresivos y los antagonistas opioides (Naltrexone) pueden ayuda a tratar los síntomas de esta enfermedad. Sin embargo, aún no está claro qué personas reaccionarán favorablemente a los medicamentos.

¿CÓMO ACTUAR?

La psiquiatría y la psicología dicen que el juego patológico es una conducta perniciosa, indicada por al menos cuatro de los siguientes síntomas: preocupación frecuente por jugar o por obtener dinero para hacerlo, con frecuencia se juega más cantidad de dinero o durante más tiempo del planeado, existe la necesidad de aumentar la magnitud o la frecuencia de las apuestas para conseguir la excitación deseada, surge intranquilidad o irritabilidad cuando no se puede jugar, hay pérdidas repetidas de dinero y vuelta al día siguiente para intentar recuperarlo, se realizan esfuerzos repetidos para reducir o parar el juego

Cuando se sospecha que una persona tiene problemas con el juego asociado al consumo de alcohol u otras sustancias adictivas lo urgente es diagnosticar lo que está ocurriendo al paciente y, si es necesario, iniciar un tratamiento efectivo que lo resuelva.

¿Sabes cómo lidiar con la gente que te resulta molesta?

El mundo en el que vivimos es un lugar interesante al igual que lo somos las diferentes personalidad que habitamos el planeta. La desventaja de esto es que, inevitablemente habrá ciertas personalidades que nos irritarán o se sentirán a disgusto cerca de nosotros. Y estas personas que nos resultan molestas están a nuestro alrededor, muy a menudo son aquellas con las que tenemos que trabajar. Por ejemplo, podría haber un compañero de trabajo en la oficina que no puedes soportar, pero deben trabajar juntos para lograr un objetivo común. Tener la capacidad de tratar con gente difícil poder ofrecerte menos estrés y más felicidad.

Sabes cómo lidiar con la gente que te resultada molestaNo hay manera de que puedas hacer cambiar a las personas difíciles para que, de pronto, sean agradables y receptivas. Ese cambio sólo se produce cuando las personas interesadas lo desean y trabajan para conseguirlo. De modo que si tú no puedes cambiarlas, lo único que puedes hacer es cambiar su forma de reaccionar frente a ellas. A fin de cuentas, eres tu quien resulta perjudicado y se enoja, mientras ellas siguen en lo suyo, cometiendo errores.

La primera manera de tratar con estas personas difíciles o que no podemos soportar es reconociendo porque nos resultan molestas. Podríamos sentir rechazo por su aspecto, sus acciones, su forma de vestir o incluso su percepción de las cosas.
Para hacer frente a la gente molesta, primero tenemos que identificar qué es exactamente lo que nos molesta de la persona.

Tenemos que aceptar que no podemos controlar los pensamientos o gestos de los demás. Lo que sí podemos controlar es cómo respondemos a esas personas. Por ejemplo, cuando estamos molestos por los eructos constantes de una persona, podríamos llamar nuestra atención a otras cosas acerca de la persona como su preparación. Si hasta su forma de vestir te molesta, podrías llevar tu atención a las cosas en el ambiente que te rodea, como los cuadros en la habitación, por ejemplo. La clave es llevar tu atención lejos de la fuente de molestia.

Mahatma Gandhi dijo una vez: «Sé el cambio que quieres ver en el mundo». Esta cita es muy aplicable en el contexto de cómo lidiar con una persona molesta. Es más difícil cambiar a la persona molesta que hacer un cambio en nosotros mismos. Cuando la gente está enojada o irracional, cualquier palabra o acción que hagas pueden ser interpretadas como una agresión y provocar una agresión aún mayor. Aunque puede ser difícil, lo mejor que puedes hacer en esta circunstancia es mantener la calma y permitirte seguir haciendo tus actividades. Una vez que los ánimos se calmen, tal vez podrías pedirle a la otra persona que discutan el asunto en un momento posterior, cuando se haya calmado. Si esta solicitud es denegada, solo te queda esperar un tiempo antes de pedírselo nuevamente.

