Las barreras que limitan nuestro éxito

¿Alguna vez te has preguntado porque pese a que te esfuerzas por cambiar tu vida pareciera que esto no sucede? Quizás sientas que corres dentro de una rueda para hámster y sin importar que tan rápido corras o cuanto te esfuerzas, no pareces llegar a ningún lado. Hay varios  posibles motivos por lo que esto sucede:

Las barreras que limitan nuestro éxitoTemor al éxito. Muchas personas suelen temer a las responsabilidades que conlleva el hecho de conseguir una meta. Supongamos que tu meta inicial era conseguir otro puesto para la empresa en que laboras. Al lograrlo, podrías comenzar a temer no cumplir con las expectativas de los demás o temer que no puedas realizar satisfactoriamente todas las tareas que tu nuevo puesto implica.

No obstante, es indispensable que  antes de proponerte una meta, consideres las nuevas responsabilidades que vendrán y a continuación, te mentalices para mantener el éxito obtenido tras la obtención de tu meta.

Creencias limitantes.  Las creencias no tienen vida propia… son pensamientos y sentimientos de certidumbre que «viven” dentro de cada de nosotros, y se refieren a una persona, situación o cosa. Por referencias culturales, por usos y costumbres, los seres humanos desarrollamos, con más frecuencia, experiencias  sufridas limitadoras tóxicas y dolorosas. En el camino para conseguir nuestro éxito y nuestra felicidad nos encontraremos con obstáculos tanto externos como internos, siendo estos últimos los más peligrosos para nosotros. Peligrosos porque estos auto saboteadores funcionan de manera inconsciente y enmascarados en forma de estados emocionales negativos y creencias limitantes que nos pueden impedir conseguir nuestras metas. Como dijo Sócrates, todos tenemos en nuestro interior las respuestas no solo para conseguir nuestros objetivos, sino también para superar los baches que nos podemos encontrar por el camino.

Dinero perdido.  La gente suele tener  tanto miedo a perder… que termina perdiendo. Ganar implica no tener miedo a perder. El motivo por el cual no se gana financieramente, es porque el miedo a perder es muchísimo más grande que su entusiasmo por ganar. Todos quieren irse al cielo, pero nadie quiere morirse. Muchos sueñan con ser ricos, pero están aterrorizados con perder dinero. Siempre se puede transformar una pérdida en un éxito financiero. Ese fracaso sólo lo hará más fuerte y más astuto. El mundo real lo está esperando para hacerse rico. Son las dudas las que mantienen pobre a una persona. No escuche a la gente pobre o temerosa. Una de las cosas más difíciles de la adquisición de riqueza, es ser fiel a uno mismo y no dejarse llevar por la multitud.

Identifica tu misión en la vida. Es importante comprender tu función de creación, cada persona debe hacer aportaciones al universo únicas y maravillosas, este es un ingrediente fundamental para tener éxito, porque hay que encontrar una idea que nos apasione, así acumularemos mucha energía a través del trabajo y se traducirá en ganancias o la obtención de esa meta por la que nos esforzamos tanto.

Si tienes claro qué es lo que verdaderamente te importa, te resultará más fácil tomar medidas para que tus  prioridades no se vean muy afectadas. Ten muy claras tus prioridades, que no pasen los años y te des cuenta de que has empleado tu tiempo y energía en cosas que, en realidad, no te importaban.

No ganas nada con lamentarte,  con quejarte,  con decir no soy capaz, no puedo, no tengo, pobrecito yo, la vida ha sido cruel conmigo,  nadie me ama, con ser víctima, con pensamiento derrotista. Cambia tus pensamientos, convertirlos en victoria, empieza por ver tus fortalezas y tus dones, tus habilidades.

