Pareciera que las personas exitosas tienen alguna especie de receta secreta para ello, sin embargo, no es cuestión de suerte sino de costumbres. Los hábitos son costumbres de naturaleza humana. No se pueden alterar las leyes de la naturaleza, pero si aquellas que rigen tu comportamiento. Desde el momento en que te despiertas hasta la hora de dormir solemos manifestar nuestros hábitos.
Los hábitos son una repetición de nuestros pensamientos y conductas que hemos incorporado en nuestra naturaleza o carácter, los cuales llevamos instintivamente o inconscientemente, sin esfuerzo o sin opciones conscientes.
Luego de haber adquirido un hábito, la motivación para éste puede ser buena o mala. El éxito de muchas personas consiste en la inversión de su tiempo y energía en cultivar buenos hábitos, en lugar de luchas contra los “malos hábitos.
El único obstáculo para desechar los hábitos negativos y desarrollar hábitos positivos está en tus pensamientos. Para liberarte de los hábitos negativos debes pensar en que “puedes hacerlo” y que “lograrás hacerlo”. Si piensas que eres incapaz de cultivar hábitos de éxito y que no puedes liberarte de hábitos destructivos y cultivar los constructivos, entonces ten por seguro que estarás siempre encadenado.
Nuestros hábitos revelan nuestro carácter y nuestra carácter dicta nuestro destino. Para cultivar hábitos de éxito debes saber lo que éstos hábitos son y también tener un motivo lo suficientemente fuerte para cultivarlo. También debes saber cómo cultivar hábitos positivos y el deseo intenso por desarrollarlos.
El hábito de la escucha es un rasgo singular. Cuando la escucha es activa se focaliza intencionalmente en la persona, o grupo, que nos está proporcionando información. Uno escucha, ya sea al grupo o sólo a dos personas, para comprender lo qué se está diciendo. El oyente no necesariamente debe estar de acuerdo con lo que se dice, pero si debe comprender en su totalidad el mensaje y la persona, con la única misión de dar una respuesta coherente -que complemente- al «otro». Este hábito es muy útil ya que si sabemos escuchar, los demás sentirán la confianza necesaria para ser sinceros con nosotros. La persona que nos habla se siente valorada. Y ésta es una de las formas más baratas y más sencillas de poner en práctica la motivación. Permite llegar al fondo de los problemas y no tomar medidas de emergencia que, con el tiempo, son peor remedio que la enfermedad.
Autodisciplina. La auto disciplina se define como la única formar de lograr lo que un ser humano se propone como meta, sin importar lo que tenga que hacer para lograrlo. Esto requiere un esfuerzo adicional en el cambio de las cosas que se hacen a diario y que se han hecho por mucho tiempo sin obtener resultados. El tiempo es un factor que debemos tenerlo en cuenta. Toda persona del planeta, tiene a su disposición el mismo número de horas y minutos a lo largo de un día. Sólo el nivel de la autodisciplina le va a dictar a cada uno cómo debe utilizar su tiempo. Los disciplinados siempre se desarrollan e intentan rozar la perfección en cualquier área que eligen para tener éxito, utilizando al máximo su tiempo.
Compromiso. Su concepto tiene que ver con el grado de empuje que el emprendedor logre mantener a través del tiempo. El compromiso es la motivación sostenida en el largo plazo. Depende de que tanto desee alcanzar sus metas y cuanto pueda dar de sí mismo para sortear todos los problemas que encuentre en el camino, siempre con una actitud positiva.
Meditación. La meditación es una poderosa herramienta para todo aquel que desee la Prosperidad y el Éxito de forma permanente en su vida.
La mente puede ser programada para así obtener todo lo que se desea. Pero antes de programarse la mente debe silenciarse y es allí donde la meditación y otras técnicas ayudan.
El éxito es una cuestión personal, esto significa que cada quien tiene el derecho y la posibilidad de definir qué quiere en la vida. Mientras que para algunos el éxito se define desde la posesión material -tener una casa, tener dinero, tener un auto-, para otros el éxito está más relacionado con el reconocimiento y la fama, como ser jefe de la sociedad de vecinos, por decir algo. Para otras personas el éxito está en función de la maestría o desempeño de una actividad: pintar, tocar un instrumento o ser muy buen dentista o jardinero son ejemplos de este tipo de definición. Sin importar cuál sea nuestra definición personal del éxito, lo cierto es que todos queremos alcanzarlo.