Lidiar con las críticas no constructivas

En ocasiones las críticas pueden venir en forma de consejos útiles que pueden ayudarnos a mejorar la forma en que hacemos algo. Sin embargo, cuando las críticas se dan de una manera inadecuada, por lo general son motivo de malos entendidos entre la personas que critica y la que recibe la crítica, en los que suele haber intenciones ocultas tras los comentario. Mucha gente practica este comportamiento, que se ha hecho popular, criticando a sus vecinos, a los miembros de su familia, a los servidores públicos, a la comunidad, al país, a la Iglesia. Es alarmante también observar cuan a menudo los hijos critican a sus padres y los padres critican a sus hijos.

Para hacer frente a una crítica dura, necesitas entender el mensaje crítico, así como analizar su significado y las razones detrás del mismo.

¿Por qué la gente critica a los demás?

Lo que a menudo sucede es que, aunque somos perfectamente conscientes de los comentarios de los demás que nos molestan, no lo tenemos tan claro cuando esos comentarios los hacemos nosotros. «Al fin y al cabo», pensamos, «no es lo mismo un comentario que una crítica, tan solo estoy haciendo una observación.» El problema es que hacer observaciones de lo que hacen los demás, de cómo lo hacen, de su aspecto físico, su personalidad, o cualquier otra cosa de ellos, tiene un efecto parecido a la crítica. Comentarios que parecen simples observaciones neutras pero que quedan como frases inacabadas, pueden ser interpretados fácilmente como críticas o al menos transmitir cierto aire de rechazo o incomodar a la otra persona.

Existen dos formas de responder ante una crítica: la defensiva y la constructiva. Son muchas las personas que responden de una manera defensiva porque se sienten atacadas. Dado que es una respuesta muy típica, es también la que más has visto desde tu infancia en los demás y, por tanto, la que más probabilidades has tenido de aprender. Pero nunca es tarde para empezar a aprender otros modos distintos de responder.

aun la crítica más destructiva puede tener un efecto mínimo en una persona y una crítica constructiva, dicha en el lugar y momento adecuado, con la mejor intención y con las palabras elegidas cuidadosamente, pueden lastimar profundamente a una persona.

 

Porque independientemente de la crítica y de quien la hace, la diferencia está en quien la recibe.

En la importancia e interpretación que le damos, tanto a las palabras y gestos que recibimos, como a la persona que la hace.

Todas conocemos personas especialmente criticonas o chismosas, pero conviene distinguir entre esa crítica destructiva y el cotilleo o chismorreo. Porque cotillear, en contra de lo que se piensa, no es malo; interesarte por la vida ajena no siempre significa que juzgues a otras personas, que es el peligro que tiene una persona chismosa. No hay nada malo en querer saber cómo viven los demás porque es el resto de la gente lo que nos enriquece como personas.

Ninguna  crítica tiene el poder de ofendernos, somos nosotros quienes le otorgamos ese poder. Por ejemplo, nos dolerá más una crítica negativa de una persona cercana a nosotros o de alguien a quien respetamos que la opinión de alguien totalmente ajeno. También nos dolerá más una crítica dirigida a un área donde pensamos que somos especialistas que en una esfera de la cual somos completos desconocedores. Una crítica nos hará sentir más o menos mal en dependencia de lo significativa que nos resulte.

Hay que tener en cuenta también el enorme daño que puede tener una conducta crítica para ambas partes. La persona que es objeto de una crítica cruel puede pasar a tener problemas en sus relaciones sociales y en su trabajo si esa crítica se cuela en la mente de sus allegados. Pero criticar también es malo para la persona que lo practica, pues es considerada como una persona no sólo indiscreta, sino también peligrosa, y sus amigos y compañeros tenderán a evitarla sabiendo que la próxima vez pueden ser ellos el centro de sus críticas.

Puede ser difícil hacer frente a las críticas, especialmente si dañan tu autoestima. Una manera de poner las críticas en perspectiva es preguntarse si estás haciendo lo mejor que puede con lo que conoces y con lo que eres capaz de hacer. Si es así, entonces evita tomar las críticas a modo personal.

¿En qué consiste la transformación personal?

