A menudo, solemos preocuparnos por cosas a las cuales podríamos restar importancia y con ello, lograr centrarnos en las que verdaderamente tienen importancia. Cómo dejar de preocuparse de tantas cosas, he aquí algunas de esas cosas sin verdadera importancia de las cuales puedes prescindir para comenzar el día con el pie derecho.
A veces podemos sentirnos fuertemente aturdidos, mareados o con terribles jaquecas por algo que nos preocupa, y tal como se soluciona el asunto, ¡Nos encontramos de maravilla¡ Esto es claro ejemplo de cómo pueden afectarnos las preocupaciones, y de lo bien que nos sentimos cuando no están. Esta situación es ejemplo de cómo pueden afectar a nuestro estado físico.