Existen malos hábitos lectores, que en la mayoría de los casos, son los culpables de nuestro bajo nivel de comprensión o velocidad lectora. Estos a su vez influyen negativamente en nuestro rendimiento estudiantil o bien, en la formación de nuestro intelecto. Pero hay algunas técnicas de lectura para mejorarlos.
Muchos de nosotros simplemente no tenemos tiempo para leer. Nuestras vidas están tan repletas de obligaciones y actividades laborales, familiares y obligaciones sociales, que cuando por fin tenemos un rato libre para relajarnos, la lectura nunca aparece en nuestra lista de opciones creativas.
Para un buen número de personas la lectura contrario a ser un pasatiempo divertido y un proceso de conocimiento, se convierte en un suplicio; una actividad que no satisface, sino que por el contrario causa rechazo no sólo en niños, sino también en los mayores.
Los motivos por los que hay gente que prefiere no leer son muy variados: «me aburre», «me cansa los ojos», «me lleva demasiado tiempo», «no aguanto la espera de leer tantas páginas para llegar hasta el final»… Sin embargo, todos esos motivos pueden desaparecer con cierta disciplina y medidas que vale la pena poner en práctica.
Cuando se habla de comprensión lectora nos referimos a la capacidad que posee cada uno de entender textos escritos de distinta naturaleza, asimilando el mensaje que el texto contiene, y recreándolo, es decir, haciéndolo parte nuestra, siendo capaz luego de explicar e interpretar, cada uno a su manera, lo que leyó.
Es decir, estamos hablando de la comprensión en el sentido profundo: no basta con entender la letra de un texto manuscrito, o con entender las palabras de una noticia o un poema, para afirmar que lo hemos comprendido.
Y tú ¿estás interesado en mejorar tus hábitos de lectura? Bien, los grandes lectores saben que al menos en un principio, esto toma tiempo y esfuerzo. Pero siguiendo estas sencillas técnicas de lectura, con estos pasos te pondrás en el camino indicado para aumentar tu capacidad de lectura.
- Haz de la lectura parte de tus actividades cotidianas. A menudo las personas tienen la idea equivocada de que para leer se requiere de un “tiempo especia”. A decir verdad, puedes disfrutar de tus autores favoritos en cualquier lugar: mientras esperas a que se lave la ropa, mientras esperas el autobús , etc.
- Un punto a tener en cuenta es la velocidad de lectura óptima, se puede mejorar y potenciar abandonando algunos hábitos. Un consejo habitual es leer siempre en silencio, ya que en voz alta o moviendo los labios podría provocar distracciones. Por otra parte, si se corrige esta forma de lectura se conseguirá también leer más de una palabra a la vez, incluso dos, tres o un grupo de manera simultánea. Procurando por supuesto, que la capacidad de comprensión permanezca intacta.
- Teniendo libros, ¡leerás! No salgas de casa sin un libro. Una perfecta oportunidad para ponerse al día con tu lectura es mientras esperar en la fila del banco, del supermercado o bien mientras viajas en el transporte público. ¿irás al campo o estarás al aire libre? Disfruta de tu paseo en compañía de tu autor favorito.
- Escoge el libro adecuado. Lee las contratapas para saber de qué trata el libro, y hojea el contenido para conocer un poco el estilo de redacción del autor. Esto te permitirá disminuir las posibilidades de elegir un libro cuyo tema no te interesa o cuyo estilo no logre «atraparte». Elegir un libro que no te gustará puede ser muy desmotivante y alejarte aun más de los libros.
- Comienza con libros medianos. No escojas un libro demasiado extenso, salvo que estés super interesado en el tema que trata. Si no tenemos incorporado el hábito de leer, un libro muy extenso será un gran desafío y es probable que no lleguemos a terminarlo (justamente porque no tenemos el hábito de leer). Como en todo, lo mejor es empezar con metas cortas y realizables.
- Ensancha tus horizontes. Nunca te limites tus tópicos de lectura, y busca siempre nuevos contenidos y escritores diferentes. No importa cuánto te guste determinado asunto, no te quedes enfocado sólo en libros sobre eso. Mientras más amplio sea la variedad de temas que leas, te será mucho más simple realizar lecturas de materiales diversos.
Es aconsejable darse un tiempo limitado para leer: tiempo que decidirás tú mismo, según tus capacidades, intereses, y las demás ocupaciones que tengas. Sin embargo, es bueno que este tiempo no sea demasiado breve ni demasiado extenso; disciplínate para seguir si las ganas te abandonan muy pronto y para detenerte si tienes otras obligaciones.