Procrastinación: impedimento de la eficiencia

El tiempo es como un gran ecualizador. Todo el mundo tienen al día la misma cantidad de horas para trabajar y realizar nuestras demás actividades. Sin importar quien seas, donde vivas y cuanto tienes, el día sigue durando solo veinticuatro horas por igual por lo que es de suma importancia aprender a administrar este valioso elemento.

Procrastinación: impedimento de la eficiencia  Para esto necesitas reorganizar mentalmente la manera en como empleas las horas del día y crear un sistema para la optimización del mismo.  Para ello, necesitamos aprender a evitar elementos distractores, por ejemplo, evitando el uso de   Messenger, Chat, redes sociales, entre otros estando en la oficina. Trata de centrarte en tu objetivo y dedícate a ello principalmente ya que todas estas distracciones nos llevan directamente a la procrastinación.

El verbo procrastinar equivale a posponer, aplazar, diferir: estamos ante un curioso cultismo que define a la perfección la acción de aplazar una tarea u obligación que, sin embargo, no se debería postergar; Procrastinar no es simplemente «perder el tiempo»: es ocultarse, evadirse, provocar retraso sin justificación, no querer actuar a tiempo, aplazar la ejecución de un acto, más bien es el equivalente a «robar el tiempo».

No es malo hacer cosas que nos resulten más placenteras en lugar de otras tareas. El problema con la procrastinación es que nos provoca un sentimiento de culpa, pasado el rato sentimos que en lugar de disfrutar del tiempo lo hemos perdido. La falta de acción puede hacerte sentir arrepentido por hacer las cosas importantes a un lado y no estar siendo productivo, lo cual conlleva a sentirse estresado y por lo consiguiente, se vuelve una excusa para posponer tus acciones aún más.

Quizás no te has percatado de que la procrastinación  produce un sentimiento de baja autoestima, nos hace sentirnos poco confiables así como incrementar la preocupación de no estar cumpliendo con las expectativas que se tienen de nosotros. Esto se debe a que, cuando dejamos las cosas para otro momento, estás sobreestimando el alcance y tiempo que te tomará   un proyecto o tarea, por lo que es posible que cuando te propongas terminarlo, te abrume y no sepas ni por donde comenzar. A menudo se dice que los indecisos son con frecuencia perfeccionista que esperan demasiado de sí mismos, lo quee los aleja de sus metas y sueños.

Existen varias motivos de alejar el éxito en nuestra vida y uno de éstos es la procrastinación. Quienes dejan todo para después, se debilitan a sí mismos, ponen obstáculos en su propio camino, perjudicando a su vez el propio desempeño.

Encontrar los motivos para no hacer las cosas. Existen motivos por los que no deseas hacer las cosas que tienes que hacer. De modo que lo primero que se hace en estos casos es hacer una lista de razones por las que no estás haciendo lo que debes para que puedas evaluar a conciencia que tan válidos son estos motivos. Podrías identificar si lo que te retienen es miedo a hacer las cosas. Tras haber terminado esta lista, puedes comenzar a tomar medidas o pequeños pasos que resuelvan los mismos. Cuando se ponen las cosas por escrito, es más sencillo comenzar a tomar cartas en el asunto.

Trabajar en la planificación. La procrastinación no tiene porque ser un problema siempre y cuando se trabaje en la planificación de tus pendientes. Esto no será tarea fácil. No puedes darle una agenda a alguien que suele postergar las cosas y creer que dará resultado. Sin embargo, puedes comenzar fijándote pequeñas metas para lograr planificar tu agenda con eficacia más adelante.

Los expertos deducen  que las tareas que menos posponemos son aquellas que disfrutamos y que nos sentimos capaces de hacer de manera correcta; No sólo postergamos las cosas  porque encontramos la tarea tediosa, pero porque tememos fracasar, no cumplir nuestras expectativas, porque sentimos inseguridad o amenazada nuestra identidad.

Las metas indefinidas  te llevan a resultados indefinidos. Por ello, es esencial definir tus metas (grandes y pequeñas) claramente. Estudios demostraron que la tendencia a procrastinar es menor si se plantea la tarea en términos muy concretos y específicos.

