Cuando le damos a nuestro cuerpo y mente el tiempo suficiente para recuperarse de intensos periodos de esfuerzo, funcionamos mejor. Si tratamos de trabajar intensamente durante periodos prolongados nuestra mente y cuerpo simplemente dejar de funcionar de manera optima.
A la sucesión cotidiana de los días y las noches (o ritmo nictemeral) corresponden los ritmos biológicos y los de la actividad de todos los organismos, sin excluir al hombre. Hoy en día se les llama ritmos circadianos porque su periodo puede ser un poco superior o algo inferior a las 24 horas.
Los trastornos del ritmo circadiano del sueño, también llamados trastornos del ritmo sueño-vigilia, se caracterizan por una incapacidad para dormir debida al desajuste entre el marcapasos cerebral que controla el ritmo circadiano del sueño de la persona y el horario de sueño-vigilia deseado o necesario, normal en el medio en que se desenvuelve la persona. Pueden manifestarse con insomnio o con hipersomnia y se asocian con frecuencia a síntomas disfóricos inespecíficos, como malestar y falta de energía.
Flavio Filóstrato (170-345.d.C.) escribió varios manuales sobre la planificación y el entrenamiento de los antiguos Juegos Olimpicos, de los cuales han sobrevivido el Manual para el entrenador de atletismo y Gymnasticus, que enseñan cómo se debe entrenar para las competiciones incluyendo la importancia de la recuperación. Sus teorías fueron resucitadas en la década de los sesentas por el equipo olímpico ruso dando como resultado un nivel de éxito sin precedentes en los Juegos Olímpicos de ese año.
Esta teoría se limita a establecer que cada periodo de intensa actividad debe seguir de un periodo de descanso, esto permite que la mente y el cuerpo se repongan y recuperen.
La falta de descanso puede afectar negativamente tu rendimiento, causando:
• Deterioro del Sistema inmunológico
• Ansiedad
• Negatividad
• Perdida de ánimos
• Estancamiento mental y emocional
• Acumulamiento de toxinas
• Agotamiento
Cuando se desea incrementar la masa muscular, levantamos pesas, sometiendo los músculos a tensión para luego darles el tiempo suficiente para recuperarse. Es durante la recuperación que los músculos se vuelven más fuertes y se reconstruyen. Si seguimos poniendo los músculos bajo tensión y no les damos el tiempo suficiente para que se recuperen, vamos a dejar de ver un buen desempeño.
Lo mismo se aplica en nuestro rendimiento mental y en nuestra capacidad creativa todos los días. Si trabajas bajo altos niveles de rendimiento durante periodos prolongados, sin darte el suficiente tiempo para recuperarte, verás como eventualmente tu rendimiento se irá a pique.
Debes darte un tiempo diario para el descanso, así como un tiempo para recuperarte a la semana, al mes o al año. Para ello, puedes comenzar con las siguientes sugerencias:
Come seis comidas pequeñas al día
Haz ejercicio durante 30 minutos al día
Elije alimentos bajos en grasas saludables
Bebe 2 litros de agua al día
Camina por las escaleras en el trabajo en lugar de usar el elevador
Estas acciones, junto con una buena sesión de descanso deben efectuarse todos los días y proponerte que tu cabeza no toque la almohada hasta que no las hayas efectuado. Las acciones que se llevarán todos los días. Se les encerró en mi agenda todos los días. Mi cabeza no golpee la almohada hasta que haya llevado a cabo estas acciones.