Buenos hábitos que se adquieren

Las siguientes tres medidas, son eficaces, sencillas y fáciles de aprender. Es más, las personas que han logrado realizar cambios afortunados en su vida – en los hábitos de alimentación y de ejercicio, en la práctica de su profesión, en las estrategias para afrontar problemas, etcétera – generalmente se han valido de cuando menos una de ellas. Si quieres darle un nuevo rumbo a tu vida, prueba a tomar las siguientes medidas.

Cambia tu mundo. La gran eficacia que esto suele  tener asombra a quienes nunca lo Como-ser-Feliz.jpghan probado. La eficacia de acondicionar el propio espacio para lograr el cambio interior que se persigue ha quedado bien probada en varios estudios. El psicólogo Israel Goldianmond enseñó esta técnica a un grupo de pacientes que tenían diversos problemas personales. Por ejemplo, a una joven a la que se le dificultaba estudiar  hizo grandes progresos instalando una lámpara más adecuada en su escritorio y alejando éste de su cama.

El cerebro se modifica constantemente, la plasticidad neuronal es la capacidad que posee de reformatearse a través de la experiencia y del conocimiento. Por ello, un hábito se perfecciona con la repetición, mientras que la motivación y entrenamiento ayudan a consolidarlo. Lo difícil viene cuando debes cambiar hábitos que no son muy saludables.

Para cambiar una conducta hay que alterar el patrón mental que la genera. Al principio uno puede dejar un hábito, pero lo extraña y vuelve a él. Para pensar y vivir mejor es necesario armonizan el sistema emocional.

Vigila tu comportamiento. Los estudios muestran que las personas organizadas se divierten mucho más que los demás. Cuentan con más tiempo libre, y muchísimo menos estrés y preocupación ya que saben que tienen el control de su vida por medio de la organización.

Estar desorganizado no es divertido y peor aún es un caos, un fracaso total y sufrimiento. No sabes lo que sucede a tu alrededor hasta que sucede. Te atrasas en tus cuentas y en la solución de tus pendientes y proyectos y no digamos lo difícil que se te hace cumplir con una meta que te propongas.

Sé que es un tema muy nuevo, que nadie nos había hablado de aprender a organizarnos, porque tal y como lo aprendimos de niños, nos hemos venido comportando. Si tuvimos la suerte de que en el hogar y los padres más o menos lograron el control de su vida, tú también irás pasando con 6 por tu vida. Y como nunca nos hablaron de que es algo que se puede aprender, nos parece inconcebible que nos digan que solamente haciendo algunos cambios de hábitos, adquiriendo hábitos nuevos que te ayuden a ser más organizado, lo puedes lograr.

Tener buenos hábitos constituye una manera de organizarse para lograr objetivos, hacer las cosas de manera ordenada y lógica, establecer maneras prácticas que faciliten la ejecución de los deberes, y aprender a trabajar de manera autónoma e inteligente, pues una forma habitual y ordenada de hacer las cosas permiten encauzar la energía.

Ninguna persona es un mal hábito, así que puede liberarse de los malos vicios, y sustituirlos por otros quehaceres más adecuados para su vida.

Resulta efectivo aprovechar los efectos dañinos del no buen hábito para automotivarse a dejarlo, y ponerse en realizaciones más acorde para su vida.

En definitiva que para formar nuevos hábitos, que puedan sustituir a otros no tan buenos, se consigue practicando la auto-disciplina, entrenándose para lograr las metas propuestas, teniendo siempre presente la recompensa a largo plazo y no sucumbiendo ante los premios inmediatos. Con esas realizaciones en el tiempo se habrá formado un buen hábito.

Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado pequeñas para sentirlas, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlas; pero si tenemos  que ser esclavos de los hábitos, que seamos  esclavos  de los buenos hábitos”.

Observa tus pensamientos, se convertirán en tus palabras. Observa tus palabras, se convertirán en tus acciones. Observa tus acciones, se convertirán en tus hábitos. Observa tus hábitos, se convertirán en tu carácter. Observa tu carácter, se convertirá en tu destino.

Es más fácil prevenir los malos hábitos que terminarlos.

Buena cara al mal tiempo

A  pesar de su presencia continuada en nuestras vidas, resulta muy difícil poder  realizar una definición precisa de un fenómeno tan  complejo como son las emociones. Algunos investigadores sostienen que el lenguaje facial es “para- lingüístico”, colaborando en la expresión verbal, dando énfasis a la conversación, y adquiriendo así un rol social.

