La psicología positiva es una de las ramas de la psicología que estudia las bases del bienestar y la felicidad del ser humano centrándose, sobre todo, en la fortaleza y las virtudes humanas para conseguirlo.
No sólo estudio los elementos positivos del ser humano sino que también tienen en cuenta los aspectos negativos y patológicos del ser humanos que afectan a la salud mental y física de las personas:
– Ansiedad
– Estrés
– Depresión
Todas estas patologías se pueden curar aplicando psicología positiva potenciando la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, la sabiduría o las ilusiones.
Los antecedentes de esta rama de la psicología tienen lugar en la antigua Grecia, concretamente en los textos del gran filósofo Aristóteles. La psicología humanista también tiene mucha que ver con esta rama.
Comprender, a través de la investigación científica, los procesos y cualidades que influyen en las cualidades y emociones positivas humanas. Su principal objetivo es alcanzar la calidad de vida sin que interfiera la economía o la avaricia en general sino a través de la propia felicidad y bienestar del individuo.
El dinero no da la felicidad
Estudios previos a la psicología positiva como rama importante de la psicología aseguraron que los ingresos económicos, efectivamente, NO dan la felicidad. Sí que ayuda a cubrir unas necesidades básicas, pero, una vez alcanzadas, mayores niveles económicos parecen no aportar mayores niveles de felicidad, al contrario, nos crea ansiedad, avaricia y ambición.
Sin embargo, una cantidad y, sobre todo, buena calidad en las relaciones humanas es el factor que proporcione mayores niveles de felicidad y bienestar psicológico.
Agradecer, perdonar, reír, compartir… evitan que aparezcan ese malestar emocional que tanto nos afecta en nuestra vida diaria ya que aumenta el mal humor, hace que decaigan los niveles de motividad, creatividad e ilusión.