Los cambios en la vida tienden a ser algo bueno y a menudo descubrimos nuevas maneras de sentirnos satisfechos sin importar las circunstancias. La gente quiere que su vida sea feliz y satisfactoria pero sin tener que modificar las  estructuras internas y externas donde se encuentra. Es decir, quieren ser felices tal cual son, con la misma vida y la misma manera de relacionarse con las cosas. El problema es que si yo no soy feliz no es necesariamente por una profunda razón existencial, sino simplemente porque las cosas que hago y la forma como las hago no satisfacen mis necesidades emocionales, psicológicas, sexuales, espirituales, físicas, etc. ¿En qué consiste la transformación personal?La identidad de  una persona puede ser explicada debido a la evolución y la adaptación cultural, pero todo está controlado por el inconsciente. Por ti mismo. De modo que si deseas que te espere un mañana en el que te sientas satisfecho lo que debes empezar a hacer es: cambiar Visualiza lo que deseas.  La visualización, aunque pudiera ser un término de moda, es en realidad una actividad cotidiana que todos hacemos, en mayor o menor medida, de manera casi siempre inconsciente y sin dirección. Visualizar el cambio es imaginarse donde estaremos dentro de tres, seis meses, un año. Es una manera de anticiparse a los acontecimientos y de preparar el futuro. Es muy importante que en tu práctica de visualización logres la disciplina de la concentración. La meditación regular nos enseña a mantener la atención en un objeto o suceso, como la respiración o una parte del cuerpo, como en la tradición Vipassana; o en cantos y mantras diseñados para concentrarse, como en la tradición Tibetana. Normalmente se pide en la meditación que observes y dejes pasar todos tus pensamientos. En la visualización enfocada en algún resultado específico –cambios de conducta, logro de objetivos, alcance de tus metas – el punto a concentrarse es precisamente ese: La imagen que quieres lograr, sin dejar que otros pensamientos te distraigan. Ábrete a la retroalimentación. La retroalimentación establece la conexión entre los que pensamos y lo que hacemos, entre nuestras impresiones  y la forma en que otros perciben nuestras acciones. A falta de retroalimentación, en ningún momento es posible tener la certeza de cómo afecta nuestro comportamiento a los demás. De ser así, tenemos que indagar por cuenta propia qué piensan y sienten los demás. Yo se que la retroalimentación, muchas veces, no surge de una verdad, sino de una interpretación que el otro hace de la realidad que observa en función de sus propias experiencias e interpretaciones, pero aún así son de gran ayuda para nosotros, porque muchas veces no es solo importante lo que yo intento hacer, sino lo que los demás perciben que trato de hacer. Instrúyete. Elabora un mapa a grandes rasgos de lo que se puede saber y entender y, además, de aprender cómo se podría averiguar más sobre ciertas regiones en particular. La formación es, por lo tanto, un aprendizaje doble: se aprende del mundo y se aprende cómo aprender. No hay nadie que conozca con precisión más que una pequeña sección del mundo. Pero eso no requiere la idea de la formación. La persona culta es aquélla que se puede imaginar qué es la precisión y que ésta significa   algo muy diferente en diversas regiones del conocimiento. Registra tu progreso.  Si bien es importante soñar y saber que se quiere de la vida, hay que saber ser realistas y saber que todo objetivo lleva un proceso. Para ello necesitarás hacer una  línea de tiempo específico, ya que es necesario determinar las acciones específicas que puedes tomar para alcanzar cada objetivo específico. El  primer logro importante en el camino hacia esa meta será  completar la investigación. Luego hay que fijar un tiempo para completar su esquema básico. A continuación, un tiempo para completar cada capítulo. A continuación, un tiempo para la edición. Puedes dividir  cada paso importante en pasos pequeños que se deben hacer todos los días a fin de completar todos los “capítulos”  para  su fecha límite. Una vez que seas consciente de lo que debes hacer cada día para lograr tu gran objetivo, pregúntate si la tarea de cada día es razonable y puede realizarse en el tiempo que especificaste previamente. Recuerda que mantener una actitud positiva es uno de los caminos más poderosos que nosotros podemos tener, pues no son nuestras circunstancias las que nos hacen miserables –es nuestra actitud frente a ellas.

Como subir el ánimo

El estado de ánimo  influye en nuestro pensamiento, nuestras percepciones de la vida y en nuestras funciones diarias en general. Por eso es importante mantener siempre una actitud positiva frente a la vida. La vida a menudo se pone difícil, solitaria, llena de obstáculos y pareciera sumergirnos en un pozo triste. Necesitamos algo que nos suba el ánimo, y rápido. Pero no podemos confiarnos en el destino o en las personas solamente: la respuesta y la ayuda, por lo general, no llegará de la mano de alguien mágico, sino que debemos ir a buscarlas nosotros mismos.

