¿Puedes definir tus metas personales? ¿Por lo menos has establecido alguna meta fija para ti mismo? Si no te has preguntado “puedo fijarme metas para mí mismo. ¿Podré estar en seis meses dónde quiero estar?” Es una estadística triste, pero sólo el 4% de nuestra sociedad ha establecido realmente metas para sí mismas. No puedes esperar lograr algo diferente en tu vida si no puedes definir tus objetivos personales. ¿Quieres que tus hijos tengan una vida exitosa y fácil? Estoy seguro de que te gustaría ser un buen modelo a seguir y enseñarle a superar tus miedos y trabajar hacia adelante lo que desee emprender. Las metas y objetivos personales afectan a las familias y por eso en tus metas debes considerar la fijación de metas y objetivos familiares para obtener lo mejor de lo mejor y logra un impulso más firme que te lance a la riqueza, el éxito, la felicidad. Si aprendes a definir tus metas personales, tu familia va a seguir tus ejemplos. Sería muy bueno que tu hijo reciba una beca pagada por completo ya que esto le ayudaría a cumplir muchos de sus objetivos académicos. La meta está relacionada con una necesidad que decidimos satisfacer o con un malestar importante que queremos eliminar. Para tener la motivación, energía y constancia necesarias para lograr una meta, ésta debe de ser nuestra. Basada en nuestros deseos, sentimientos, valores y necesidades. Si es una meta impuesta por alguien más o es parte de la cultura, difícilmente la vamos a lograr. Nunca es demasiado tarde para comenzar a establecer metas para ti mismo. Sin embargo, si verdaderamente deseas tener éxito en cualquier cosa, debes comenzar hoy. La mayoría de las personas no comienzan el establecimiento de metas propias porque no saben cuál es el primer paso de ese proceso. Una de las cosas que hago para mantener siempre la mente y el empeño en lo que deseo hacer, es llevando dicha meta escrita en un trozo de papel. Así soy capaz de verlo todo los días y recordarme que debo esforzarme para alcanzarla. Debemos tener en mente que el sacrificio –aunque suene drástico el término-, es un valor muy importante para superarnos en nuestra vida por la fuerza que imprime en nuestro carácter. Compromiso, perseverancia, optimismo, superación y servicio, son algunos de los valores que se perfeccionan a un mismo tiempo, por eso, el sacrificio no es un valor que sugiere sufrimiento y castigo, sino una fuente de crecimiento personal. El valor del sacrificio contempla dar ese “extra” también en casa, en ese horario y con esas personas que desean gozar de la compañía generalmente ausente de cualquiera de los miembros. Una vez de que des cuenta de lo que te impulsa y te apasiona, puedes empezar a poner en marcha tu plan de acción. Debes estar abierto a las oportunidades que vienen en camino. Estar dispuesto a asumir riesgos, ya que sin eso nunca vas a lograr algo diferente a lo que hasta entonces has logrado. Si vas por la vida evitando riesgos, nunca cambiarás esos mismos patrones de vida establecidos hasta el momento. Nadie que haya evitado los riesgos en su vida ha logrado alguna vez algo grande. Incluso si echas un vistazo a las grandes hazañas de la historia, te darás cuenta de que todos y cada uno ha logrado algo solo venciendo cierto grado de riesgo. Descubre cuáles son tus fortalezas y debilidades. Identifica cuáles son las cosas que no son compatibles con tus metas a largo plazo, esta es una manera de filtrar lo que son las distracciones y lo que es realmente necesario. Como lograr el éxito también depende de esta actividad. La planificación es una técnica de fijación de objetivos importante. Un plan eficaz es algo que ter permite con éxito poder identificar las interconexiones entre el corto plazo y los objetivos a largo plazo. La planificación de ideas se forma en nuestras cabezas y es una técnica de fijación de objetivos de gran alcance. Recuerda que Si no planificas no conocerás el éxito. Como lograr el éxito dependerá de que tengas un plan que te lleve hacia tu meta. Establecer objetivos personales es esencial para el éxito de una persona ya que nos ayudan a ordenar nuestra vida, nos señalan el camino, nos sirven de guía, nos revelan prioridades, nos ayudan a programar nuestro inconsciente para poder alcanzarlos, y nos sirven como fuente de motivación.
Autor: Optimistas
7 razones por las que no te sientes con ánimos
Si a veces te preguntas que es lo que ocurre contigo, porque no te sientes bien o te sientes molesto o inconforme contigo mismo, es posible que no sea tu culpa y lo que necesites sea entender los motivos reales de esto.
