Empieza cada día con una sonrisa

Hay quien dice y no le quito la razón que sonreír hace que salgan arrugas, pero siendo totalmente sincera, me da igual. Prefiero mil veces llenarme de arrugas que no ser todo lo feliz que puedo siempre.

Ser feliz es bueno para nosotros y para los que se encuentran a nuestro alrededor, si llevamos con nosotros un ambiente de felicidad y un buen semblante probablemente lo contagiemos a todo el mundo con el que estemos. La felicidad no viene sola y desde luego siempre se disfruta mucho más con amigos y familia que solo. Continuar leyendo «Empieza cada día con una sonrisa»

Evita que las crisis arruinen tu matrimonio

Según los expertos hasta las causas más perdidas tienen solución, siempre y cuando ambas partes lo deseen. Se requiere compromiso pero puede ocurrir y de hecho, ocurre.

Evita que las crisis arruinen tu matrimonioLa generación pasada, a la que le tocó ver como se imponía el divorcio, comprendió que éste no constituye una panacea. Muchas personas achacan a si ex cónyuge todos sus males, pero al volver a casarse caen en la cuenta de que tienen las mismas riñas con la nueva pareja. Los divorciados suelen llevar sus problemas de una relación a otra.

Cada día se nota más la necesidad de salvar el matrimonio y de evitar grietas irreparables en la relación. Si tienes la sensación de que estás encaminando junto con tu pareja a una crisis, sin duda los siguientes consejos te serán de gran ayuda:

Cálmate.  Cuando las emociones se encuentran a flor de piel, los expertos recomiendan la terapia. Resulta provechoso el punto de vista de un terapeuta porque casi siempre percibimos solo los errores del otro, y no los nuestros. Al elegir un terapeuta, es indispensable que les inspire confianza y respeto a ambos, y que se sientan a gusto con él.

Peleen limpiamente. Muchos creen equivocadamente que las parejas felices jamás pelean. Sin embargo, no hay matrimonio libre de conflictos. Lo malo no son los desacuerdos sino la forma en que se zanjan. Par evitar pleitos “A muerte” los especialistas recomiendan reunirse una vez por semana a discutir, cuando ambos estén calmados y abiertos a nuevas ideas. Hay algunas parejas que, por ejemplo, salen a cenar todos los martes solo para conversar.

Aprende a Escuchar. Deja que tu pareja exprese su parecer sin interrupciones. Luego repite lo que dijo, sin dar tu opinión. Las personas no siempre pretenden que todo el mundo esté de acuerdo con ellas, pero sí que procuren entenderlas.

Admite tu responsabilidad.  Cada quien debe admitir su responsabilidad en los conflictos. De lo contrario no progresaran.

Renueva tu compromiso. Casi todo el mundo espera a que el amor vuelva antes de renovar su compromiso matrimonial. Y lo que hay que hacer es justamente lo contrario: la pareja debe renovar su compromiso antes de que el amor vuelva.

Dale otra oportunidad al amor. Muy a menudo las parejas de hoy descuidan su relación. Y, lógicamente, ésta acaba muriendo. Siempre es recomendable limar asperezas y recordar todo eso que los unió en un principio.

Las estaciones de la vida

Estoy segura de que estás consciente de que la primavera siempre llega después del invierno y a su vez, el otoño siempre le precede. No pretendo señalar algo obvio, más bien, intento recalcar algo que ha ocurrido desde hace miles de años. Las estaciones van y vienen a su propio ritmo y no hay nada que podamos hacer para detenerlas o acelerarlas, mucho menos para evitar o hacer permanente alguno de  sus comportamientos. Pareciera que las estaciones tienen su propia agenda y calendario.

Las estaciones de la vidaUna vez dicho esto, te sorprenderá saber que muchas personas, tratan de apresurar las estaciones de su vida. Cada vida tiene sus propias cuatro estaciones y vienen  y se van a menudo, pasando por encima de nuestros planes, esperanzas, temores, sueños y deseos.

Nos es imposible controlarlas. Esto no significa que debamos quedarnos de brazos cruzados esperando a que las cosas cambien o mejoren por sí solas conforme transcurra el tiempo, puesto que cada minuto y cada día es un lapso de tiempo que no podemos recuperar.

Permíteme describirte brevemente en qué consiste cada una de estas llamadas estaciones o temporadas de vida.

Invierno: son los tiempos de desesperación, de desaliento, de adversidad, dolor, problemas, retos, incertidumbre, pena, decepción, resentimiento, la conclusión de algún ciclo y de miedo.

Primavera: es el tiempo de la esperanza, de los sueños, de los nuevos comienzos, de los planes, las metas, las oportunidades, las creencias optimistas y de confianza.

