Todos hablamos de pensamientos negativos y no sabemos con certeza que son, o en qué consisten. No es solo pensar mal de uno mismo, ni de la gente, o pensar que no nos queremos, pensar en cosas negativas o feas o malas, sino que realmente son proceso de pensamientos disfuncionales, inadecuados, falsos, inocuos, incorrectos por la lógica y para el beneficio de nuestra mente, cuerpo y salud, por eso se les llama distorsiones y forman parte de nuestra vida. Una cara amarga no es cuestión de azar, sino de pensamientos amargos. Cuando esto sucede, entonces se presentan las “enfermedades psicosomáticas”.
Todos nos preocupamos en algún momento de nuestra vida. Pero cuando lo único que pensamos es en la siguiente cosa mala que nos va a suceder, estamos hechos un manojo de nervios, nos sentimos cansados tanto física como emocionalmente además de estar muy irritables
. No estoy hablando sobre tener dudas, temores, o un fuerte auto criticismo de vez en cuando, estoy hablando del hábito de pensar negativamente – de ver las cosas siempre empeorando si ellas van a cambiar; siempre sintiendo lo peor de ti mismo.
Tener pensamientos negativos constantemente sólo produce resultados negativos. Sin embargo, hay unas cuantas formas de romper estos lazos de constante preocupación y ansiedad que generan los pensamientos negativos.
No puede saberse lo que sucederá. La base de la ansiedad es querer saber lo que va a pasar. Pues cuando estas ansioso no es por lo que te está pasando en el momento si no por lo que se supone que te va a pasar. Es decir, la ansiedad está conectada con el futuro. Tu mente, tus pensamientos no están en tu aquí y ahora si no que están fantaseando acerca de lo que te va a pasar. Nadie se pone nervioso por lo que le está pasando en el momento. La verdad es que al hacer esto lo único que conseguimos es tornar la situación mucho peor, haciendo que no disfrutemos de los buenos momentos de la vida, por temor a los malos.
Tienes que cambiar tu manera de pensar. En lugar de preocuparte por lo que podría ocurrir, pregúntate qué tan probable es que algo bueno suceda. La probabilidad de que te ocurra algo malo es igual de grande a la probabilidad de que te ocurra algo bueno. Mientras más positiva sea tu actitud, mayor será la atracción de las cosas buenas hacia ti y viceversa.
Dale tiempo a las preocupaciones: No hay manera de desterrar por completo las preocupaciones de tu vida sin embargo, en su momento, podemos manejarlas. Destina una hora al día para que sea tu “tiempo para preocupaciones”. Este será el momento en que reflexionarás y pensarás en las cosas que te preocupan. El resto del día evite pensar en estas cosas. Intenta tomarte este tiempo pero que no sea antes de irte a dormir, para que estas preocupaciones no interfieran en tu sueño. Si durante el día tienes un pensamiento preocuparte de repente, déjalo para después y no gastes más tiempo en él. Preocuparte sólo durante la hora que has destinado para pensar en tus preocupaciones te dará un mayor control sobre tu vida.
Aprende a sobrellevar las distorisiones. Si sufres de constantes preocupaciones y ansiedad, tu actitud probablemente es muy pesimista. Pudieras sentir que no sabes cómo manejar tu vida si algo malo te sucediera. Es probable que todo el tiempo te ubiques en los escenarios más pesimistas y pienses que eres un imán para la tragedia. Estos pensamientos irracionales y negativos se llaman distorsiones cognitivas.
A pesar de que estos pensamientos no se basan en la realidad, son muy difíciles de sobrellevar. Se convierten en pensamientos automáticos y debe entrenar su cerebro con el fin de abatirlos. En lugar de pensar en ellos como un hecho, véalos como teorías de algo que podría ocurrir.
Aprende a relajarte. Puedes intentarlo con la respiración profunda y meditación. Tómate un tiempo para ti, por muy difícil que sea. Recuerda que debes evocar un pensamiento positivo cada vez que uno negativo se genere en tu mente. Las técnicas de relajación pueden ser muy útiles cuando nos sentimos ansiosos. La dificultad para respirar, el dolor de pecho o estómago, pueden ser síntomas físicos de ansiedad. Puedes aprender técnicas de respiración o inscribirte en clases de yoga para combatir el estrés y la ansiedad. Los masajes y otros tratamientos de spa, pueden ayudarnos a relajarnos y hacer a un lado las tensiones.
Sé que no es fácil cambiar nuestra forma de pensar, pero definitivamente se puede lidiar con los pensamientos negativos. Después de un tiempo, podrás ver muchas más puertas abiertas y estarás ansioso por abrirlas. Recuerda que mereces tener una vida feliz, libre de pesimismo.