La ira y sus repercusiones en la salud

La ira es una emoción fuerte que implica la alteración  del sistema nervioso y a su vez, una serie de efectos en todo el cuerpo.  La ira, a diferencia de otras emociones no es nada sutil.

Pero me pregunto si la ira ¿es una emoción incomprendida?  Muchas personas piensan que expresar ira es malo y que el manifestarla solo genera consecuencias negativas.  De hecho, los arrebatos repentinos de ira o enojo prolongado son malos para ti. Una emoción tan fuerte que se acompaña de la exaltación del sistema nervioso tiene repercusiones en el cuerpo. La ira de a poco se devora tu sistema  cardiovascular y hasta tus intestinos, así como el sistema nervioso, afectando a su paso la capacidad de pensar con claridad. Lo más alarmante es que la intensidad de la ira suele aumentar.

La ira y sus repercusiones en la salud No obstante, expresar la ira no es necesariamente la mejor manera de deshacernos de ella. La ira no se disipa automáticamente al ser liberada y rara vez experimentamos una catarsis. Las palabras altisonantes o las acciones violentas no hacen que la ira sea más fácil de manejar y son éstas las que a menudo aumentan la intensidad de la ira. La ira a menudo se alimenta de sí mismo. Además, dar pie a la agresión hacia los demás en un momento de ira solo crea un daño irreversible en nuestras relaciones interpersonales con los demás.

La gente suele tener problemas para manejar la ira y muchos otros sentimientos negativos. A menudo ésta es una de las pocas emociones cuya visualización se considera “aceptable”. Pero no por ello la gente responde bien cuando alguien manifiesta su enojo hacia ellos debido a que es una emoción negativa tan contundente que hace que la gente se sienta incómoda, casi como si de un tabú se tratara.  ¿A cuántos de nosotros no nos dijeron de niños : “ Si sigues haciendo rabietas te irás a tu habitación”?

Lo triste de todo esto, es que desde niños no se nos enseña a manejar la ira adecuadamente. Hay gente que ni siquiera puede reconocer que está enojada o suelen ocultarlo hasta que explotan y se manifiesta en forma de palabras o acciones hirientes.

Los estudios demuestran que la capacidad de identificar y etiquetar las emociones correctamente, así como hablar de éstas sin rodeos hasta el punto de sentirse comprendidos, hace que los sentimientos negativos se disipen. Y la alteración fisiológica que acompaña a esos sentimientos también disminuye dramáticamente.

La ira descontrolada tiene efectos emocionales y físicos a largo plazo en nuestro cuerpo:  

– Aumenta la secreción de adrenalina, presión alta e incrementa el ritmo cardiaco, aumentando el riesgo de derrames y ataques al corazón.

– La ira aumenta la producción de  adrenalina, que altera el funcionamiento normal de nuestro cuerpo. Esta alteración afecta nuestro sistema inmunológico, puede provocar contracturas y dolores musculares o de cabeza y nos hace más vulnerables a algunas enfermedades, como gastritis, colitis, dermatitis, etc.

Las descargas frecuentes de estas substancias producidas por la ira  deterioran el sistema inmunológico pueden ocasionar constantes dolores de cabeza que pueden convertirse a la larga en migraña.

– También crea una intensa culpa, sentimiento s de fracaso, depresión, agitación constante, furia violenta y posiblemente suicidio.

Sin embargo, a veces decirle a alguien que estamos enojados trae un sentimiento de alivio, sobre todo cuando expresamos los motivos por los que estamos enojados. Los psicólogo creen que el alivio que sentimos en esas circunstancias no es porque ventilamos nuestro enojo sino porque identificamos las circunstancias que producen el enojo, permitiéndonos trabajar en la búsqueda de una solución ante el mismo.

Muchísima gente que sufre de esas explosiones de ira, aún después de un largo rato de haber estallado, siguen experimentando a nivel físico y mental las consecuencias. Lo peor es que la trascendencia de su ira en otras personas puede durar mucho más tiempo.