Verano: es el tiempo para la relajación, la diversión, el disfrute, los recuerdos maravillosos, la confianza, las creencias, el esfuerzo, las risas, los viajes, las vacaciones, los días fáciles y las noches placenteras.

Otoño: es tiempo de cosecha, de éxitos, de sueños realizados, logros, paciencia, recompensas y satisfacción.

Cada una de estas estaciones puede tener tanto circunstancias positivas como negativas, emociones y resultados, pero cada uno tiene generalmente un tema básico que por lo regular define ese periodo de nuestras vidas.

¿En qué estación te encuentras actualmente?

Las estaciones de la vida no vienen en un orden en particular, a diferencia de las estaciones de la naturaleza. Pudieras estar en el invierno de tu vida, si importar si eres alguien joven o ya entrado en años. Puedes experimentar la alegría del verano durante tus años de retiro o bien puedes experimentarlo cuando te empeñas en algo, te esfuerzas ante los retos y problemas incesantes. Ten en cuenta de que cada una de nosotros, durante el lapso que dura nuestra vida, podemos pasar por estos ciclos o estaciones del año y movernos de invierno a primavera y de nuevo al invierno. En la vida, una temporada pudiera durar semanas o años, dependiendo de la forma de pensar, actuar y comportarnos en cada temporada.

Al no aprender las lecciones necesarias en la vida durante alguna temporada en particular, puedes estar seguro de que te encontrarás una vez más frente a cuestiones o problemas similares en el futuro.

El reto para cada uno de nosotros, independientemente de la temporada en que nos encontremos en un momento dado, es comportarnos con madurez, responsabilidad y una actitud positiva. Solo porque sea otoño, un tiempo para cosechar las consecuencias de nuestras anteriores decisiones, acciones y esfuerzos, no significa que solo debas adaptarse a solo sembrar y sembrar, siendo que quizás estas acciones o decisiones te ayudarán a llegar a otro invierno con menos dolor y esfuerzo.

¿Te has preguntado si estás preparado para la siguiente temporada?

A continuación te presento algunos consejos que puedes tener en cuenta sin importar la estación que se encuentre en cualquier periodo de vida determinado.

–          Siempre estar leyendo, aprendiendo y creciendo.

–          No hacer suposiciones

–          No te tomes nada personal

–          No dejes que las circunstancias determinen su comportamiento

–          Siempre da lo mejor de ti

–          Aléjate de las influencias externas negativas

–           Rodéate de las personas correctas

–          Acepta que los problemas y los errores son algo normal

–          Aprender a ver el fracaso, la desilusión y la adversidad como herramientas de aprendizaje

–          El optimismo es un enfoque de vida mejor que el pesimismo

–          El éxito y los logros no te definen

–          La vida se centrar en las relaciones, no en cosas materiales.

–          La “seguridad” no existe como tal.

–          El miedo es la principal influencia negativa de la que te debes encargar

–          Lo que creas es lo que te define

–          Tus pensamientos siempre se convertirán en tus circunstancias

–          El pasado ya murió – déjalo ir.

–          Confía en Dios cada minuto de cada día

–          No puedes ir en contra de la corriente, relájate.

En resumen, ten en cuenta que sólo porque estés viviendo en el invierno esto no impedirá que otro invierno llegue en el futuro. El hecho de que te comportes adecuadamente durante cualquier época del año no es garantía de que obtendrás los beneficios deseados de la temporada. Sólo porque trabajes duro durante la primavera y el verano, no es garantía de que tendrás una buena cosecha en el otoño. La vida pasa y nuestra responsabilidad es aprender a fluir con ella.

¿Debes considerar cambiar de carrera si te sientes insatisfecho con tu empleo?

Cuando existe insatisfacción con el empleo actual, puedes llegar a darte cuenta de que necesitas intentar y conseguir uno diferente. En el mundo existen muchísimas personas que no están conformes con los trabajos que están desempeñando por lo que intentan cambiar de carrera y conseguir algo que mejore su situación.

¿Debes considerar cambiar de carrera si te sientes insatisfecho con tu empleo?Si pensamos un poco al respecto, un empleado promedio trabajará más de doce mil días y tendrá en promedio diez empleos diferente a los largo de su vida. No hay razón por la que no  debas pasar el resto de tu vida haciendo lo que consideres necesario para lograr algo mejor.

En determinado momento, todos nos sentimos un poco culpables por aceptar un empleo en el que vamos a hacer cosas que realmente no nos gustan pero que resulta cómodo. No siempre resulta sencillo elegir un empleo que nos haga feliz en lugar de uno en el que la paga sea buena. Sin embargo, debes hacer consciencia de algo: ¿Es preferible vivir lamentándote por lo que elegiste y preguntarte si tu vida hubiera sido más agradable y satisfactoria de haber elegido la otra opción?