Tienes que ir en tono conciliador para que la otra persona no se ponga directamente al ataque porque si no, no solucionarán el problema. Explícale la situación y lo qué opinas. A partir de aquí, puedes descubrir que tu compañero no tuviera ni idea de lo que pasaba y te pida disculpas; puede suceder que realmente admitas que tienes un problema contigo, explicarte por qué y entre los dos tratar de llegar a algún tipo de acuerdo o decir que no hay ningún problema y seguir actuando de igual manera.

Pero siempre debes asegurarte de tomar medidas con rapidez. Puedes llegar a estar tan enojado que tus esfuerzos para abordar la situación podrían llegar a ser irracionales. Para solucionar el problema es mucho mejor que mantengas un poco de objetividad y el control emocional.

Otra manera de tratar con la gente molesta es ser lo más claro posible en cualquier forma de comunicación que tengas con ellos a fin de evitar malos entendidos que pueden hacer que estas personas te moleste aún más. Por ejemplo, si tu molesto compañero de trabajo te pide que haga 5 copias de un documento, repítele esta solicitud para que te de una segunda confirmación. Esto es para asegurarte de que entiendes totalmente lo que está diciendo y así prevenir los conflictos que surgen debido a la falta de comunicación de la información.

Si personalmente no te gusta un compañero de trabajo o jefe, todavía puedes aprender de sus opiniones, puntos de vista e ideas. Si puedes encontrar algo que apreciar en ellos, valóralo de una forma favorable. Si esa persona siente tu lealtad, podrás relacionarte naturalmente y es posible que aprendan a llevarse bien a pesar de sus diferencias.

¿De quién vienen los pensamientos negativos perjudiciales?

Al día, tenemos miles de pensamientos. El problema con esto es que muchos de éstos son los mismos día tras día. Si estos pensamientos son edificantes y afirmaciones de la vida, el efecto es positivo. Por otro lado si son pensamientos negativos, despectivos y auto condenatorios, el efecto previsible será una pérdida de confianza y autoestima.
A veces pareciera que la charla mental que nos dice todos estos pensamientos negativos es incesante pero el poder cortar de tajo estos pensamientos te hará sentir bien contigo mismo.

¿De quién vienen los pensamientos negativos perjudiciales?Como no es posible que exista efecto sin causa, nunca podría existir un pensamiento por sí mismo, por generación espontánea. La relación entre pensador y pensamiento es ostensible; cada pensamiento negativo tiene su origen en un pensador diferente.

En cada uno de nos existen tantos pensadores negativos, cuantos pensamientos hay de la misma índole. Es importante conocer ese diálogo interno y cuando nuestros pensamientos son negativos o devaluatorios, cuestionarlos para cambiarlos por pensamientos realistas.

Supongamos que te propones mejorar tu confianza en ti mismo así como tu autoestima. Leerás varios libros de autoayuda, cambiarás el color de tu pelo y comprarás un nuevo guarda ropa. Comenzarás a hacer más ejercicio y hasta comenzarás una dieta. Pero después de hacer todo lo que puedas imaginar aún no te sientes de la manera en que esperabas.

«Nunca voy a ser lo suficientemente bueno.» ¿Quién dice eso? Tú lo hiciste y quizás lo vienes haciendo varias veces al día, dejando que este pensamiento se genere entre los miles de pensamientos que piensas durante el día.
Éstos son otros pensamientos que pudieses estar generando:

Soy tan estúpido.

Nunca hago nada bien.

Yo no merezco que me sucedan cosas buenas.

Nunca conoceré a nadie.

No lo puedo hacer.
Me da vergüenza.