Hay que señalar que la ira tiene un valor positivo y es la gran motivación al cambio. El enojo nos anima a hablar sobre las cosas que nos preocupan. La ira puede controlarse, puesto que todas las emociones son respuestas que se dan a un estímulo. Se puede controlar la intensidad de las emociones con inteligencia y voluntad. No obstante, hay que saber expresar estos malestares de una manera en la que nuestras reacciones no nos afecten  física ni emocionalmente, así como tampoco a las personas que nos rodean.

El poder de disfrutar las cosas

El disfrute de las cosas le añade valía, eficacia y fuerza a lo que sea que estemos haciendo. Cuando estamos disfrutando de las cosas en la vida, estamos funcionando al “nivel más alto”. En los tiempos que corren, tener un trabajo es una bendición, pues te da la oportunidad de poder cubrir tus necesidades más básicas, no es necesario ir más allá, no vivas para trabajar, trabaja para vivir. En realidad necesitas muy poco para ser feliz. Ahora ya tienes la primera razón para empezar bien, con optimismo y alegría. Puede que no te guste tu trabajo, pero también en él debes ser consciente de  lo que haces  y te enseñaras a verlo de otra forma.

Pero ¿Qué sucede si tenemos que hacer algo que no queremos? Para disfrutar las cosas basta con la voluntad de hacerlas bien y esforzarse tanto como sea posible. Después de todo, los detalles ajenos a nosotros son  siempre parte del cuadro. Y  en última instancia, tus pensamientos son los que limitan si vas a disfrutar algo o no.

El poder de disfrutar las cosasEs mucho más preferir tener el poder de disfrutar de todas las áreas de nuestra vida que preferir el menospreciarlas o dejarlas pasar. Cada día está lleno de matices y, por lo tanto, de momentos más y menos gloriosos. La mayor parte de las veces damos por amortizados los buenos momentos sin apenas disfrutarlos, ya que forman parte de nuestra cotidianeidad, y eso es un gran error.

Cada día posee sonrisas nuevas, saludos diferentes, encuentros inéditos. Cada día podemos entablar nuevas conversaciones, que nos aporten nuevas visiones o conocimientos y aprender nuevas lecciones.  Cuando nos proponemos dar un poco más de nosotros y disfrutar de lo que hacemos, nos volvemos más creativo, versátiles, positivos y capaz de usar más recursos de los que tenemos a nuestro alcance.

Una cosa tengo muy clara, dependiendo de cómo veas y sientas todo lo que te rodea, llegara a ti. Si lo ignoras, todas esas cosas te ignoraran. Con las personas es igual, con tus compañeros, con todo lo que acontece en cada uno de tus instantes será reciproco, va a depender de ti, de tu forma de sentir y valorar todo eso cuando, en ese nuevo día las cosas te lleguen tal como tu las has creado. No te muestres indiferente, se agradecido a lo que tienes, si eres capaz de sentirlo habrás cambiado tu vida. Una nueva dimensión se abre ante ti.  

Donde sea que te encuentres, intenta encontrar siempre el aspecto positivo o más valioso que puedas valorar, apreciar y disfrutar. Disfruta de lo que esta pequeña y poderosa diferencia positiva puede hacer por ti.

¿Identificas las emociones negativas?

A veces nos resulta difícil saber exactamente porque nos sentimos tan mal. ¿Es enojo, tristeza o culpabilidad? A menudo saber a ciencia cierta qué clase de sentimiento negativo estamos experimentando puede ser complicado.

¿Identificas las emociones negativas?Las personas somos todas diferentes y de la misma manera,  definimos las emociones de diferente manera. Algunos hacen una distinción entre las emociones y los sentimientos diciendo que un sentimiento es la respuesta o parte de la emoción y que la emoción incluye la experiencia o situación, la interpretación, la percepción y la respuesta o sentimiento relacionado a una experiencia en particular.

Para algunos expertos en la materia, las emociones sistemas de alerta del ser humano en cuanto a lo que realmente está sucediendo a su alrededor. Las emociones son los indicadores más fiables de cómo van las cosas en nuestra vida. Las emociones nos ayudan a mantenernos en el camino correcto, asegurándonos de que nos estamos guiando por nuestras facultades mentales/intelectuales, pensamientos, percepción, razón y memoria.

