Para la gran mayoría resulta agradable encontrarse con personalidades seguras y fuertes, pero esto no quiere decir que esas personas no tengan debilidades ni defectos. Son el tipo de personas que se están desarrollando a sí mismas continuamente. Lo mismo sucede con la autoestima.
Todo el mundo tiene una, pero no todos saben cómo construirla de manera eficaz. Cuanto más baja sea tu autoestima, mayores serán tus complejos, miedos y tensiones. Es bastante normal que la gente tenga altibajos: en los negocios, en el estado de ánimo y hasta en su propia percepción. Sin embargo, hay personas que tienen tan arraigado el proceso de auto crítica que a veces no pueden salir de este estado durante mucho tiempo.
¿Cuál es la diferencia entre una autoestima baja y una normal? Una persona con baja autoestima tiene las siguientes características: mal humor frecuentemente, depresión, dependencia a la opinión de los demás, falta de credibilidad en sí mismos y otros rasgos negativos hacia su persona.

El éxito que tengas en una situación determinada depende en gran medida de la manera en que aplicas tu fuerza de voluntad para combatir aquella gran tentación que se cuelga de tus piernas para impedir que continúes por el camino que te lleva a la meta establecida.
Una marcha te dará la oportunidad de introvertirte y buscar dentro de ti lo que realmente te preocupa y lo que te está impidiendo ser feliz. En otras palabras, es un marco estupendo para analizar qué te ocurre y qué puedes hacer para mejorar.