Quizás creas que se sientes mal porque al final del mes tienes que vértelas con las cuentas y si bien, esto puede parecerte el motivo fundamental de momento, hay otros motivos “secuaces” que afectan y pudieran constituir tu actual humor. A continuación te presento 7 motivos por los que la gente se siente mal y cuyos efectos provocan que la gente se sienta decaída.
No conseguir lo que deseas. ¿Sabías que no conseguir lo que deseas es suficiente para hacerte sentir mal, aun cuando es a largo plazo? ¿Qué sucede cuando tienes que lidiar con tus cuentas y no tienes como pagarlas? Este es el mismo motivo por el que la gente podría no sentirse con ánimos cuando no obtienen lo que desean.
Temor al futuro. Otra razón para esto sucede cuando la gente desconoce que será de sus esperanzas a futuro. Este hecho en general genera inseguridad y muchas veces desánimo. Por ejemplo, cuando algunas personas se quedan sin empleo, proyectan esa misma situación a futuro. A veces creen que podrían terminar sin empleo nuevamente en el futuro y así comienzan a albergar malos momentos y a desperdiciar mucho tiempo de vida pensando en cosas que desconocen.
Metas de vida no logradas. En otros artículos, he dicho que la gente se siente verdaderamente feliz cuando alcanzan sus metas, pero en esta ocasión es lo contrario. ¿Qué ocurre si estás intentando lograr una meta y jamás sientes que la estés consiguiendo? Esta es la misma razón por la que algunas personas se sienten decaídas cuando luchan y no ven logrados sus sueños.
Problemas de auto conocimiento. A veces sentimos que requerimos de algo para sentirnos bien pero no sabemos con exactitud qué es ese algo. Por ejemplo, supongamos que alguien no eligió una carrera que estudiar, sabe que necesita una carrera a futuro pero no sabe exactamente cuál es la mejor para él. Esa persona sabe que necesita algo pero no sabe lo que es y al desconocer eso de lo que carecen, muchas personas se sienten deprimidas.
Auto – decepción. Éste factor se centra principalmente en personas con ambiciones de vida demasiado bajas. La gente de esta naturaleza puede que desee comenzar un nuevo negocio pero debido a las dificultades que atraviesan tienden a engañarse a sí mismos, diciendo que no necesitan de un negocio. Mientras que las personas mantengan este hábito, seguirán sintiéndose decaídos.
Auto-culpa. Culparse a sí mismo es una de las razones por las que algunas personas se siente decepcionadas de sí mismas. Cuando alguien vive sintiéndose culpable, tiende a existir la tendencia a sentirse mal siempre. Supongamos que has cometidos errores en el pasado, si continuas pensando en eso todo el tiempo, ciertamente te seguirás sintiendo mal.
Problemas del pasado. La mayoría de las personas creen que una de las mejores maneras de lidiar con sus preocupaciones, temores y problemas es olvidándose de ellos. Este método realmente nunca es efectivo ya que éstos son señales diseñadas por el subconciente para mantenerse alerta sobre sus necesidades insatisfechas y mientras estos problemas sigan sin resolverse, siempre se manifestarán nuevamente en forma de mal humor y depresiones.
Pero entonces, ¿cómo podemos sentirnos bien todo el tiempo?
Si cualquiera de los puntos arriba mencionados es tu caso, a fin de ser feliz debes comenzar a tomar cartas en el asunto. En cualquier aspecto de tu vida es probable que necesitas emprender acciones a partir de hoy.
Digamos que tu problema es que le temes al futuro, pero, ¿qué hace que le tengas miedo? Pon los reflectores sobre los motivos que te hacen sentirte así y pon manos a la obra. Si los problemas son la inseguridad laboral, empieza a buscar otra fuente de ingreso, auto empleándote, por ejemplo.
Para mantenerse motivado constantemente y en momentos difíciles también, se requiere, en primer lugar determinar claramente las razones que me han llevado a la desmotivación o que me podrían llevar a ella, reconociendo las situaciones externas, las cuales no puedo controlar directamente y las internas, que sí puedo aprender a controlar en todo momento.
Los efectos del ejercicio en el cerebro
En las primeras etapas de la psicología, había una creencia de que la inteligencia que estamos destinados a tener para toda nuestra vida era con la que nacíamos. En ese entonces se pensaba que si no eras muy inteligente, tenían que conformarte con ello y ser feliz con lo que tenías o por el contrario, sentirse afortunado su resultabas ser muy listo. Conforme las cosas cambiaron, también lo hizo la definición de inteligencia. Ahora se sabe que podemos mejorar las capacidades de tu cerebro y volverte incluso más listo. ¿Cómo se logra esto? Bien, existen muchas manera de hacer, pero una de ellas, como lo índica el título es a través del ejercicio.