Paul Ekman ha estudiado analíticamente la expresión facial, con descripciones objetivas, llegando a concluir que la información es proporcionada por las características estáticas de la cara, sus músculos, la estructura ósea, en forma común a todas las culturas del planeta.

Durante decenios, psicólogos  y psicoterapeutas han estado convencidos de que, por lo común,  los pacientes no pueden  modificar su conducta hasta que cambian sus sentimientos. Al someterse a un tratamiento, el paciente descubría primero “por qué” se sentía así ( o sea, que sucesos habían contribuido a que fuera, por ejemplo, tímido o agresivo, o temeroso de amar). Luego,  terapeuta y paciente trabajaban para cambiar esos sentimientos; estos una vez alterados, producían cambios en la conducta del paciente.

Con frecuencia, este tipo de terapia resulta esencial para tratar problemas psicológicos graves. Sin embargo, en quienes tienen problemas emocionales comunes, la conexión entre el cuerpo y las emociones pueden funcionar al revés: si nos comportamos en formas determinadas, podemos cambiar nuestros sentimientos.

El psicólogo Paul Ekman y dos de sus colegas de  la Facultad de medicina de la universidad de California en San Francisco, realizaron  un experimento con seis voluntarios, a los que pidieron hacer gestos faciales que reflejaran seis emociones específicas; sorpresa, disgusto, tristeza, enojo, miedo y felicidad. Fue sorprendente cuando los voluntarios  aparentaban miedo, sus cuerpos reaccionaban como si efectivamente estuvieran atemorizados: la frecuencia cardiaca aumentaba y la temperatura de la piel descendía. Lo mismo sucedió en diversos grados, cuando fingieron las otras cinco emociones. Por ejemplo, su aparentaban enojo, la frecuencia cardiaca y la temperatura de la piel se elevaban; al fingir disgusto, el pulso y la temperatura disminuían.

Muchos aplicamos este principio sin darnos cuenta. “Sonríe” le pedimos a un niño cuando llora y el niño sin quererlo, sonríe; entonces se reanima.

La emoción y la motivación están íntimamente ligadas ya que proporcionan a todas las actividades, por un lado dirección y por otro intensidad. La emoción proporciona energía, por otro lado, dirige a un objetivo, facilitando el acercamiento o alejamiento al objetivo de la conducta motivada por las características de la emoción.

La función motivacional de la emoción es congruente con lo dicho anteriormente: 1. Agrado / desagrado 2. Intensidad de la reacción afectiva. La relación entre motivación y emoción no se limita al hecho de que en toda conducta motivada hay un componente emocional, una reacción emocional, sino que puede surgir en sentido inverso una emoción puede dar lugar a una conducta motivada, dirigiéndola hacia un objetivo y con una intensidad determinada. Se puede decir en definitiva, que toda conducta motivada produce una reacción emocional y a su vez, una emoción facilita la aparición de unas conductas motivadas y otras no.

Entonces ¿Cómo mejorar los sentimientos? El hombre mejora a base de realizar buenas acciones. Repitiéndolas se adquieren las cualidades. Si se desea fomentar un sentimiento, basta repetirlo.

Constrúyete una actitud más positiva

En los problemas hay desventura u oportunidades… todo depende de como se mira. Y ese punto de vista depende de la actitud que tengas día a día. He aquí un par de tips que te ayudarán construir una actitud más positiva:

Aprovecha tu día al máximo. Para ello, acostumbra a levantarte temprano.No tienes que apresurarte para ir a trabajar, basta con salir de la cama cuando suene el reloj. También puedes empezar una tarea antes de terminar otra sin contratiempo, por ejemplo, puedes lavar la ropa mientras barres la casa e ir, hacer las compras del supermecado una o dos veces a la semana para organizar el menú de toda una semana o hacer el pago de los servicios de tu hogar en línea para no perder tiempo haciendo fila. Podrás conseguir tiempo libre al día y dedicarlo a la meditación y la oración.

