La evidencia científica apunta a que existen cinco pasos o medidas que podemos implementar para mejorar nuestro bienestar mental. Si les das una oportunidad, podrás sentirte más feliz y con una actitud más positiva, así como capaz de obtener lo que deseas en la vida. De acuerdo a la definición de la OMS la salud mental es: “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.”
La salud mental es importante. Algunas enfermedades mentales, como la depresión y la ansiedad son algo muy común, pero asó como buscamos cura para otras enfermedades, también debemos hacerlo para aliviar estas.
No es lo mismo procurar una buena salud mental y tratar las enfermedades mentales. Te preguntarás ¿Porqué es importante el bienestar mental? En primer lugar, todos queremos sentirnos bien, sobre todo con nosotros mismos y el mundo que nos rodea, y así poder hacer rendir al máximo nuestra vida.
Claro que sentiré feliz es una parte del bienestar mental, pero no lo es todo. Hay un tipo de bienestar aún más significativo que se tratar de vivir de una manera que es buena tanto para ti como para los que te rodean.
Existe también una notable confusión entre los términos salud y enfermedad mental. Ambos conceptos no son condiciones que permitan definir a la una como la ausencia de la otra. Una persona puede tener problemas de salud mental y no estar mentalmente enferma.
Los sentimientos de alegría, gozo, confianza y compromiso con el mundo son también parte del bienestar mental. La autoestima y la confianza en sí, lo son también.
Así que parte de la salud mental son estos sentimientos que te impulsan a hacer lo que desees hacer. Y también lo son las buenas relaciones, que traen alegría a ti vida.
Por supuesto que, un buen bienestar mental no significa que nunca experimentarás sentimientos o situaciones que te resulten difíciles, pero sí significa que tienes la resistencia para permanecer en pie cuando los tiempos sean más difíciles.
El bienestar mental puede adoptar muchas formas diferentes, pero una descripción útil es que: si te sientes bien, funcionas bien.
A menudo pensamos que muchas de las cosas que a menudo creemos que van a mejorar nuestro bienestar mental – como las posesiones materiales, más dinero para gastar o lujos – no conducen a una mejora duradera de la forma en como nos sentimientos acerca de nosotros mismos y de nuestras vidas.
En los últimos años han surgido muchas nuevas evidencias acerca de los que realmente causa mejoras duraderas para el bienestar mental. Al igual que nuestro cuerpo, nuestra mente también necesita ejercicio regular o el entrenamiento y la alimentación adecuada. Todas sus ideas y todo lo que usted está pensando residen en su cerebro. El buen cuidado del cerebro es muy importante. Es como cultivar y cuidar las plantas.
Existen muchos factores que influyen en nuestro bienestar. La evidencia muestra que las acciones que tomamos y la forma en que pensamos tienen el mayor impacto.
Lo primero que puedes hacer por tu propio bienestar mental es interesarte al respecto. Comienzan analizando qué es lo que has hecho en el pasado para promover tu bienestar mental – si es que has hecho algo – y si te funcionada. Después, piensa en las cosas nuevas que puedes probar. Recuerda que el bienestar no es algo que se consiga, sino algo que lograr al tomar medidas concretas.
Las cinco medidas que te mencionaba previamente pueden funcionar siempre y cuando las implementes con la mente abierta y te permitas darles su tiempo antes de juzgar los resultados.
Conéctate con los demás. Acércate a las personas que te rodean, tu familia, amigos, colegas y vecinos. Dedica tiempo a cultivar estas relaciones.
Actívate. No me refiero a que tengas que ir al gimnasio para esto. Basta con salir a caminar, andar en bicicleta o jugar un partido de futbol. Encuentra actividades que te gusten y que puedas incorporar en tu vida. La actividad física promueve un estilo de vida saludable.
Sigue aprendiendo. Aprender cosas nuevas y desarrollar nuevas habilidades te pueden generar una sensación de logro y una confianza renovada en ti mismo. ¿Por qué no te inscribes a ese curso de cocina que tanto has querido? O ¿ Porque no aprendes a tocar ese instrumento musical que tanto te atrae?
Dale más a los demás. Incluso el más pequeño gesto de tu parte puede contar para hacer una diferencia. Ya sea una sonrisa, invitar un café o unas palabras amables. Los actos de bondad puedes ayudarte a mejorar y construir nuevas relaciones interpersonales.
Toma nota. Aprende a ser más consciente del tiempo presente y toma en cuenta tus sentimientos y pensamientos, tu cuerpo y el mundo que te rodea. Algunas persona llaman a esto “atención plena” y analizar este tipo de cosas puede cambiar positivamente la forma en que te sientes acerca de tu vida y de cómo abordar los desafíos.
También hay pruebas de que una buena salud mental es importante para nuestra salud física. No obstante cuando hablamos de bienestar mental, nos referimos a algo más que la felicidad. Es útil comenzar con la idea de que el bienestar general implica tanto a la mente como al cuerpo. Y sabemos que el bienestar físico está estrechamente ligado al mental.