Tampoco hay necesidad de sobrecargarse con el trabajo.  No tengas más de tres prioridades por semana. Si estás tratando de hacer demasiado te sentirás abrumada. Es mejor completar una cosa, en lugar de hacer un de todo un poco. El sentimiento es muy diferente.

La importancia de estar satisfecho con tu trabajo

Tener un empleo hoy en día es algo de gran importancia, sin embargo, es importante disfrutar el trabajo que tienes actualmente. Por lo tanto, es importante explicar porqué es importante estar satisfecho con tu empleo. El nivel de satisfacción en el trabajo tiene una fuerte incidencia en nuestra calidad de vida, ya que pasamos en él por lo menos 40 horas a la semana. ¿Te has puesto a pensar qué tan satisfecho estás y cuáles son los factores que son más importantes para ti para lograr un mayor nivel de bienestar?

La importancia de estar satisfecho con tu trabajo Es importante estar feliz con tu empleo porque un día, querrás retirarte. Querrás recibir un cheque continuo por tus años de dedicación a una empresas o compañía a la que le has servido. Lo que quiero decir es que, si quieres seguir recibiendo cheques durante tu jubilación, sin duda será más fácil llegar al punto de la jubilación estando en un trabajo que te agrade y en el que puedas prosperar.

Algunos  factores importantes para incrementar la satisfacción en el trabajo  son la sensación de logro y la posibilidad de obtener alguna promoción. En este sentido sólo pocas personas  perciben buenas oportunidades de desarrollo profesional en su empleo actual, mientras que otro porcentaje menor  percibe oportunidades de aprendizaje continuo, pero poca posibilidad de crecimiento y otros no advierten oportunidad alguna de desarrollo o crecimiento profesional en su empleo actual.

Trabajar en un sitio en el que puedas desarrollarte te dará un estimulo mucho mayor para explotar todo tu potencial. Sin duda, tendrás más ganas de ir a trabajar todos los días si sabes que eres apreciado en tu empleo. No se te hará tedioso ir al trabajo y brindarles tu tiempo y servicios si ellos también están satisfechos con tu desempeño.

Otro motivo importante por el que debes disfrutar de tu trabajo es por la manera en que éste afecta tu vida personal. Seguramente prefieres un trabajo que te proporciones ingresos suficientes para ser capaz de hacer las cosas que quieres lograr, pero también deseas un trabajo con un horario de trabajo decente para que puedas disfrutar de tiempo de calidad con tu familia y amigos.

Es muy importante que puedas emplearte en un entorno en el que no el estrés no predomine en tu jornada laboral.  Las tensiones del trabajo, presiones y preocupaciones familiares, económicas o las enfermedades son situaciones que nos hacen sentir agotados, de mal humor, apáticos, irritados, desalentados, nerviosos y nos olvidamos que cuando el cuerpo presenta estos síntomas es que está pidiendo a gritos ayuda para una pronta recuperación de los momentos de bienestar y tranquilidad.  Cada persona sabe lo que le sirve para relajarse y sentirse a gusto: unos pueden caminar en un parque, otros reunirse con amigos a jugar algo, otros van al cine, se dan un masaje, se meten en su tina con burbujas y velas encendidas, cierran los ojos y se relajan, hacen yoga, tai chi y otro tipo de ejercicios.

Por último, pero no por ello menos importante, necesitas estar complacido con el empleo que tienes. Lo que menos deseas es sentir que perdiste la oportunidad de explotar tu carrera. No querrás vivir preguntándote que podrías haber hecho si hubieses trabajado en otro sitio. Lo ideal es poder ir al trabajo y sentirse pleno, beneficiándote de ello durante el resto de tu vida laboral.  Un elemento importantes trabajar en un espíritu emprendedor, que los empleados sientan la compañía como suya. Lo que se hace, actualmente, es ir sólo tras acciones, pero qué pasa si el trabajador ni siquiera sabe a dónde ir. Las personas deben ver «algo tras su actuar», algo que los empuje y los motive.