Las emociones controlan nuestro pensamiento, comportamiento y acciones. Las emociones por lo consiguiente, afectan nuestros sentimientos e ideas. Las personas que ignoran, rechazan, reprimen o simplemente ventilar sus emociones, se están preparando a largo plazo para resentir alguna enfermedad física.

La emoción es energía que genera nuestro organismo y que por su naturaleza busca expresarse. Ahora la energía, por principio físico, no se destruye sino que se transforma. Así sucede con la emoción cuando la reprimimos evitando que se exprese mediante el llanto, las palabras, la risa, etc…, se transforma en enfermedades como gastritis, problemas digestivos, problemas cardiovasculares, cáncer, entre otras enfermedades

Las emociones que no son sentidas y enterramos en nuestro cuerpo al reprimirlas pueden provocar enfermedades graves, como el cáncer, artritis y muchas otras enfermedades crónicas. Las emociones negativas como el miedo, la ansiedad, la negatividad, la frustración y la depresión provocan reacciones químicas en el cuerpo que son muy distintas a los químicos liberados cuando nos invaden sentimientos positivos como la felicidad, el cariño, la aceptación o la alegría.

 

De modo que las personas tienden a amoldar su expresión emocional a los cánones socialmente aceptados, lo cual puede implicar reprimir o negar determinadas emociones. Como dice Maickel Malamed: “Parte del manejo emocional tiene que ver con moldes… el hombre piensa, la mujer siente, los hombres no lloran, la tristeza es mala, el miedo es de cobardes… se pierde la emoción en una cuestión moral y la moralidad está en la acción, no en el sentimiento”. Pero nos engañamos al pretender meter las emociones en un molde, y etiquetarlas como buenas o malas, positivas o negativas. Las emociones son, simplemente, expresiones naturales de nosotros mismos que expresan una realidad interna, una necesidad.

 

Las emociones funcionan de manera directa en nuestro cuerpo. Algunas de ellas, en especial las que están basadas en el miedo, estimulan la liberación de un grupo de químicos mientas que las que están basadas en el amor liberan otro subconjuntos químico en el cuerpo. Si la irrigación de las sustancias generadas por las emociones negativas es a largo plazo o crónica, se ve afectado el sistema inmunológico, endocrino y comienza la aparición de enfermedades raves.

  Las enfermedades psicosomáticas aparecen por emociones como la ansiedad, la ira o la angustia. Las emociones positivas nos generan sensación de alegría y de refuerzo, nos hacen fuertes. Las negativas nos debilitan. Es por ello que hoy en día la medicina ha comenzado a tomar en cuenta la relación entre emociones, pensamiento y cuerpo.

 Esto trae consigo que desde ahora se deberán tomar en cuenta, como relevantes, los factores psicológicos de las personas enfermas, para así dirigir sus emociones con el objetivo de mejorar la salud.

Todas las enfermedades tienen una raíz psicosomática: nacen en lo emocional pero después pueden quedarse sectorizadas en el cerebro y provocar una patología mental, o pueden desbordar el cerebro y plasmarse en el cuerpo desembocando en fatiga cónica, diabetes o hipertensión arterial.

Para transformar estas emociones negativas, lo primero que debemos hacer es aceptarlas, dejarlas fluir… y así podrán transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.

Ejercicio: esencial para una vida sana

El ejercicio regular es un elemento fundamental para lograr un estilo de vida saludable. Las personas que llevan una vida más activa tienen mayores probabilidades de vivir más tiempo y tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades o padecimientos del corazón, cáncer y diabetes. El ejercicio no solo pone en forma tu cuerpo, sino que también ayuda a mejorar tu salud mental y en general, aumentar la sensación de bienestar.

Ejercicio: esencial para una vida sanaPero ¿Quién tiene que hacer ejercicio? Por lo general solemos pensar que las personas con problemas de sobrepeso o aquellas que están obsesionadas con mantener la línea. Lo cierto es que todos el mundo puede beneficiarse tan solo con hacer un poco de ejercicio. El ejercicio regular es fundamental tanto para los niños, los adultos y las personas mayores.

