El estrés

¿Qué tan vulnerable eres al estrés? Si alguna vez hubo un tiempo en que la gente estaba estresada, es ahora. La interminable avalancha  de malas noticias en los últimos años no tiene precedentes en la mayor parte de la vida de las personas que viven hoy en día. Diariamente hay despidos y cierres de negocios, el alza de los precios en los servicios básicos y los alimentos, la amenaza de la violencia y los informes de una economía tambaleante son escenas de la vida cotidiana. El estrés de la sociedad actual es diario.

El estrésAñádele el estrés que generan los austeros salarios, la presión de no cometer errores para conservar un puesto y la creciente necesidad de hacer más con menos, en especial para aquellos que tienen menos recursos, los largos viajes al trabajo, el bombardeo 24/7 de publicidad que a la larga solo nos genera frustración, todo esto lo resentimos en nuestro día a día, en nuestras vidas laborales y personales.

¿Por qué esto es tan importante? Bueno, porque se sabe que los altos niveles de estrés y en especial el estrés crónico mal tratado, se asocian con altas tasas de ansiedad y depresión. Por otra parte, los científicos descubrieron desde hace mucho tiempo que hay una gran relación entre el estrés y varios problemas de salud graves. De hecho, según el Instituto Americano de estrés (American Institute of Stress), hasta el 90% de todos los problemas de salud se relacionan con el estrés.

Muchos estudios han demostrado que el estrés sin atender aumenta el riesgo o exacerba los problemas de salud. Por ejemplo, un estudio realizado con más de 1700 hombres por la  Escuela de Salud Pública de Harvard (Harvard School of Public Healt) encontró que quienes se preocupaban por cosas tales como las condiciones sociales y las preocupaciones financieras tuvieron un riesgo significativamente mayor de adquirir una enfermedad cardíaca coronaria. Y se llegó a la conclusión de que el estrés emocional era un factor causante de muerte, de cáncer o enfermedades del corazón. Además, se mostró que la gente del estudio que fue incapaz de manejar efectivamente el estrés tenía un riesgo mayor al 40% de morir antes que quienes no padecen estrés.

La Asociación Americana del Corazón (The American Heart Association)  dice que la enfermedad cardíaca es el asesino número uno de los estadounidenses, el cáncer es la segunda y la tercera causa de muerte son las enfermedades cerebro-vasculares. Todas tienen relaciones a demasiado estrés. Lo que también sabemos es que a pesar de que la mayoría de nosotros no puede evitar el estrés, hay mejores maneras que otros para responder a él. Y hay muchas maneras en que nuestro propio (a menudo controlable) comportamiento puede afectar nuestro grado de vulnerabilidad a los estragos del estrés. ¿Te has preguntado qué tan vulnerable eres al estrés? Los malos hábitos como el tabaquismo, el exceso de alcohol o cafeína, la falta de ejercicio, la mala nutrición y los hábitos alimentarios, la escasez de apoyos sociales e incluso el déficit de sueño puede aumentar este factor.

Mientras menos sepas como manejar estas conductas en tu vida, son más previsibles tus respuestas negativas al estrés que te generan los acontecimientos externos, tales como los que ocurren en el ambiente actual. Es decir: las conductas poco saludables nos generarán mayor vulnerabilidad al estrés.

Tips:

Afortunadamente muchos de estos comportamientos están bajo tu control. Observa esos ámbitos de tu vida que aumentan tu vulnerabilidad al estrés y concentrarte en mejorar uno de ellos dentro de la próxima semana. Puedes escoger cualquiera que creas que va a ser el más fácil de cambiar o del que podrías sacar más provecho. Haz un seguimiento de tu progreso en un calendario o gráfica y colócala en un sitio que puedas ver todos los días, como en la puerta de tu armario o la pared de un pasillo.

Lucha por un cambio progresivo. Por ejemplo, si rara vez tienes una verdadera comida balanceada al día, comprométete a comer sano dos veces durante la primera semana, la siguiente semana tres veces y así sucesivamente. Puedes disminuir tu vulnerabilidad al estrés conscientemente. Emprende pequeñas acciones que te protejan ahora y que protegerá tu salud y rendimiento a futuro de los efectos del alto estrés en que estamos viviendo hoy en día. Tu y quienes te rodean estarán contentos de hacerlo.