El agotamiento crónico puede ser resultado de un incesante estrés, que no es lo mismo que tener demasiado estrés. El estrés por lo general, implica demasiadas presiones que exigen mucho de ti, tanto física como mentalmente. Las personas estresadas tienden a pensar que “si al menos tuvieran el control de las cosas, se sentirían mejor”. Cosa que no ocurre con las personas que padecen de agotamiento crónico ya que éstas simplemente sienten que sin importar lo que hagan, no habrá ningún cambio.
El agotamiento implica una sensación de vacío, una carencia de motivación e incluso un cierto desinterés por el propio bienestar. Las personas que padecen de agotamiento crónico no se percatan de ningún posible cambio positivo en su situación. Si el estrés excesivo es como si uno se estuviese ahogando en responsabilidades, el agotamiento es como si todo fuera como un desierto desolado. Otra diferencia que nos ayuda a reconocer el estrés del agotamiento es que, cuando estamos estresados nos percatamos de ello mientras que cuando estamos agotados pareciera que nos damos cuenta del mismo.
Las causas generales del agotamiento o fatiga crónica son:
– Malos periodos de descanso corporal luego del entrenamiento
– Problemas hormonales o del sistema nervioso
– Deshidratación
– Poca oxigenación celular
– Niveles bajos de azúcar en sangre
– Acumulación de acido láctico y carbónico en el músculo
– Cambios bruscos de clima
– Tabaquismo
– Alcohol
– Drogas
– Mal dormir
– Estrés
Si te sientes muy cansado, antes de nada debes hacerte una analítica de tu sangre para descartar otros síntomas que se pueden confundir como la anemia problemas con las tiroides, con el riñón y con el hígado.
Síntomas de fatiga crónica:
-Agotamiento
-Sueño constante durante el día
-Dificultad para levantarse por la mañana
-Debilidad
-Lentitud para realizar actividades de la visa diaria
-Poca energía para llevar a cabo tareas
-Sentimientos de tristeza y depresión
Para evitar el cansancio físico y mental es recomendable:
– Dormir 8 horas diariamente, entre las 10 pm y las 7 am, que es el período que contribuye a un mejor descanso.
– Tomarse unos diez minutos, en un lugar tranquilo como el baño, para relajarse, inspirando y soltando aire por la nariz, con suavidad.
– Limita el consumo de bebidas alcohólicas. El alcohol deprime el sistema nervioso —el sistema de células, tejidos, nervios, y órganos que controlan las respuestas corporales a estímulos internos y externos—.
– Aliméntate sanamente. Los hábitos alimenticios juegan un rol importante en cuán bien funcionamos a cada nivel.
-Mantente bien hidratado. Una ligera deshidratación puede hacer que la sangre se espese, forzando al corazón a bombear más fuerte para llevar la sangre a tus células y órganos y produciendo una sensación general de fatiga.
– Haz ejercicio. Cualquier cantidad de actividad física, inclusive una caminata de 10 minutos, incrementará el flujo de la sangre a todas las partes de tu cuerpo, lo que te hará sentirte con más energía.