La lectura es una de las vías de acceso al conocimiento pero además es una actividad que se encuentra implicada en la mayoría de actividades de nuestra vida cotidiana. La lectura implica la participación activa de la mente y contribuye al desarrollo de la imaginación, la creatividad, enriquece el vocabulario como la expresión oral y escrita.
Por lo general, cuando nos decidimos a iniciar el camino de la superación persona, comenzamos informándonos en internet. Pero no solo las páginas de auto-ayuda, los foros o los blogs lograrán ayudarte en tu cometido. La literatura es y siempre será un gran aliado también. Desde el punto de vista psicológico ayuda a comprender mejor el mundo como a nosotros mismos, facilita las relaciones interpersonales, su desarrollo afectivo, moral y espiritual y en consecuencia, la capacidad para construir un mundo más justo y más humano.
La lectura no solo proporciona información, sino que nos educa y ayuda creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo y concentración. Es bien sabido que la lectura nos ayuda a mejorar nuestro vocabulario, pero también nos ayuda mejorar nuestra personalidad. La relación entre la lectura y el desarrollo personal puede analizarse a través de los siguientes beneficios:
Facilita las decisiones. A menudo sucede que mientras estamos inmersos en la lectura solemos encontrar solución a algún problema o a alguna decisión importante. Esto sucede debido a que cuando leemos, nuestra mente se tranquiliza, permitiéndonos ver las situaciones desde un punto de vista más objetivo.
Tranquiliza. Sin importar el género del libro que estés leyendo, desde ciencia ficción hasta un libro de memorias históricas, la lectura ayuda a calmar los nervios y a olvidarte de tus problemas personales momentáneamente. A veces cuando nos sentimos solos o estamos mal y queremos distraernos, no hay mejor acompañante que un buen libro con el que puedes olvidarte por un rato de todo y disfrutar de una buena lectura la cual te puede ayudar a ordenar tus ideas y reflexionar de una manera tranquila y relajante.
Favorece el desarrollo profesional. La lectura nos permite aprender cualquier materia desde física cuántica hasta matemática financiera. No hay especialidad profesional en la que no se requiera de una práctica lectora que actualice constantemente los conocimientos para hacernos más competentes día a día.
Inspira. ¿Alguna vez has estado leyendo un libro en el que alguno de los personajes realiza una gran hazaña y tú desearías poder hacer lo mismo? Todos esos sentimientos de pasión, amor, amabilidad y demás sentimientos positivos con los que los autores impregnan las páginas de sus libros tienden a tener efecto en tu sub consciente. Pero recuerda, solo los pensamientos positivos tienen valor.
Te mantiene sano. La lectura mantiene el cerebro activo y previene la degeneración cognitiva, convirtiéndose en una gran aliada para evitar enfermedades como el Alzheimer o la demencia senil, por ello se ha demostrado que las personas que leen tienen más neuronas y materia gris en sus cerebros que las personas que no leen.
Favorece tu desarrollo. Sí, la lectura por sí mismo fomenta el desarrollo personal. Así como un autor desarrolla sus habilidades a través de la escritura, tu también puedes hacerlo mientras lees y te empapas de nuevos conocimientos e ideas. Luego de leer un buen libro podrías tener la inspiración o la idea de algo en lo que podrás utilizar tus habilidades y desarrollar aún más las mismas.
Amplia tu bagaje cultural. La lectura aumenta el bagaje cultural; proporciona información, conocimientos. Cuando se lee se aprende. Además, es una herramienta extraordinaria de trabajo intelectual ya que pone en acción las funciones mentales agilizando la inteligencia. Por eso tiene relación con el rendimiento escolar y laboral.
Maximiza tu confianza. Así como la lectura te ayuda a aprender nuevas cosas, tanto del mundo como de ti mismo, también te ayudará a ser más seguro. Al ser una persona más culta, con un mayor entendimiento de las cosas, experimentarás la seguridad que el conocimiento generará.
Recuerda que la lectura es un vínculo entre tu yo interior y el mundo a tu alrededor. Al leer vamos descubriendo diferentes formas de expresarnos, como por ejemplo un poema o una canción, donde damos a conocer nuestros ideales y puntos de vista de una forma más comprensiva para los demás, nos ayuda a aprender a decir las cosas con nuevas palabras.
El miedo. El temor a lo desconocido, lo que podría suceder en el futuro o en algún día o no, sin embargo, millones de personas aplazan lo que puedes y debes hacer hoy, con la esperanza de que la tarea será hecha o la situación a la que teme solo va a desaparecer por sí misma o alguna oportunidad todavía estará allí en el futuro, cuando esté listo.
No todas las personas reaccionan de la misma manera ante las situaciones estresantes, y esto en parte responde a la parte final de tu pregunta; una situación de estrés debe ser considerada como tal por la persona. Podemos en nuestra vida cotidiana practicar una mirada más práctica y relajada frente a los problemas que se van presentando, intentando lidiar con ellos uno a uno, situando nuestra atención más en el presente (se ha probado que algo tan simple con enfocar por unos minutos la atención en la respiración tiene marcados efectos en la reducción del estrés) que en las fantasías sobre lo «terrible» que será el futuro frente a la situación estresante en cuestión, hábito muy común que no hace más que agravar los problemas y nos expone a todos los síntomas y dificultades antes descritas.