Y muchos más que estoy segura que podrías agregar a la lista. Todas estas son declaraciones negativas que hacemos en silencio e indiciosamente sobre nosotros mismos y a la larga, se vuelven una voz de fondo repetitiva dentro de nuestra cabeza.
Muchas personas no entienden, o no quieren aceptar que el pensamiento negativo tiene un impacto directo en cómo uno se siente y por lo tanto, en cómo uno se comporta, las actitudes y experiencias que vivimos.
Si no tomamos la iniciativa de reconocer y redirigir esos pensamientos, no habrá suficientes libro de auto ayuda en todo el mundo que no hagan elevar nuestra confianza y autoestima. Leer estos libros no corregirá nuestra creencia de que no somos lo suficientemente capaces de lograr lo que nos proponemos. La omnipresencia de estos pensamientos recurrentes es demasiado grande y se anulan las afirmaciones momentáneas eficaces que podríamos recitar.

El primer paso es identificar los pensamientos negativos. Debes prestar atención a tus pensamientos a lo largo del día. Este tipo de pensamientos suelen aparecer cuando estás bajo estrés o frente a una nueva situación. Toma nota. Al final del día anota las circunstancias que estos pensamientos negativos desencadenaron.

El segundo paso es obtener una perspectiva precisa sobre los pensamientos negativos. Por lo general los pensamientos son aquellos que comienzan con «siempre» y «nunca», al igual que aquellas como “soy tonto, no valgo nada o no puedo”.
Es importante que reconozcas las áreas en las que te sientas débil así podrás tomar cartas en el asunto y cambiar tu experiencia con respecto a este tema, logrando cambiar tu debilidad por una fortaleza.

Por ejemplo, si tu debilidad son las relaciones sociales o hablar en público, existen clubs que ayudan a aumentar tus habilidades de comunicación. Si no estás seguro de cómo alcanzar tus metas eso no quiere decir que no puedas hacer nada, tal vez podrías contactar a un entrenador de vida para ello, también conocidos como life coach.

El tercer paso consiste en sustituir los pensamientos negativos por los positivos. Por ejemplo, en lugar de decir “soy muy tonto como para hacer eso” piensa “No sé cómo hacerlo, pero tengo un amigo que sabe mucho sobre esto y puedo preguntarle”.
Realiza afirmaciones positivas. Las afirmaciones pueden hacerse en silencio, en voz alta, escribiéndolas o incluso cantadas o recitadas. Sólo diez minutos diarios haciendo afirmaciones positivas pueden compensar años de viejos hábitos mentales. Cuanta mayor frecuencia rememore tu conciencia de lo que te dices a ti mismo y cuanto más positivas y expansivas sean las palabras y conceptos que elijas, más positiva será la realidad que crees.

Los pensamientos negativos que nos dedicamos día tras día son destructivos. El repetirlos en tu mente es tu decisión así como es tu decisión cambiarlos. Elimina la duda, el temor, la ansiedad y la preocupación. No lo olvides: El cáncer es curable, lo que mata es el temor al cáncer. Toda meta lógica es alcanzable, lo que lo impide es la duda. Eres capaz de lograr desde ya el cambio, lo que te limita es la ansiedad y la preocupación. Borra de tu mente la duda, el temor, la ansiedad y la preocupación.

¿Cómo mejorar tu ánimo a través de la alimentación?

Aunque se ha comprobado con los años a través de múltiples estudios que una mejor dieta ayuda a conseguir mayores niveles de energía y mejora el estado de ánimo, el cambiar por completo nuestra dieta resulta una tarea colosal. Por fortuna, podemos comenzar implementando pequeños cambios que no resultaran tan drásticos en primera instancia. Los carbohidratos se descomponen dentro del organismo involucrando a la glucosa en dicho proceso, y ésta es, a su vez, el mineral que se utiliza mucho a nivel cerebral. Es por esto que excluir por una dieta, de un día para otro, los hidratos de carbono  puede producir ciertos cambios anímicos en aquel que se somete a un sistema alimenticio estricto carente de hidratos de carbono.