No tienen que ser una rutina de ejercicio vigoroso necesariamente, ya que se pueden encontrar maneras  de incorporar la actividad física en tu rutina diaria – puede ser algo tan simple como ir caminando a la tienda. Si tú nunca has hecho ejercicio o no tienes tiempo, siempre es bueno empezar de a poco. Lo importante es que te decidas a incluirlo en tu rutina.

¿Por qué necesito mantenerme activo? El ejercicio aeróbico reglar puede ayudar a prevenir enfermedades graves ya que propicia una mayor oxigenación a tus pulmones, así como fortalecer y expandir tus músculos cardiacos mejorando así la eficiencia del bombeo del corazón. Sin importar sin eres nuevo ejercitándote o lo has hecho durante mucho tiempo, asegúrate de tomar las medidas necesarias para permanecer libre de lesiones y poder rendir al máximo de tu capacidad. La nutrición y la hidratación también juegan un papel clave a la hora de maximizar los beneficios del ejercicio. Es importante ingerir los alimentos correctos para proporcionarle a tu cuerpo el combustible que necesitas para hacer ejercicio y beber agua cuando tengas sed.

Algunas de las áreas de nuestro cuerpo que se ven beneficiadas con el ejercicio son:

El corazón. El ejercicio puede reducir el riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares. Las personas inactivas tienen el doble de riesgo de morir por enfermedades del corazón en comparación con aquellas que están más activas. Incluso algo tan sencillo como caminar podría disminuir el riesgo de contraer una de estas enfermedades.

Reducción de la presión arterial (hipertensión). La llamada “presión alta” también es uno de los signos de riesgo para un accidente cerebrovascular o ataque al corazón. El ejercicio también puede ayudar a prevenir el desarrollo de la hipertensión.

Baja los niveles de colesterol. El colesterol se adhiere a la superficie de la proteínas para poder circular en la sangre humana y nutrir los tejidos. Las nuevas partículas que nacen de la unión del colesterol y de la proteína son las llamadas lipoproteínas, cuando en el organismo humano hay un exceso de lipoproteínas existe un riesgo creciente de padecer enfermedades coronarias y ateroesclerosis.  El ejercicio físico suele aumentarnos el colesterol bueno (HDL o de alta intensidad) y hace bajar el colesterol «malo» (LDL o de baja intensidad) actuando a la vez sobre los triglicéridos.

Huesos y articulaciones. Es mucho más probable que tengas dolores de espalda baja si no haces ningún tipo de ejercicio.  Una actividad regular y moderada como cainar, nadar o andar en bicicleta también puede ayudar a reducir los dolores causados por la osteiartritis.  A su vez el ejercicio puede prevenir y retrasar la progresión de la osteoartritis.

La actividad física puede aumentar la densidad mineral ósea en los niños y ayudar a mantener fuertes los huevos en los adolescentes. También retrasa la degeneración ósea a futuro. El mejor tipo de ejercicio para sus huesos es el de resistencia al peso. Éste es un tipo de ejercicio que lo fuerza a trabajar en contra de la gravedad, como caminar, subir montes, trotar, subir escaleras, jugar tenis y bailar. Algunos ejemplos de ejercicios que no son de resistencia al peso son nadar o andar en bicicleta. Sin embargo, estos ejercicios, como muchos ejercicios de resistencia al peso, producen grandes beneficios a la salud cardiovascular.

Disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Realizar  una actividad física constante es uno de los factores más importantes para protegerse de algunos  tipos de neoplasias, mientras que el exceso de peso, provoca una mayor cantidad de estrógenos. lo que indica que el aumento de peso puede eliminar los efectos beneficiosos del ejercicio sobre el riesgo de cáncer de mama.

Incorporar ejercicio aeróbico en tu rutina regular te ayuda a verte mejor, a tener más energía, a controlar el estrés, y a reducir tu riesgo de muchas enfermedades. Solo tienes que hacer el tiempo, tan poco como 30 minutos, cinco días a la semana, para cosechar estos beneficios.