Yo te aconsejaría que  si no estás conforme con el trabajo que tienes, no te cierres a la búsqueda de otras oportunidades. Si no puedes cambiar de trabajo, intenta cambiando de puesto, quizás podrías ascender o pedir que te cambien a otra área. Por último, si ninguno de éstos cambios funcionan o son posibles, puede ser el momento de cambiar de carrera por completo.

Es importante que entiendas los límites de tu trabajo, tu empleo no puede ser tu vida entera; la mayor parte de tu tiempo debes dedicarla a tus seres queridos. Recuerda la clave de la felicidad es el equilibrio.

¿Por qué le tememos a la soledad?

Todas las personas somos seres sociales, al menos en esencia. Desde nuestro nacimientos, las personas que están a nuestro alrededor se encargan de nutrirnos, alimentarnos, protegernos, educarnos, hacernos crecer, brindarnos protección, compañía, reconocimiento, aprecio y sobre todo amor.  Parece que a pesar de los prodigiosos avances de la tecnología y de los medios masivos de comunicación, el hombre moderno se siente cada vez más solo y abandonado. Así mismo, es muy natural que la amenaza de la soledad y el abandono nos causen  temor.

Tanto a mujeres como a hombres, desde que somos pequeños, nos inculcan que lo mejor es estar en pareja, tener una familia, estar acompañados. Aunque consideres que esto es lo que más deseas en tu vida, si tienes miedo a la soledad, puedes llegar a tomar decisiones francamente contraproducentes para tu bienestar emocional.

Posiblemente,  el tener pareja y familia, sea una buena forma de vivir y de ser felices, pero muchas veces el miedo a no conseguirlo, el miedo a quedarnos solos nos lleva a tomar una serie de decisiones en la vida que van a terminar repercutiendo muy negativamente en nosotros mismos.

Por un lado, las personas que continúan en relaciones infelices por no perder ese rol. Sienten más tristeza por dejar de formar parte de una pareja que por perder a esa persona con la que comparten sus vidas.  No se echa de menos a esa persona, sino todo lo que suponía formar parte de un “equipo”,  tener a alguien al que contarle tus cosas del día a día y compartir un objetivo común.  Este sentimiento, lo que en realidad hace es prolongar una agonía, además de impedir que la persona rehaga su vida y encontrar el bienestar que desea.

Hoy en día sentirse solo es algo muy común, somos seres creados para vivir en sociedad, por lo que la soledad nos resulta incomoda incluso en ocasiones nos asusta. Te  animo a no sentir la soledad como una enfermedad, aprended de ella, los momentos de soledad aunque desagradables son necesarios, porque nos ayudan a conocernos mejor a nosotros mismos, nos ayudan a aclarar esas ideas que no acabamos de asimilar, nos permiten oír lo que realmente importa, nos invita a ver aquello que normalmente no nos detenemos a observar. La soledad es algo que obviamente no debe durar, pero es necesaria de vez en cuando, y no lo olvides,  aunque en alguna ocasión estemos o nos sintamos solos, estamos unidos por nuestra soledad, hay que aprender de ella.

Al final de todo, un poco de soledad no nos cae mal, pero cuando nos sintamos solos, comencemos a ver a las personas que están a nuestro alrededor, hablemos con ellas, compartamos momentos con ellas, vivamos nuestra vida con ellas, así nos podremos cuenta que realmente nunca estamos solos. Puede ser que en algún momento y por circunstancias que no podemos controlar esas personas se alejen un poco, pero eso no quiere decir que no estén ahí, así como uno debe de estar ahí para ellos.