Algo que debes analizar con mucho cuidado es la búsqueda de la felicidad profesional. Debes hallar la manera de respaldar tu razonamiento. Si te sientes infeliz con tu empleo actual, Las posibilidades de que ya hayas decidido ser infeliz puede ser una pista de gran utilidad. La siguiente acción a emprender es averiguar si la carrera profesional que tienes en mente es la adecuada para ti o no.

Analiza tu carrera. Haz una lista con todas las razones por las que elegiste esa carrera. Echa un vistazo a todos los diferentes puestos de trabajo que has tenido hasta el que tienes ahora y compáralos. Piensas en las cosas buenas y malas de éstos, de modo que con este ejercicio podrás ver lo que hacías y lo que haces y de cuan conforme o no estás haciendo lo que haces ahora. Analiza tu trabajo actual y piensa si éste trabajo te hace feliz  y si te ves haciéndolo durante muchos años más.

No hay razón para permanecer en un empleo que te hace sentir miserable. Necesitas salir y encontrar algo que te guste hacer y en lo que puedas ganarte la vida. Es posible que no encuentres de inmediato lo que te gustaría pero si eres persistente, eventualmente encontrarás un puesto en el que no sientas que estás sacrificando algo.

¿Existen los Alimentos Antiestrés?

Ningún nutriente puede en sí mismo atribuirse efectos antiestresantes. Sin embargo, hay un hecho irrefutable: el placer que nos produce comer ciertos alimentos provoca en nuestro organismo una secreción de “opiáceos endógenos” que proporcionan sensación de bienestar y hasta euforia. Pero no podemos olvidar que los gustos de cada uno son diferentes y que cada persona tiene sus propios alimentos antiestrés.

antiestrés Aunque en general la mayoría se decanta por los dulces y las grasas, hay a quien le puede encantar el pan o las frutas. El problema está en controlar las cantidades. Más que alimentarse de ciertos alimentos, la mejor estrategia frente al estrés es comer bien y de todo, ya que de ello depende que las defensas estén altas.

No tiene nada de malo comer un tentempié al estar bajo presión, pero debes elegir bien lo que te llevas a la boca. Debemos hacer las comidas con regularidad y tomar complementos vitamínicos, así cuando el estrés te agobie, te sentirás lo suficientemente bien como para encarar la situación. También es posible que le hagas frente al estrés consumiendo alguno de los alimentos que se mencionan abajo, los cuales suelen surtir efecto incluso en pequeñas porciones.

 

Plátanos y orejones (albaricoques).  Se encuentran entre los principales alimentos antiestrés. Aportan mucha energía y nutrientes esenciales. Las almendras aportan ácidos grasos esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Un chocolate mediano o varios chicos. El azúcar del chocolate puede aumentar la producción de endorfinas, que son analgésicos naturales y se cree que de otra sustancia, llamada anandamida, la cual mejora el humor.

Palomitas de maíz y/o galletas integrales. Como elevan la secreción de serotonina, neurotransmisor que produce una sensación de bienestar, estos alimentos ricos en carbohidratos y fécula tienen un efecto tranquilizante y pueden ayudar a aliviar la depresión.

Puré de papas. Este alimento con un alto contenido de fécula puede aumentar la producción de serotonina y tener un efecto calmante.

Una taza de leche. Su contenido de calcio, magnesio y potasio puede ayudar a reducir la presión arterial y tomar leche, sobre todo tibia, tiene un efecto relajante en muchas personas.

100 grs. De salmón/ media lata de sardinas. Los ácidos grasos omega 3 que contienen estos pescados elevan la producción de serotonina y ayudan a disminuir el riesgo de sufrir depresión e irritabilidad.

Una taza de cereal. El cereal es una fuente constante de energía que proporciona mayor claridad mental durante el día y ciertos estudios indican que comer una taza de cereal diariamente se asocia con una menor secreción de cortisol, una de las hormonas del estrés.

Es recomendable seguir una dieta coherente y aumentar la ingesta de frutas y verduras de temporada para optimizar el aporte vitamínico-mineral y garantizar un buen nivel de vitamina C que junto con un suplemento de ácidos grasos omega- 3 (EPA y DHA) equilibrarán tus niveles de cortisol e insulina y tu respuesta anti-estrés.

Aumenta el consumo de fibra para mantener los niveles de glucosa constantes, evitando la estimulación innecesaria de las glándulas suprarrenales. Es importantísimo asegurar una correcta ingesta de agua, pues la deshidratación es un potente estresor.

Otros alimentos que poseen cierto efecto calmante sobre el sistema nervioso y ayudan a apaciguar  la ansiedad son: lechuga, avena, arroz, remolacha, acelgas, apio, endibias, legumbres, aceitunas, alfalfa, centeno, frutos secos y semillas.