A veces sucede que deseas cambiar tus hábitos para cuidar de ti mismo y pareciera que no puedes hacerlo. O bien, te das cuenta de que el cambiar tus hábitos para cuidar de tu persona puede ser una buena idea, pero solo te quedas en el intento y no consigues lograrlo. Tal vez las palabras y los pensamientos que tienes son los que no te permiten lograrlo.
Veamos un ejemplo. Te inscribiste en un gimnasio y paste todo el año por adelantado. Puedes ejercitarte cuando lo desees y hoy es el día en que irás por primera vez. ¿Qué tipo de pensamientos pueden hacer que desistas?
– A lo mejor me equivoco haciendo los ejercicios
– Estoy bien como estoy, no me hace falta ir al gimnasio
– Tengo demasiadas cosas que hacer
– Nunca voy a estar delgada / en forma / ser fuerte ¿para qué lo intento?
– Voy mañana
Al final ¿qué terminas haciendo?
Lo que pienses o digas de ti musmo es lo que harás realidad. Rick Carson escribió en su maravilloso libro de autoayuda Taming Your Gremlin : “una creencia es sólo una opinión a la que profesamos lealtad” De modo que, puedes desafiar ¡e incluso cambiar tus creencias!
¿Cómo elegir palabras y pensamientos con mayor fortaleza?
1. Ten en cuenta que tus pensamientos van y vienen, pues eres tu quien elije prestarles atención o no. Cuando tengas pensamientos negativos, intenta “pensar positivamente” a propósito, diciendo lo contrario a lo que se te cruza por la mente.
2. En lugar de pensar y hablar sobre lo que no quieres o lo que no te gusta, enfoca tus energías en el lado opuesto. ¿Qué quieres? ¿Qué te gusta? Ten gratitud y aprecio cuando esas cosas aparecen en tu vida y será más fácil atraer más de los mismos.
3. Escuche cuando dices la palabra «pero» – sobre todo al principio de una oración. Observe lo que sucede cuando se sustituya por «Y». Hay muchas cosas que pueden ser verdad en un momento dado. Cuando dices Y en vez de PERO estás abriendo tu mente a otras verdades.
4. El Dr. Daniel G. Amen, autor del libro «Cambia tu cerebro, cambia tu vida«, advierte a los pensadores negativos pensar detenidamente antes de decir «no» automáticamente. Se sugiere tomar unas cuantas respiraciones profundas y decidir si eso es lo que realmente quieren decir. Por ejemplo, si alguien te invita a tomar un café y estás mirando un montón de trabajo, podrías optar por decir: «no, no tengo tiempo para eso.»Analiza un momento lo que te están ofreciendo -¿qué recompensa te traería el aceptar la invitación? Tal vez regresarás con más energía y motivación para terminar tu trabajo una vez que hayas hecho algo agradable.
5. Ten en cuenta que las palabras y pensamientos negativos que parecen limitar y evitar la mejora de tus hábitos para cuidar de ti mismo. También analiza cuales son aquellas que parecen motivarte y levantarte el ánimo ¿Cuáles maximizan tu creencia sobre lo que es posible?
6. Toma en cuenta el impacto que tienen las palabras que eliges en la gente con la que hablas y pasas el tiempo.
7. Observa cómo tus hábitos de cuidado personal afectan tu estado de ánimo y tu capacidad para pensar de manera positiva. Se sabe que al no ingerir comidas balanceadas y saludables varias veces durante todo el día o si no se duerme lo suficiente, somos propensos a quedarnos atrapados en un pensamiento negativo y habrá que echarlo fuera de nuestra mente de manera consciente.
Así que habla de nuevo con tus pensamientos negativos:
– A lo mejor me equivoco haciendo los ejercicios, puedo pedir ayuda.
– Estoy bien como estoy, no me hace falta ir al gimnasio. Estoy bien y puedo estar mejor cuidando de mi cuerpo.
– Tengo demasiadas cosas que hacer. Necesito estar lo suficientemente sano y fuerte para hacer todo lo que tengo pendiente, por eso debo ir.
– Nunca voy a estar delgada / en forma / ser fuerte ¿para qué lo intento?. Cada minuto en el gimnasio me acerca un poco más a mi objetivo.
– Voy mañana. ¡Si, y hoy también voy!
Lo que te digas y piensen de ti mismo en los momentos difíciles determinará el tiempo que te quedarás atascado en el negativismo. Mientras más positivas sean tus palabras, mayor será la rapidez con la que consigas lo que merecer.