Los estados de ánimo juegan un papel importante en nuestras vidas. Gobiernan nuestros sentimientos y acciones, y si no se manejan bien, pueden crear caos y confusión en nuestras mentes, conduciéndonos a la depresión y otras enfermedades mentales. ¿Te parece que algo tan simple como el clima o los titulares matuninos alteran tu humor?
Los estados de ánimo son estados psicológicos básicos que pueden ocurrir como una reacción a un evento, o salir a la superficie sin razón externa aparente. Un estado de ánimo es un estado interno, subjetivo. También es un estado emocional relativamente duradero. Los estados de ánimo difieren de las emociones porque ellos son menos específicos, menos intensos y no tan propensos a desencadenarse por un estímulo en particular.
La emoción, es una distinción que hacemos en el lenguaje para referirnos al cambio en nuestro espacio de posibilidades a raíz de determinados acontecimientos. Podemos identificar los acontecimientos que producen las emociones.
Éstas son específicas y reactivas y los acontecimientos las preceden. Al referirnos a las emociones, a menudo, estamos observando la forma en que la acción (o determinados eventos) modifican nuestro horizonte de posibilidades.
La gente habla de estar de mal o buen humor y eso a menudo persiste por varios días, no por horas, como en el caso de un sentimiento o una emoción. Los estados de ánimo también difieren del temperamento y de los rasgos de la personalidad perdurables.
Los estados de ánimo pueden manejar cómo los individuos interpretan o traducen el mundo alrededor de ellos, y pueden dirigir también el comportamiento. En un estudio realizado por Niedenthal y Setterhund (1994), la investigación mostró que los individuos perciben cosas que son congruentes con sus estados de ánimo. Tanto el pesimista como el optimista se revelarán como tales al manifestar lo que han interpretado a través de la lente de su humor, es decir, de su perspectiva particular.
De acuerdo con el psicólogo Robert Thayer, un estado de ánimo es un producto de dos dimensiones: energía y tensión. Una persona puede estar con energía o cansada y estar, al mismo tiempo, tensa o calma. Según Thayer, las personas se sienten mejor cuando están en un estado de calma y energía, y peor cuando están en un estado de tensión y cansancio. La baja energía, combinada con la tensión (lo que experimentamos como mal humor), puede ser contraatacada con una caminata. Thayer sugiere que caminar es un método para realzar la felicidad.
Las investigaciones han mostrado que, de manera opuesta al estereotipo del artista sufriente, la creatividad en realidad aumenta más con estados de ánimo positivos y pensamientos agradables.
La gente ha usado frecuentemente la comida para regular los estados de ánimo. Por ejemplo, el chocolate; sí, ¡esa barra dorada de pura felicidad! Los beneficios del chocolate negro vienen del resveratrol, un antioxidante que refuerza el sistema inmunológico y los niveles de endorfina en el cerebro, así como también los de serotonina, un químico que altera los estados de ánimo y sobre el que muchos antidepresivos actúan. No obstante, la dosis recomendada es sólo una onza por día, así que recuerde no excederse. El vino también ha sido usado durante mucho tiempo para crear estados de ánimo románticos.