¿Te gustaría ser mucho más listo? ¿Quisieras aprender cualquier cosa que quieras o debas aprender con mayor facilidad ¿O quizás simplemente te gustaría desenvolverte mejor en el trabajo? Para todo ello, necesitas ejercitarte.
Los estudios han demostrado que el ejercicio mejora el funcionamiento de tu cerebro. De antemano sabemos que el ejercicio es bueno para nuestra salud, mejora el sistema cardiovascular, la elasticidad de los músculos, mejora la oxigenación del cerebro entre muchos otros beneficios más, pero aún no hay suficientes estudios sobre los efectos del ejercicio en el cerebro, pese a esto, existen algunos que han comprobado la relación entre la mejora de las funciones cognitivas del cerebro con el ejercicio.
El ejercicio mejora nuestra autoestima, nuestra tolerancia al estrés y nos proporciona sensación de bienestar. Uno de los mayores beneficios del ejercicio físico es su capacidad para equilibrar el estado de ánimo y desterrar el estrés y los ataques moderados de depresión. Se ha demostrado que participar en una sola sesión de ejercicios aeróbicos libera en el cerebro un potente cóctel de los llamados compuestos químicos de la felicidad como ser Serotonina y Dopamina, los cuales ayudan a calmar el estrés y a cultivar sentimientos de satisfacción y de calma. Incluso el ejercicio puede bloquear o atenuar los efectos de las hormonas de estrés como el cortisol, el cual puede causar aumento de peso.
Estas sensaciones podrían deberse a la liberación de sustancias escorpioides naturales producidas en nuestro propio cerebro y pueden tener consecuencias directas sobre el cerebro, por ejemplo, en la atrofia relacionada con la edad o incluso, según otro estudio, el desarrollo de trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer.
¿Pero qué tipos de ejercicio? No todos los ejercicios tienen un efecto en tus funciones cognitivas.
Ejercicios cardiovasculares. Éstos no solo ayudan a quemar grasa, sino que aumentan tu metabolismo y fortalecen tu sistema cardiovascular, a su vez, actúan como un estimulante maravilloso para el cerebro. Los investigadores han encontrado que el ejercicio físico aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo cual ayuda a estimular la memoria, la concentración y a tomar decisiones ejecutivas. El utilizar y desafiar a su cuerpo obliga a su cerebro a despertar y a entrar en acción. Incluso algunas investigaciones sugieren que el ejercicio puede aumentar la plasticidad sináptica. En otras palabras, el ejercicio puede ayudar a su cerebro haciendo crecer más células cerebrales.
Algunos ejemplos de ejercicio cardiovascular son:
– Caminar
– Trotar
– Andar en bicicleta
– Nadar
– Aerobics
– Saltar la cuerda
Una sesión de ejercicio cardiovascular debe estar por compuesto por tres partes. Calentamiento, Cardio y Enfriamento.
Empezamos con calentamiento realizando la actividad de manera tranquila por espacio aproximado de 5 minutos, posteriormente se acelera el paso de manera que nuestro pulso cardiaco se eleve, para terminar se baja el ritmo, similar al del calentamiento.
La frecuencia recomendada para hacer ejercicios cardiovasculares, es de 3 veces por semana en sesiones de 20 a 60 minutos.
Llamamos ejercicio de tipo aeróbico al ejercicio físico dinámico o de endurecimiento en el que se utilizan amplios grupos de músculos durante largos periodos de tiempo con una respiración libre, tomando oxígeno. Ejemplos serían la marcha, el ciclismo en carretera, la natación, etc. Los efectos beneficiosos son muchísimos.
Ejercitarse producirá nuevas neuronas en la zona del hipocampo, mejorará tu capacidad de aprendizaje y será un arma preventiva frente al Alzhéimer.
Si hasta ahora tenías la certeza de que ejercitarse era bueno para tonificar tus músculos, realzar tu figura, mantener tu salud cardiovascular, así como protegerte o frenar problemas metabólicos como la diabetes y practicar con regularidad algún deporte, los neurólogos te tienen una buena noticia: tus neuronas también están de fiesta, pues estos buenos hábitos mejoran tus conexiones neuronales, lo que se expresa en la capacidad de aprendizaje y el resguardo de la memoria.
Despertando a Ned: un canto al optimismo
Hay una película por la que siento una debilidad especial ya que me parece un canto a la alegría, a la amistad, a la ilusión, a las segundas oportunidades, al amor profundo y sencillo, a la lealtad sin concesiones, al optimismo. Continuar leyendo «Despertando a Ned: un canto al optimismo»
El lado positivo del estrés
Hay aspectos tanto positivos como negativos del estrés, por lo que es importante encontrar el equilibrio adecuado en tu vida. Siguiendo las estrategias para manejar el estrés se puede disfrutar de la parte beneficiosa de éste.