La falta de hierro puede desencadenar depresión, fatiga y dificultad para poner atención. Algunos alimentos ricos en hierro son las carnes rojas, la yema de huevo, frutas secas, frijoles, hígado y las alcachofas. Nuestro ánimo se ve afectado sobre todo cuando hay una deficiencia  de  vitaminas, especialmente C y las del grupo B. También cuando no estamos tomando las proteínas suficientes, ricas en aminoácidos, como el triptófano y la l-fenilanina, que combate el estrés.

Entre los alimentos que destacan por su alto contenido en vitaminas así como por su fácil inclusión en nuestra dieta destacan:

 Plátano. Si los evitas por la noche, no te engordarán y te aportarán grandes dosis de triptófano, un componente imprescindible para la producción de serotonina, que actúa sobre el bienestar emocional y el sueño. La ‘fruta del buen humor’ también contiene dopamina, la hormona responsable del placer. Entre horas, te da energía y evita las bajadas de glucosa.

Nueces. Amigas del corazón, son ricas en magnesio, manganeso y antioxidantes. También contienen vitamina B6, que fortalece el sistema inmunitario y equilibra los nervios. También es una fuente natural de melatonina, la hormona del sueño. Perfectas para picar sano entre horas.

Legumbres. De bajo índice glucémico, estabilizan la tasa de azúcar en sangre, evitando la hipoglucemia y la fatiga, que pueden hacerte sentir depre. Los garbanzos son ricos en magnesio y vitaminas del grupo B, y las lentejas tienen una gran cantidad de hierro. Ambas son muy digestivas si se cocinan sin grasa o se toman en ensalada.

Espinacas. Contienen grandes dosis de vitaminas A y C, un cóctel antioxidante que repara los daños producidos por el estrés. Sus hojas son una de las mejores fuentes de vitaminas B6, B9 y B12 que actúan sobre el humor, el estado de ánimo y otras funciones cerebrales. También tienen un alto contenido en magnesio y ácido fólico, regulador del apetito y el sueño.

Un chocolate mediano o varios chicos. El azúcar del chocolate puede aumentar la producción de endorfinas, que son analgésicos naturales y se cree que de otra sustancia, llamada anandamida, la cual mejora el humor.

Palomitas de maíz y/o galletas integrales. Como elevan la secreción de serotonina, neurotransmisor que produce una sensación de bienestar, estos alimentos ricos en carbohidratos y fécula tienen un efecto tranquilizante y pueden ayudar a aliviar la depresión.

Puré de papas. Este alimento con un alto contenido de fécula puede aumentar la producción de serotonina y tener un efecto calmante.

Otros alimentos que poseen cierto efecto calmante sobre el sistema nervioso y ayudan a apaciguar  la ansiedad son: lechuga, avena, arroz, remolacha, acelgas, apio, endibias, legumbres, aceitunas, alfalfa, centeno, frutos secos y semillas. Las proteínas afectan a la dopamina y la norepinefrina, neurotransmisores responsables de los estados de alerta, excitación y agudeza mental. Si se siente débil probablemente quiera comer alimentos ricos en proteínas como carne, pescado, aves, queso, crema de cacahuate o frutos secos.

El agua es otro que sin ser estudiado se sabe lo que podría provocar anímicamente en caso de no ser ingerida con frecuencia. Y es que andar por la vida sediento, sobre todo los más pequeños, no sería ninguna gracia, lo que podría culminar con cansancio por decir algunos síntomas, influyendo de este modo de manera importante en nuestro ánimo.

Es importante que recuerdes que la comida es el combustible de nuestro cuerpo si te saltas una comida es probable que te sientas cansado y de mal humor. Al pasar demasiado tiempo sin comer los niveles de glucosa en la sangre disminuyen y tu humor puede cambiar fácilmente. Procura comer por lo menos cada 4 horas. El desayuno es particularmente importante (especialmente para los niños). Pero hablamos de desayunar café y pan dulce, nos referimos a un desayuno con fruta y fibra o avena con leche.