Aprender a planificar tus días. Ten planes claros de lo que vas a hacer durante un día o en la próxima semana, está es una manera de mantener una actitud positiva. Por ejemplo, si vas a terminar un proyecto en esta semana, procura terminarlo dos días antes de la fecha límite. Al establecer este tipo de metas te concentrarás mejor, estarás más motivado y obtendrás mejores resultados llevando a cabo tus proyectos sin contratiempos. Al lograr alcanzar tus objetivos y terminar tus tareas y proyectos antes de que venza el plazo, te sentirá bien contigo mismo y estarás orgulloso de tu rendimiento.

Haz ejercicio regularmente. Además de que tu cuerpo estará en buena forma, el ejercicio te ayudará a combatir el estrés. El ejercicio ayuda a disminuir las hormonas del estrés (el cortisol) y aumenta de manera natural la producción de endorfinas, serotonina y adrenalina. Una vez que hacer al ejercicio parte de tu rutina, te ayudará mantener una actitud sana y positiva y un estado general de bienestar.

Dale una oportunidad a los libros de auto-ayuda. La lectura es estos libros desarrollará en tu una buena actitud que sirva de inspiración, enseñanza y te animen a mentalizarte a conseguir tus metas y cultivas éxitos en la vida. Hay muchos libros en el campo del desarrollo personal que te ayudarán a vivir una vida más positiva y satisfactoria. En lugar de estar sentado sin pensar en ti mismo frente al televisor durante horas y horas viendo comerciales, películas y reality shows, mantén ocupada tu mente con un buen libro… uno que te ayudará a convertirte en una persona más positiva y exitosa.

Incluye  afirmaciones positivas en tu vocabulario. Las afirmaciones son muy eficaces en la reprogramación de nuestro subconsciente para superar los aspectos negativos de nuestra vida. Nuestras creencias fundamentales se encuentran dentro de nuestro subconsciente y son lo que crea nuestra realidad. Estas creencias rigen nuestra forma de pensar, hablar y actuar. Si nuestras creencias son negativas, nuestra vida será una repleta de contratiempos y dificultades, si son positivos, entonces será uno de felicidad y éxito.

No permitas que te domine la negatividad. Solo tú podrás ayudarte a ser positivo. Ten en cuenta los consejos para que puedas alcanzar tus objetivos en la vida. A veces es difícil mantener una actitud mental positiva, especialmente en momentos de penuria y sufrimiento. Sin embargo, el pensamiento positivo es la piedra angular de todo éxito, logro y felicidad.

No te dejes contagiar por los humores ajenos. Una de las maneras de mantener una actitud positiva en el trabajo es escuchar buena música. Puedes simplemente ponerte los auriculares y escuchar música tranquila y relajante. Incluso puedes escuchar música de camino a la oficina por la mañana o por las mañanas mientras desayunas para comenzar el día cargado de energía.

Las personas de éxito saben que una actitud mental positiva es una herramienta indispensable. Tu también puedes ser tan positivo como desees si te concentras en lo bueno, buscar la lección a aprender, te enfocas en la solución y piensas en el futuro. Si piensas como las personas de éxito piensan utilizando tu mente para ejercer control de la situación, te mantendrás positivo y con buen espíritu la mayor parte del tiempo. Incluso recibirás la recompensa que viene con esa actitud mental positiva, como todas las personas de éxito lo han aprendido.

Tomar un interés real en la vida te da energía, ayuda a crear nuevas ideas en tu mente, y te brinda una manera diferente de pensar respecto a las cosas. Todo esto llega a tener un impacto positivo en tu vida, no sólo por los resultados inmediatos que obtienes, sino por el hecho de que estás cultivando una mejor mentalidad.

¿Qué sabes de la salud mental?

Es probable que muchos de nosotros nos esforzamos por mantener un cuerpo en forma haciendo ejercicio regularmente así como una ingesta correcta de alimentos que nos ayuden a mantenernos sanos, pues es bien sabido que estos dos factores son los principales a considerar cuando se desea cuidar de uno mismo pero, ¿también prestas atención a tu mente y salud mental?

¿qué sabes de la salud emocional?La mayoría de las personas dan por hecho que su mente está sana y piensan que ésta es capaz de cuidarse a sí misma, pero esto no es cierto. Así como con tu cuerpo, tienes que hacer el mismo esfuerzo para mantener una salud emocional.

¿Qué es exactamente esta la salud emocional?

Se trata simplemente de un estado de bienestar psicológico. Y tiene mucho que ver con lo que sientes, cómo te sientes, cómo actúas o cómo lidias con las cosas, es decir tu actitud general. La mente y el cuerpo están conectados de tal manera que un sentimiento de bienestar o enfermedad puede afectar a ambos. Por ejemplo, probablemente ya sabes cómo varias enfermedades se deben al mal estado de la mente y que estas a menudo son el resultado de la depresión, la ansiedad y el estrés.