Como subir el ánimoEntre el yoga, la meditación, el ejercicio, la lectura, hasta un buen baño aromático, hoy en día se cuentan una gran diversidad de métodos para mejorar el estado de ánimo y para incrementar el buen sentir. Pero los expertos indican que para esto se necesita tener una actitud de cambio, sin una actitud predispuesta al cambio o al debate posterior, los efectos de una película, por ejemplo, pueden ser menores. Los expertos advierten que si bien es cierto que se pueden aconsejar ciertos títulos, no todos los libros, películas o música sirven de igual manera para todas las personas. En el caso de la música hay piezas que pueden producir efectos relajantes y otras invitan al frenesí rítmico. En el caso de la musicoterapia se trabaja a partir de un historial musical personal. En este sentido, no existen recetas musicales generales, puesto que cada persona, dependiendo de sus propias vivencias y su entorno, desarrolla cierta sensibilidad hacia diferente música y canciones.

Muchas veces la mejor opción es simplemente aceptar nuestras emociones en lugar de luchar contra ellas. Lo que sí continúa estando en nuestro control qué es lo que hacemos con eso. Intentemos lidiar con ellas de la mejor manera posible. Si no nos podemos quitar la sensación de enojo, vamos a intentar estar solos, calmarnos a mostros mismos, darnos una ducha, mirar una película, leer. Quizás la emoción siga estorbando por un rato, pero poco a poco va ir perdiendo fuerza si no la alimentamos y nos enfocamos en otras actividades.

En lugar de atacar lo negativo, vamos a intentar generar algo positivo. Busquemos actividades que despierten nuestro interés, busquemos diversión, alegría, satisfacción. Mientras más actividades o pensamientos positivos generamos, menos fuerza esas emociones negativas van teniendo.

El alimento es parte fundamental de la correcta producción de esta sustancia; una deficiente alimentación puede impedir que nos sintamos llenos de energía y animados. Has de saber que el triptófano es la sustancia responsable de los estados de felicidad y buen ánimo. Cuando esta circula en bajos contenidos por la sangre, entonces podemos llegar a sentirnos deprimidos, muy tensos, ansiosos, decaídos, etc. Nuestras neuronas necesitan triptófano para fabricar serotonina. Los hidratos de carbono facilitan la entrada de triptófano en nuestro cerebro. Por eso, no es casualidad que a media tarde sientas deseos de comer pan o galletas. Tu cuerpo pide serotonina. Lo perfecto es ingerir algún alimento rico en triptófano con algún hidrato, tipo cereales integrales.

La dopamina es otra de las sustancias que necesitan nuestras   mejorar el ánimo. Se trata de un neurotransmisor ligado al movimiento físico, pero también actúa a nivel psíquico. Mejora el ánimo, el impulso sexual y la capacidad de recordar. La clave para subir los niveles de dopamina en nuestro organismo es la fenilalanina. Se trata de un aminoácido, cuya función es sintetizar la dopamina.

Algunos alimentos ricos en triptófano son: el  pavo, pollo, leche, queso, pescado, huevos, tofu, soya, semillas de ajonjolí, mantequilla de maní y nueces. Estos alimentos al ser ricos en proteína, también son fuente de otros aminoácidos (AA’s), los cuales compiten con el triptófano para ingresar al cerebro. Algunas frutas que ricas en triptófano son el plátano, piña y aguacate.

 

Las causas del estrés en el cuerpo y la mente

Las causas del estrés en la vida de las personas pueden ser sutiles pero sus efectos pueden ser debilitantes. Cuando se sufre de estrés, éste puede hacer mella en nuestros cuerpos no sólo físicamente sino también en nuestras mente. La mayoría de las personas, busca solo los síntomas específicos – mayor irritabilidad, ansiedad e insomnio – pero estos no son solo los únicos efectos del estrés.

El estrés puede ser una enfermedad mortal si no trata a tiempo o se permite que persista en tu mente y cuerpo. Si realmente quieres combatir el estrés, lo que necesitas es saber las formas en que te afecta, mental, física y emocionalmente.

