Sabemos que los alimentos que comemos afectan a nuestro cuerpo. Pero éstos pueden tener aún mayor influencia – en el funcionamiento del cerebro – los niveles de energía y la forma en que te desempeñas. El estado de ánimo, la motivación y el rendimiento mental se ven poderosamente influenciados cuando tenemos una dieta adecuada. Para tener una alimentación sana debemos saber que hay ciertos alimentos o nutrientes que hacen una gran diferencia en nuestra forma de vivir y llevar a cabo los quehaceres de nuestra vida cotidiana.
El cerebro es un órgano muy activo, metabólicamente hablando y como tal tiende a ser muy delicado y exigente a la hora de comer. Si bien a veces parece que nos pide comida chatarra, por decir algo, también tiene la necesidad de alimentos altos en ácidos grasos para la óptima salud del cerebro. La salud de tu cerebro no sólo depende de lo mucha (o poca) grasa que ingieras, sino de qué tipo sea. El rendimiento intelectual requiere un tipo específico de grasa, conocida como Omega 3 que se encuentra comúnmente en el pescado. El Omega 3 se encuentra en la grasa de pescado, la mayoría de las especies de salmón de agua dulce y especies de agua salada como las sardinas, el atún, la caballa, entre otros.