Para la gran mayoría resulta agradable encontrarse con personalidades seguras y fuertes, pero esto no quiere decir que esas personas no tengan debilidades ni defectos. Son el tipo de personas que se están desarrollando a sí mismas continuamente. Lo mismo sucede con la autoestima.
Todo el mundo tiene una, pero no todos saben cómo construirla de manera eficaz. Cuanto más baja sea tu autoestima, mayores serán tus complejos, miedos y tensiones. Es bastante normal que la gente tenga altibajos: en los negocios, en el estado de ánimo y hasta en su propia percepción. Sin embargo, hay personas que tienen tan arraigado el proceso de auto crítica que a veces no pueden salir de este estado durante mucho tiempo.
¿Cuál es la diferencia entre una autoestima baja y una normal? Una persona con baja autoestima tiene las siguientes características: mal humor frecuentemente, depresión, dependencia a la opinión de los demás, falta de credibilidad en sí mismos y otros rasgos negativos hacia su persona.
Las personas con niveles normales de autoestima se aceptan como son y suelen ver más los rasgos buenos en sí mismos por encima de los malos. Estas personas normalmente reaccionan bien a las críticas, ya que son conscientes de las imperfecciones del mundo y no caen en la desesperación por ello.
Este nivel de autoestima es el que ayuda a vivir la vida al máximo y a disfrutar de cada día.
Quizás no tengas ni idea de los mucho que se puede perder debido a una baja autoestima. Están por ejemplo, nuevas amistades, un mejor empleo, dar una buena impresión, etc.
Una consecuencia negativa y muy frecuente de la baja autoestima se da en la elección de pareja, es frecuente que jóvenes, mujeres u hombres, que pueden hacer una buena elección de pareja, con alguien que los respeta, los valora, que son responsables y con un sentido de superación, terminan la relación para relacionarse con alguien que los maltrata, les falta el respeto, los devalúa y no les demuestra amor.
Otra consecuencia más, sería el no poder asumir una actitud asertiva, exponiéndose a ser objeto de maltrato, abuso o condiciones de injusticia en las áreas laboral, social, familiar, escolar o de pareja.
Los psicólogos creen que una baja autoestima a menudo es más frecuente debido a la pereza. Es un tanto obvio, ya que la autocompasión es mucho más sencilla que ponerte de pie y comenzar a hacer cambios en tu vida.
¿Cuáles son las consecuencias de una baja autoestima? Existen tres tipis de personas con baja autoestima, a continuación intentaré describirlos.
Los farsantes: Estas personas por lo general muestran un buen estado de ánimo y deseos de éxito, pero en realidad tienen mucho miedo al fracaso. A menudo temen constantemente ser descubiertos y en general, este tipo de personas son perfeccionistas y adictos al trabajo.
Los fracasados: Estas personas tienden a tener dificultades para hacer frente a sus problemas ya que siempre están esperando la ayuda de alguien. Encuentran un millón de excusas para justificar su comportamiento y falta de voluntad para cambiar. Estas personas tienden a trasladar sus responsabilidades a los demás.
Los rebeldes: La mayoría se ha topado con una de estas personas. Transformar su falta de confianza en agresión. Casi siempre es una mala experiencia cuando nuestro jefe o superior es una de estas personas, ya que tienden a creer que son demasiado buenos para su trabajo, su puesto, su familia, etc. Como resultado de ello, tratan de elevar su autoestima a través de la agresión.
La baja autoestima puede tener otras consecuencias negativas, les como: ataques de pánico, estrés, soledad, depresión, problemas para relacionarse con los demás, falta de integración en el trabajo, hasta problemas con el consumo de alcohol y drogas. Sin embargo, hay muchas maneras de mejorar la autoestima y algunas de ellas son:
– Cuidando de ti mismo.
– Haciendo a un lado la autocritica.
– Divirtiéndote.
– Premiándote.
– Olvidándote de las cosas que no tienen remedio.
– Creyendo más en ti.
– No intentando complacer a todos.
– Tratando de evitar a las personas incorrectas.
– Evitando preocuparte y aprendiendo de tus errores.
– Luchando contra el pesimismo.
– Dejando de ser un perfeccionista
La confianza en uno mismo es una pieza clave para el éxito, tanto en la vida profesional como en la personal. Si no desarrollamos una autoestima normal, jamás podremos sentir esa seguridad.