Los síntomas más comunes del estrés son los sentimientos que puedes experimentar cuando no se puede hacer frente a la vida o si sientes que no tienes tiempo para ti mismo o experimentar dolor en la espalda baja. Cuanto más estresado estés, más graves son los síntomas puedes llegar a experimentar.

Debido a la facilidad con que las personas pueden llegar a estresarse, es vital que se evalúe la situación y entendamos cuando es necesario dar un paso atrás y hacer un balance de la situación – este es el mejor consejo que se puede le puede dar a alguien para reducir el estrés. En pocas palabras, el primer paso es reconocer que algo “no está bien” y sinceramente, es el primer paso que debes tomar para reducir con éxito el estrés en la mente y cuerpo.

La mayoría de las personas están más pendientes del estado del tiempo o del saldo de su cuenta corriente que de la tensión de su propio cuerpo. Pero no olviden que saber qué es el estrés, reconocerlo y, sobre todo, averiguar qué lo está desencadenando y cómo está afectando a nuestro organismo, es el primer paso en su manejo y control.  Las causas del estrés en la mente, pueden comenzar incluso desde algo tan simple como un dolor de cabeza. Este podría ser el comienzo de un período de estrés en tu vida, por lo que necesitas saber que puedes tener serios problemas e implicaciones en el futuro. Es necesario ser capaz de notar los síntomas de estrés para apreciar la gravedad del mismo.

Ya que el estrés se acumula en tu mente, esto puede desencadenar la acumulación del mismo y la tensión que sientes puede dar lugar a una pérdida de tus energías al trabajar. So el estrés comienza a aumentar, entonces tendrá un efecto dominó en ti. Cuando la tensión se acumula en tu cuerpo, lo que sigue es que tu cuerpo comienza a funcionar de manera distinta. Si sufres de tics nerviosos o contracciones musculares, entonces definitivamente estás sufriendo los efectos del estrés.

Algunas de las señales de estrés que envía nuestro incluso, las cuales  incluso pasan  desapercibidas,  son:

–          Dificultad respiratoria.

–          Músculos tensos, agarrotados y contracciones.

–          Nauseas y vómitos.

–          Dolores de cabeza, cuello o espalda.

–          Sudoración excesiva.

–          Frio o calor intensos en el cuerpo o en las extremidades.

–          Entumecimiento en las manos o pies.

–          Presión sanguínea alta.

–          Caída del cabello y caspa.

–          Flacidez cutánea.

–          Arrugas, sequedad y picores.

–          Urticaria.

–          Problemas  de sueño.

–          Fatiga

–          Hipertensión

–          Pérdida o ganancia de peso.

–          Comportamientos nerviosos (morderse las uñas, rechinar los dientes)

Las señales más frecuentes de estrés son ansiedad, irritabilidad, miedo, excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, preocupación por el futuro, pensamientos repetitivos, excesivo temor al fracaso, tartamudez u otras dificultades del habla, llantos, reacciones impulsivas, risa nerviosa, trato brusco a los demás, rechinar los dientes o apretar las mandíbulas, aumento o disminución del apetito, entre otras.

Una forma  de abordar el estrés es conversar con nuestra familia y amigos. El hecho de compartir nuestras preocupaciones es una forma de tener una nueva perspectiva de las cosas. Si estás sufriendo de estrés laboral hablar con jefe o supervisor puede ser una forma de afrontarlo. A partir de entonces deberá adoptar ciertas medidas para intentar resolver este problema. Para tratar el estrés  los profesionales en el tema utilizan medicamentos tranquilizantes o ansiolíticos y recomiendan la meditación y los ejercicios de respiración, reducir el número de actividades cotidianas, priorizar ciertas cosas importantes y dejar el resto para otro momento, evitar reacciones extremas, practicar algún deporte o realizar alguna actividad que le motive, adoptar una actitud positiva. Correr, caminar, nadar, andar en bicicleta, tomar clases de yoga, pilates, gimnasia o boxeo: todo es anti-estrés. Prácticamente, cualquier actividad de movimiento que nos guste y que nos cause placer ayuda a combatir el estrés.

Los pensamientos negativos se pueden combatir

Todos  hablamos de pensamientos negativos y no sabemos con certeza que son, o en qué consisten.  No es solo pensar mal de uno mismo, ni de la gente, o pensar que no nos queremos, pensar en cosas negativas o feas o malas, sino que realmente son proceso de pensamientos disfuncionales, inadecuados, falsos, inocuos, incorrectos por la lógica y para el beneficio de nuestra mente, cuerpo y salud, por eso se les llama distorsiones y forman parte de nuestra vida.  Una cara amarga no es cuestión de azar, sino de pensamientos amargos.  Cuando esto sucede, entonces se presentan las “enfermedades psicosomáticas”.