El miedo es difícil de superar, pero una vez tomada la decisión, todo será un proceso lento y con logros pequeños que poco a poco encauzarán tu vida hacia un momento más pleno y gratificante. Sólo tienes que coger fuerzas y comenzar desde cero, poco a poco y sin prisa. Plantéate objetivos pequeños día a día sin pensar en lo que te gustaría conseguir al final de todo el proceso, así obtendrás gratificaciones más rápidas y cada día por los logros conseguidos y no focalizarás tu atención en lo que todavía te queda por hacer.

Equilibra tu día

A pesar del trajín cotidiano, de las largas jornadas laborales y las tareas tanto dentro como fuera de casa, es posible mantenernos sanos y felices a través de sencillos pasos o hábitos, tales como:

Equilibra tu díaAprender algo nuevo o aceptar un reto cada día.  La vida es un aprendizaje constante. Cada mañana la persona se enfrenta a nuevas actividades, nuevas interacciones, nuevos desafíos que lo prueban como persona, en la vida familiar, la vida social y su propia personalidad.

Pese a la inmensidad de conocimientos y saberes que hoy día son muy especializados en todas las ciencias, artes y oficios, el individuo corre el riesgo de no renovar sus conocimientos y conformarse con una gama de conocimientos específicos.  Es importante que no te vayas a la cama sin la satisfacción de haber hecho algo que realmente valga la pena y te haga sentir bien contigo mismo.

Aprender a combatir el estrés con respiraciones profundas. La respiración es la más importante de todas las funciones corporales. En realidad la damos por un hecho pues respiramos de manera automática todo el tiempo, sin embargo la mayoría lo hace de manera muy deficiente, y ese es el problema. Si aumentáramos nuestra cuota de oxígeno estaríamos en la posibilidad de quemar más grasa, derrocharíamos vitalidad, aliviaríamos las tensiones, podríamos evitar enfermedades como el cáncer, rendiríamos más y mejor, y produciríamos la energía suficiente para vivir más plenamente.

Ten siempre a la mano frutos secos. Este grupo alimenticio reúne innumerables propiedades nutritivas y energéticas . Son ricos en proteínas, fibras, minerales como el hierro, calcio, zinc, cobre, fósforo, potasio y selenio, vitaminas como la E, B1 (tiamina), B2 (riboflamina) y B6 (piridoxina), los frutos secos agregan a sus propiedades, la particularidad de aportar al organismo ácidos grasos insaturados (mono y poliinsaturados), ideales en la prevención de afecciones cardiovasculares. Además, son de gran utilidad  para  aquellas personas con grandes esfuerzos intelectuales, anemias y para mejorar el metabolismo, deberían tomarlos asiduamente los niños y los jóvenes.

Aprovecha las oportunidades para charlar con tu familia. La base para conocerse, entenderse y ayudarse dentro de una familia es la comunicación entre todos los miembros que la componen. Es necesario dedicarse tiempo, escucharse y transmitirse mutuamente cómo nos sentimos, qué hemos hecho, qué nos gustaría hacer… Pero esta comunicación no debe ser unidireccional, es decir, los padres preguntan y los hijos responden, sino que también los padres deben transmitir cómo se sienten. A los hijos les gusta saber de sus padres y tienen que conocerles. Además, los padres enseñan a los hijos a comunicarse al transmitir sus experiencias y sentimientos, puesto que la comunicación familiar también se trabaja y se educa.

Respeta los horarios de sueño.  Para dormir bien también es fundamental respetar el horario de descanso y crear un hábito de horarios en la rutina diaria no sólo en relación con la hora de ir a dormir sino que también, debemos poner el despertador a la misma hora. Además, para dormir bien también es fundamental mantener una vida activa, hacer ejercicio, realizar un paseo diario, estar en contacto con los demás, hacer planes sociales, disfrutar del trabajo diario reforzando la motivación… Además, una forma excelente de iniciar el descanso cada noche es hacer balance de los buenos momentos  vividos cada día, es decir, hacer una reflexión interior.