• ¿Cuáles son las características de la salud emocional?

Para lograr una buena salud emocional debes tratar de alcanzar ciertas cualidades positivas. Empezando por la más importante, que es el entusiasmo por la vida, porque todo comienza en nuestra actitud. La construcción de relaciones gratificantes, la participación en actividades útiles, capacidad para hacer frente a situaciones adversas así como el equilibrio de todos los aspectos de la vida, la flexibilidad, la confianza, el deseo de divertirse y la alegría son otros rasgos que debes desarrollar.

• ¿Por qué es importante la resiliencia?
La resiliencia es un conjunto de atributos y habilidades para afrontar adecuadamente situaciones adversas, como factores estresantes y situaciones de dificultad e incertidumbre. Desarrollar la resiliencia supone incrementar la flexibilidad y la capacidad para adaptarse a los cambios; la resistencia y la capacidad de recuperación ante los obstáculos y contrariedades que el día a día nos plantea.

Incluso si eres emocionalmente saludable, tendrá que enfrentarte a decepciones o tener que pasar por malas experiencias, no nos equivoquemos al respecto. La única diferencia es que, con una salud emocional boyante serás capaz de hacer frente a cualquier negatividad y lo más importante… salir de ella. La salud emocional te dará la capacidad y la comprensión de cuándo mantenerte firme y cuándo ser flexible con el objetivo poder navegar con mal tiempo.

• ¿Cómo mejorar la  salud emocional?

Recuerda, la salud emocional se requiere para hacer frente a tus propios sentimientos. Es importante que tengas un cierto método y la disciplina en tu vida, lo que ayudará a mantenerte en un camino positivo.
Siempre alimenta tu mente inquieta, aprendiendo y probando cosas nuevas. La mente y el cuerpo humano tienen lazos profundos con la naturaleza, de vez en cuando trata de explorar estas relaciones por el senderismo o simplemente dar un paseo en una playa. Una buena salud mental influye directamente en el bienestar del ser humano, por eso es importante que las personas realicen ejercicios mentales, para ejercitar su cerebro y obtengan un equilibrio emocional y físico.

La belleza se ve mejor a través de los ojos de un artista, ve el trabajo de artistas e incluso podrías participar en una obra de arte o una actividad creativa que disfrutes. Ocasionalmente orar o simplemente estar agradecido por lo que tienes en la vida. También ayudar a los demás siempre que puedas, te ayudará a aumentar tu autoestima. Siempre encuentra tiempo para cualquier actividad recreativa de tu elección, por los sentimientos positivos que te traerá.

Con disciplina poco a poco se va formando un hábito en nosotros, veremos con alegría la facilidad que tenemos de ser puntuales en una cita, al llegar al trabajo, sin tener que correr o apresurarnos. La verdadera creatividad y productividad nacen de la serenidad y no de la ansiedad. Para cultivar la paz en tu interior debes gobernar tu mente y pensamientos.

Hay que recordar que eres cuerpo y alma, no puedes cuidar únicamente el organismo como si fuera una máquina de tú posesión, sino que es el propio yo, inseparable e indivisible con el alma, tan es así que la salud espiritual, sexual, emocional y psicológica, repercute en la salud física y viceversa.

Sé feliz, que la vida son 2 días

Hay rachas y épocas en nuestras vidas en las que sentimos que todo nuestro mundo se derrumba por momentos. Vemos que casi todo nos va mal, que lo que antes nos sonreía hoy nos da la espalda y que con todo en nuestra contra no seremos capaces de reponernos y de salir adelante.

Sé feliz, que la vida son 2 días

Pero basta ya de tantas lamentaciones. Es cierto que a veces las cosas no salen como nosotros las planeamos y como nosotros queremos. Pero no por ello tenemos que hundirnos y quedarnos mirando sin hacer nada como todo cambia y se estropea. Nada de eso. Tenemos que levantarnos, sonreír y comenzar a disfrutar. Porque la suerte no es para quien la encuentra sino para quien la busca, y la felicidad no llega a nosotros si nos quedamos sentados si hacer nada. Así que venga, levántate, sonríe, y sal a comerte el mundo.

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