Los pensamientos negativos se pueden combatirTodos nos preocupamos en algún momento de nuestra vida. Pero cuando lo único que pensamos es en la siguiente cosa mala que nos va a suceder, estamos hechos un manojo de nervios, nos sentimos cansados tanto física como emocionalmente además de estar muy irritables

. No estoy hablando sobre tener dudas, temores, o un fuerte auto criticismo de vez en cuando, estoy hablando del hábito de pensar negativamente – de ver las cosas siempre empeorando si ellas van a cambiar; siempre sintiendo lo peor de ti mismo.

Tener pensamientos negativos constantemente sólo produce resultados negativos. Sin embargo, hay unas cuantas formas de romper estos lazos de constante preocupación y ansiedad que generan los pensamientos negativos.

 No puede saberse lo que sucederá.  La base de la ansiedad es querer saber lo que va a pasar.  Pues cuando estas ansioso no es por lo que te está pasando en el momento si no por lo que se supone que te va a pasar. Es decir, la ansiedad está conectada con el futuro. Tu mente, tus pensamientos no están en tu aquí y ahora si no que están fantaseando acerca de lo que te va a pasar. Nadie se pone nervioso por lo que le está pasando en el momento. La verdad es que al hacer esto lo único que conseguimos es tornar la situación mucho peor, haciendo que no disfrutemos de los buenos momentos de la vida, por temor a los malos.

Tienes que cambiar tu manera de pensar. En lugar de preocuparte por lo que podría ocurrir, pregúntate qué tan probable es que algo bueno suceda. La probabilidad de que te ocurra algo malo es igual de grande a la probabilidad de que te ocurra algo bueno. Mientras más positiva sea tu actitud, mayor será la atracción de las cosas buenas hacia ti y viceversa.

Dale tiempo a las preocupaciones: No hay manera de desterrar por completo las preocupaciones de tu vida sin embargo, en su momento, podemos manejarlas. Destina una hora al día para que sea tu “tiempo para preocupaciones”. Este será el momento en que reflexionarás y pensarás en las cosas que te preocupan. El resto del día evite pensar en estas cosas. Intenta tomarte este tiempo pero que no sea antes de irte a dormir, para que estas preocupaciones no interfieran en tu sueño. Si durante el día tienes un pensamiento preocuparte de repente, déjalo para después y no gastes más tiempo en él. Preocuparte sólo durante la hora que has destinado para pensar en tus preocupaciones te dará un mayor control sobre tu vida.

Aprende a sobrellevar las distorisiones. Si sufres de constantes preocupaciones y ansiedad, tu actitud probablemente es muy pesimista. Pudieras sentir que no sabes cómo manejar tu vida si algo malo te sucediera. Es probable que todo el tiempo te ubiques en los escenarios más pesimistas y pienses que eres un imán para la tragedia. Estos pensamientos irracionales y negativos se llaman distorsiones cognitivas.

A pesar de que estos pensamientos no se basan en la realidad, son muy difíciles de sobrellevar. Se convierten en pensamientos automáticos y debe entrenar su cerebro con el fin de abatirlos. En lugar de pensar en ellos como un hecho, véalos como teorías de algo que podría ocurrir.

Aprende a relajarte.  Puedes intentarlo con la respiración profunda y meditación. Tómate un tiempo para ti, por muy difícil que sea. Recuerda que debes evocar un pensamiento positivo cada vez que uno negativo se genere en tu mente. Las técnicas de relajación pueden ser muy útiles cuando nos sentimos ansiosos. La dificultad para respirar, el dolor de pecho o estómago, pueden ser síntomas físicos de ansiedad. Puedes aprender técnicas de respiración o inscribirte en clases de yoga para combatir el estrés y la ansiedad. Los masajes y otros tratamientos de spa, pueden ayudarnos a relajarnos y hacer a un lado las tensiones.

Sé que no es fácil cambiar nuestra forma de pensar, pero definitivamente se puede lidiar con los pensamientos negativos. Después de un tiempo, podrás ver muchas más puertas abiertas y estarás ansioso por abrirlas. Recuerda que mereces tener una vida feliz, libre de pesimismo.