Para empezar ¿qué es el estrés? El estrés es el estado que se experimenta cuando percibes que no puedes resolver adecuadamente las exigencias que se te plantean; te sientes bajo presión y no tienen las reservas físicas ni mentales para hacerle frente. Esto puede ser porque no sabes cómo hacerle frente, no tienes los recursos para hacerle frente o estás en mal estado de salud.
¿Qué causa el estrés? Diferentes situaciones pueden causar el estrés, desde una serie de irritaciones menores constantes, presión en el trabajo, problemas personales, preocupaciones financieras, problemas de salud, perfeccionismo, mal manejo del tiempo, baja autoestima, poca confianza en uno mismo, así como las charlas repletas de negativismo que tengas contigo mismo. A veces no hay una causa obvia para el estrés.
¿Cuáles son los síntomas del estrés? La manera en que lidias con el estrés se refleja en cómo te relacionas contigo mismo y como manejas las situaciones que surjan. Si no puedes hacerles frente, experimentas una acumulación de tensiones que pueden afectarte física, psicológica y emocionalmente. Los síntomas del estrés pueden incluir:
– Las señales físicas como dolores de pecho, presión arterial elevada, taquicardias, palpitaciones, ataques de pánico, cansancio constante, calambres o espasmos musculares, antojos, mareos, falta de apetito, morderse las uñas, dolores de cabeza, trastornos estomacales, sensación frecuente de llanto, agitación, trastornos del sueño y una tendencia a sudar. El cuerpo produce químicos que lo preparan para una emergencia. El cortisol libera grasa y azúcar en el cuerpo, reduciendo la eficacia del sistema inmune. A largo plazo, esto puede desencadenar hipertensión, accidentes cerebro-vasculares, ataques cardiacos y otros graves problemas de salud.
– Los síntomas emocionales como sensaciones de ansiedad, miedo, enojo, frustración, enfermedades psicosomáticas y depresión. Los pensamientos pueden llegar a ser confusos y es posible que se preocupe de más por los problemas.
– Los cambios de comportamiento, tales como estar indeciso, inflexible, más sensible a las críticas, irritable, lloroso y agresivo, así como una constante incapacidad para concentrarse.
¿Cómo se puede manejar el estrés? El manejo del estrés implica el reconocimiento de los síntomas del estrés, la identificación de las causas, la adopción de medidas para abordar las causas y por lo tanto reducir los síntomas y en caso necesario, la adopción de medidas provisionales para aliviar los síntomas hasta que las causas subyacentes se hayan abordado. Hay muchas maneras diferentes de manejar el estrés, incluyendo:
-La gestión del tiempo, incluyendo metas y la planificación de acciones, la delegación de tareas y el perfeccionismo.
– Reconocimiento de los comportamientos negativos, aprender a manejar las críticas y el enojo, así como aprender a decir “no”.
– El pensamiento racional, incluyendo el pensamiento positivo, pensamiento distorsionado desafiante y creencias irracionales.
– Auto cuidado, incluyendo la relajación, divertirse, aprender a expresarse, comprenderse a sí mismo, hacer ejercicio, una alimentación sana, un buen equilibrio trabajo-vida, aficiones e intereses en vías de desarrollo, ampliando tu círculo de amistades y el cuidado de tu salud mental.
-Visitando al médico, incluyendo varios tipos de medicación.
– Las terapias de manejo del estrés, incluida la psicoterapia, asesoramiento, masajes, aromaterapia, reflexología y muchos más.
¿El estrés puede ser bueno para ti? El estrés no es necesariamente malo o peligroso y si se puede manejar el estrés de una manera positiva podrás mantener un ritmo de vida sano. Cuando estamos estresados, el cuerpo pasa de un estado de bajo rendimiento a uno de máximo rendimiento, pero a medida que los niveles de estrés continúan aumentando, nuestro rendimiento disminuye de nuevo, ya que se sobrecarga y alcanza un estado de agotamiento y desgaste.Como los niveles de estrés aumentan se pasa de un estado de bajo rendimiento a un estado de máximo rendimiento, pero a medida que los niveles de estrés continúan aumentando nuestro rendimiento disminuye de nuevo, ya que se sobrecarga y alcanzar un estado de agotamiento y el desgaste.
Este estado de excitación emocional es indispensable para la salud de las personas, pues es un motor que nos obliga a retarnos crónicamente y perfeccionarnos. Algunos de los beneficios que se obtienen del estrés es la rápida adaptación a los cambios, un mejor rendimiento y una mayor capacidad productiva; además de que conseguimos placer físico a través de los sentidos, por lo que logramos mantener un estilo de vida ideal.