Los seres humanos podemos tener tanto fortalezas personales como debilidades y así como tenemos miedos, tenemos éxitos.
En su libro, “Regreso al amor” (A Return to Love), en un pasaje que se hizo famoso por Nelson Mandela en su discurso inaugural de 1994, Marianne Williamson escribe:
«Nuestro miedo más profundo no es que somos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos Poderosos sin medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad la que nos asusta.
Nos preguntamos, ¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?
En realidad ¿quién eres tú para no serlo?
Tú eres un hijo de Dios.
Actuar insignificantemente no sirve al mundo.
No hay enseñanza en hacerse pequeño
Para que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor.
Hemos nacido para manifestar la gloria de Dios en nosotros mismos.
No está sólo en algunos de nosotros, está en todos.
Y al dejar brillar nuestra luz
Inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo.»
Al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia, automáticamente libera a los demás.
Conectar con tus fortalezas personales es aprender a reconocer tus propios dones, saber tus puntos fuertes, aceptar los cumplidos con humildad y confianza para poder presentarte como la persona extraordinariamente única que eres.
Reconoce tus propios dones
Pregúntale a otras personas lo que les gusta de ti. Escribe estos «testimonios» en una lista de todo lo que es maravilloso acerca de ti: los diferentes roles que tienen en la vida, sus logros, los fracasos a los que has sobrevivido y de los que has aprendido, las pérdidas que has sufrido, los dones con los que naciste y los que has desarrollado, así como los conocimientos que has ganado.
Lee la lista de los testimonios que recopilaste todos los días y acéptalos. Puede parecerte como si estuviera hablando de otra persona – enfócate y concéntrate en este ejercicio. Habla de nuevo con tu crítico interior y ¡muéstrale las evidencias! Para una experiencia más poderosa, lea esta lista de tus puntos fuertes en voz alta, comenzando con las palabras: «Yo soy ____».
Preséntate con confianza como la persona extraordinariamente única que eres
¿Recuerdas que la lista que hiciste antes de reconocer tus puntos fuertes? Bueno, ¿sabes que tu eres la única persona que tiene esa combinación única de habilidades, experiencias, conocimientos, dotes creativas y de perspectiva?
Repite conmigo: yo soy la única persona que tiene mi combinación única de habilidades, experiencias, conocimientos, dotes creativos y perspectivas.
Debes saberlo. Sentirlo. Creerlo. No dudes de ti mismo o te compares desfavorablemente con otras personas, pues lo que debes hacer es reconocer tu singularidad. Recuerda, quizás otra persona que parece tan segura a veces tiene exactamente las mismas preocupaciones y dudas que tú.
Acércate a cada tarea que haces hoy, con un enfoque y un propósito. Haz tu mejor esfuerzo y termina cada trabajo de uno en uno. Es increíble lo bien que se siente al final del día reconocer lo que logras (y no es el numero de cosas lo que importa) luego de haber dado tu mejor esfuerzo y terminar tus tareas con éxito.
El componente más importante para conectar con tus puntos fuertes es tu voluntad de ser fuerte. Estar dispuesto a tener éxito. Estar dispuesto a dominar algo. Estar dispuesto a terminar lo que comienzas. Estar dispuesto a convertirte en la mejor persona que puedas ser.