 

6 Remedios caseros para el dolor de cabeza

El estrés, los dolores de cabeza y la tensión, afectan a casi todos de vez en cuando. Por lo general no son una señal de algo serio, más bien una molestia menor que por lo general se puede remediar con un analgésico suave. El dolor de cabeza o cefalea generado por estrés produce un dolor leve, a menudo descrito como una cinta apretada alrededor de la cabeza.
dolor de cabezaExisten numerosas causas para los dolores de cabeza ocasionados por la tensión pero la mayor parte del tiempo las causas son desconocidas. La buena noticia es que se pueden remediar fácilmente con ayuda de un analgésico y un estilo de vida saludable. Conozco un par de remedios caseros para el dolor de cabeza, una opción mucho más práctica y segura que la automedicación.

1. Aromaterapia
Desde hace mucho tiempo se sabe que los aromas tienen un poderosos impacto en nuestros sentidos, en nuestro cuerpo y favorecen nuestro bienestar, por ello que la aromaterapia sea tan popular hoy en día. Todo el mundo tiene sus aromas favoritos y muchas veces solemos asociar un aroma con algo en particular. Para ayudar a aliviar los dolores de cabeza se recomienda el aceite de lavanda o eucalipto. Simplemente humedece tus dedos con estos aceites y masajea tus sienes en movimientos circulares conforme las manecillas del reloj. O bien, puedes optar por encender velas hechas con éstos aceites. Otra sugerencia de uso es colocando 5 gotas de aceite de lavanda en agua tibia. Moja un paño de tela con esta infusión y luego colócalo en tu frente o cuello.

2. Masajes
Cuando tengas dolores de cabeza, pídele a una persona que te masajee el cuello, los hombros y la cabeza. Es recomendable que lo haga alguien más para una mejor manipulación del masaje. Si estás solo, puedes mover la cabeza de un lado a otro, hacer estiramientos, enlazar las manos por detrás de la espalda e inclinarte poco a poco para después regresar a la posición inicial y así sucesivamente. Los masajes favorecen la circulación sanguínea que a veces son los causantes de dolor de cabeza. Si es posible, descansa en un ambiente silencioso y tranquilo después del masaje.

3. Ejercicio
El ejercicio regular es una buena forma de aliviar o prevenir los dolores de cabeza. Cuando hacemos ejercicio, el cuerpo relaja los músculos y libera la tensión. Además, al practicar ejercicio se liberan endorfinas, conocida como la hormona de la felicidad y cuya función es similar a la morfina.

4. Agua tibia y caliente
Coloca agua caliente y agua tibia en recipientes lo suficientemente hondos como para sumergir los pies hasta los tobillos; sumerge tus pies en agua caliente aproximadamente por un minuto, posteriormente haz lo mismo con el agua tibia y así sucesivamente durante 20 minutos. Esto activará la circulación sanguínea en los pies, descongestionando los vasos sanguíneos de la cabeza.

5. Compresas frías
Humedece un paño con agua helada o coloca algo frío en la zona en donde sientas dolor. Con esto puedes ayudarte a disminuir el dolor. También puedes usar una bolsa con hielo, solo mete varios cubos en una bolsa pequeña de plástico y amárrala para que no se vayan a salir. Si te es posible, combina las compresas con un poco de relajación, ya sea recostándote un rato y respirando profundamente. Relajar los ojos puede ser un remedio efectivo también., solo tienes que poner rodajas no muy delgadas de papa sobre tus párpados y cambiarlas cuando estas se caliente por otras frescas.

6. Té de manzanilla
Agrega dos cucharadas de manzanilla a medio litro de agua caliente, también puedes usar los sobrecitos de té de manzanilla. Espera unos minutos y cuela. Agrega unas gotas de limón para mejores resultados. El té de manzanilla también se puede utilizar frio, sólo agrégale un par de cubitos de hielo, empapa un paño con el té y ponlo sobre tus párpados.