Anímate a superar obstáculos a diario

Existen un montón de obstáculos que se interponen en nuestro camino, de hecho, la vida no sería vida sin los mismos. No obstante, debemos evitar ser uno de ellos. ¿A que me refiero? A que tus pensamientos, suposiciones y temores puede volverse un obstáculo tan firme e imponente como una mismísima pared de ladrillos.

Sin embargo, de la misma manera en que erigimos este tipo de obstáculos, podemos derrumbarlos.

  Estoy hablando del  auto-sabotaje, el cual  consiste en elegir un camino distinto al que se está siguiendo, supuestamente más seguro o más fácil. Le das la espalda a tus sueños u objetivos y te conformas con lo que el entorno te está ofreciendo en ese momento. Unas veces te das cuenta de lo que ocurre y otras no; te niegas a verlo, mientras que tu autoestima sufre las consecuencias.

En lugar de luchar contra ti mismo, debes usar el asombroso poder de tus pensamientos para ayudarte a ti mismo. En lugar de construir excusas elaboradas para evitar tus sueños, debes permitirte seguir adelante y llevar a la realidad esos sueños.

Si la vida en este momento te parece difícil y exigente, requiere de un gran esfuerzo y compromiso de tu parte.  A veces resulta aterrador imaginar que cuando decidimos cambiar, crecer o tomar decisiones conscientemente podemos obstaculizar deliberadamente nuestros propios esfuerzos. A veces resulta aterrador imaginar que cuando decidimos cambiar, crecer o tomar decisiones conscientemente podemos obstaculizar deliberadamente nuestros propios esfuerzos.

En lugar de añadir un grado más de dificultad a la cosas con tu propia negatividad, puedes optar por transformarla con entusiasmo y pensar que al vencer dicha dificultad podrás conseguir una gran satisfacción.

Recuérdate a ti mismo el privilegio que posees  al estar vivo y con ello, ser capaz de hacer una diferencia. Entonces, enfoca  tu conciencia sobre las posibilidades positivas y de hacer lo que mejor sabes hacer.

Tenemos que estar realmente comprometidos con nuestros objetivos y cambiar. A veces se debe a que somos perezosos, estamos desmotivados y muchas veces se trata de miedo. El miedo al cambio, miedo al éxito, miedo al fracaso, miedo al rechazo y la lista podría continuar. El miedo puede adoptar formas ilimitadas y se interpone en el camino de gran parte de nuestras decisiones, metas y sueños.

Algunas veces podemos incluso no estar conscientes de que es el miedo lo que nos está deteniendo. Tenemos que estar realmente comprometidos con nuestros objetivos y cambiar. A veces se debe a que somos perezosos, estamos desmotivados y muchas veces se trata de miedo. El miedo al cambio, miedo al éxito, miedo al fracaso, miedo al rechazo y la lista podría continuar. El miedo puede adoptar formas ilimitadas y se interpone en el camino de gran parte de nuestras decisiones, metas y sueños. Algunas veces podemos incluso no estar conscientes de que es el miedo lo que nos está deteniendo.

No limites tus opciones a lo obvio. Vuélvete creativo, arriésgate y haz algo diferente. Persigue tu sueño. Éste no va a aterrizar frente a ti, tienes que salir y conseguirlo.

Tal vez ya tengas pensado o al menos tengas una idea de lo que quieres lograr en la vida, pero es el miedo lo que te detiene de vivir tu sueño o alcanzar el éxito.

No puedes tener éxito la primera vez que intentes algo y quizás tampoco la segunda vez. Pero mientras más veces tomes riesgos mayores serán las probabilidades de que tengas éxito; eso no sería posible si el miedo te impide actuar. Empieza a mirar a tu alrededor, para ver formas de cumplir tu sueño. Usa tus pensamientos no para contener tus deseos, sino para animarte  a ti mismo de manera positiva y con amor,  para seguir hacia delante. Dirígete  con el poder de tus pensamientos hacia  una dirección positiva en la que todos esos sueños que idealizas en tu vida se vuelvan tangibles.