El ser humano es social por naturaleza, crece y madura al relacionarse con otras personas. Los amigos aportan preferentemente nuevos aires, diversidad, entretenimiento, la posibilidad de desarrollar aficiones y de comunicarnos en un ambiente de cordialidad y desenfado.
El primer paso para hacer nuevos conocidos y más tarde amigos, es tener una idea aproximada de lo que estás buscando. Ninguna persona puede satisfacer todas tus necesidades sociales. Las distintas amistades cumplen distintas funciones.
Ampliar el campo de nuestras amistades nos permite desarrollarnos con mayor facilidad y ampliar nuestros horizontes. Esta necesidad tiene que ver con la capacidad de estar abiertos, desarrollar confianza, ser extrovertidos – incluso para contar nuestras preocupaciones e intimidades- , en otras palabras, aquello que no se cuenta con facilidad.



Muchas veces permitimos entrar a nuestro círculo más íntimo a personas chismosas y envidiosas. Las personas toxicas son personas con personalidad autoritaria, orgullosa, mentalidad mediocre o negativa que constantemente evalúan qué dijiste, qué hiciste y por qué hiciste o dijiste algo (o por qué no lo hiciste o no lo dijiste). Se trata de personas tóxicas que potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones.