La importancia de escuchar a los demás

Escuchar es de suma importancia para una comunicación óptima. La gente a menudo se centra en su capacidad para hablar creyendo que hablar bien es sinónimo de una buena comunicación. La capacidad de hablar correctamente es un componente necesario para una comunicación exitosa. La capacidad de escuchar es mucho más importante.

La importancia de escuchar en la comunicación es a menudo bien ilustrada cuando analizamos nuestras habilidades para escuchar a los que nos rodean, en particular a nuestro cónyuge, pareja, hijos o amigos. Presta atención a las conversaciones cotidianas que tienes con estas personas con las que creemos que nos comunicamos bien.

Escuchar significa dirigir la atención hacia las palabras del otro, tratando de lograr una percepción exacta de la palabra hablada y extraer lo esencial del mensaje oído y no hacer juicios anticipados, sin haber comprendido cabalmente la información brindada por el interlocutor.

Con el fin de comunicarse de manera efectiva, tenemos que ser capaces de escuchar lo que la otra persona está diciendo. No sólo oír porque la acústica es buena o porque la otra persona está hablando en un tono lo suficientemente alto.

Es importante que escuchemos lo que la persona está diciendo, porque hemos tomado el tiempo de escuchar activamente.

Algunos de los beneficios que obtenemos al escuchar son:
– Un clima positivo para la comunicación, logrando que ésta sea más efectiva.
– Logramos captar el sentido exacto del mensaje del emisor, reduciendo los malentendidos.
– Obtenemos información relevante sobre nuestro interlocutor.
Al escuchar activamente a nuestro emisor, le demostramos que tenemos consideración por su punto de vista, acrecentando su autoestima. Esto provoca que nos continúe facilitando información importante.

Escuchar requiere tiempo y esfuerzo y cuando se trata de mejorar nuestra comunicación no se puede pasar esto por alto. Cuando estamos escuchando música o viendo la televisión, sin duda evitamos que nuestra mente divague. Si queremos que nuestras habilidades de comunicación mejoren, es indispensable que nos centremos en lo que la otra persona nos está diciendo.

Sin duda, esto puede resultar difícil, puesto que no todas las conversaciones son precisamente de nuestro interés. Sin embargo, las habilidades de comunicación implican que centremos nuestra atención en nuestro interlocutor, no importan si se trata de niños o adolescentes.

Permitir que la persona con la que estamos charlando termine de expresar sus pensamientos antes de comenzar a formular una respuesta también es fundamental para un buen entendimiento. Recuerda esperar siempre un momento antes de comenzar a formular una respuesta u opinión de lo que te acaban de decir, esto le dará a la otra persona la oportunidad de agregar cualquier cosa que pudo haber pasado por alto.Al esperar un momento también lograr que la otra persona sepa que ha sido escuchada por completo.

Si practicas esto por un tiempo, la gente se relajará al conversar contigo pues sabrán que eres una persona que sabe escuchar. Sin duda, apreciarán el hecho de que pueden comunicarse y ser escuchados. Hay que tener en cuenta que no se puede aceptar aquello con lo que no se está de acuerdo; pero se puede validar lo que se oye y mostrar la discrepancia como una opinión propia. Hay veces en las que la opinión de uno no puede ser de ninguna forma aceptada, aunque sí oída.

Cuando tengas una conversación con personas cercanas a ti, trata de ir un paso más allá y repetir algún elemento de la conversación. Por ejemplo, si la otra persona está hablando sobre las cosas que le incomodan en su trabajo tú podrías decir “entonces no te sientes cómodo llevándote trabajo a casa”… de esta manera le das a la otra persona la oportunidad de corregir cualquier malentendido que pueda haber ocurrido durante la conversación o para aclarar cualquier punto que no te haya quedado claro. Esto elevará el nivel de comunicación y la persona con la que estás conversando se sentirá respetada e importante dada la atención que le estás otorgando durante la conversación.

La importancia de escuchar durante la comunicación es algo que vale la pena tener en cuenta. Los buenos oyentes suelen ser algunos de los mejores ponentes por que se toman el tiempo de averiguar en qué está realmente interesada la gente. Si eres capaz de entender lo que es importante para la gente sabrás como llegar a ellos.

Escuchar no sólo consiste en oír lo que se dice, implica poner atención a la forma en que se dice, a lo que no se dice e incluso el momento en que se expresa algo. Recordemos que la escucha activa trae consigo una serie de beneficios, entre otros: genera confianza, reduce la resistencia de nuestro interlocutor, genera autoestima y carácter. Escuchar activamente requiere el desarrollo de una serie de habilidades, pero sobretodo, requiere de una actitud de apertura y de respeto hacia la persona con la que estamos conversando.

Estrategias de comunicación para aumentar tu confianza

Las estrategias de comunicación no sirven de mucho si no se tiene la confianza necesaria para poner en marcha tus habilidades verbales. ¿Sientes que careces de habilidades para poder abordar a alguien e iniciar una conversación? Cuando te involucras en una conversación ¿eres de los que hablan tímidamente y pareciera que no estás ahí? Si estos problemas te resultan conocidos, entonces debes tomar cartas en el asunto para hacerles frente.

Sin embargo, si ya estaban consciente de esto, quizás seas de lo que se encuentran en un punto en el cual tienes todo el conocimiento teórico de cómo iniciar una conversación, pero falta uno de los ingredientes más determinantes a la hora de poder conversar y te lo vuelvo a mencionar; no ganaras nada con leer y leer, si no tienes la fuerza de voluntad a la hora de integrarte a un grupo de desconocidos.

Además, es necesario que tengas en mente un par de consejos sobre la manera en que puedes aumentar tu confianza para que tus estrategias de comunicación sean eficaces, tales como:

Para comenzar, debes cuidad de la claridad con la que hablas. No hay nada que aminore más tus niveles de confianza que estar charlando con alguien y que ésta persona te pida que repitas lo que dijiste. Esta es una retroalimentación negativa. No estaría de más practicar grabando tus conversaciones y analizar cómo hablas y tomar nota de tus puntos positivos y negativos al momento de hablar, como por ejemplo que palabras son las que pronuncias con dificultad o erradamente. Al hacer esto te será más práctico trabajar en las deficiencias que si lo haces a mitad de una conversación.

La postura también juega un papel importante a la hora de aumentar tu confianza para iniciar una conversación. Para muchos pudiera parecer que este atributo no tiene mucho que ver con ser un mejor conversador, sin embargo, no todas las estrategias de comunicación implican el habla ¿o si?

Tanto la comunicación verbal como la no verbal deben ser empleadas con el fin de que nuestra comunicación sea eficaz. Con una postura correcta descubrirás que tu presencia inspirará más respeto y atención, haciendo que a su vez aumente tu confianza para iniciar una conversación y mejoren tus habilidades de comunicación.

Recuerda que es necesario que tengas un lenguaje corporal abierto, lo ideal es que no cruces tus brazos, la gente lo ve como prepotencia aunque no significa para nada esto, sino inseguridad y necesidad de protección. Por ende relaja los brazos, mueve las manos de acuerdo a lo que dices. Cuando cuentes algo ya sea una historia breve intenta dibujarlo con las manos.
Ten una sonrisa amistosa y ríete de las cosas que digan los demás, eso cae extremadamente bien, te hará ganar puntos. Pero por nada del mundo caigas en extremos de ser tonto y reírte como un bobo de todo lo que dicen los demás.

Nada puede ayudar más a aumentar tus niveles de confianza que el éxito. Si en el pasado has tenido éxito al lograr algo no hay ninguna razón por la que no puedas duplicar ése éxito en el futuro. La mayoría de las personas saben que esto es cierto, pero cometen el error común de tratar de emular el método para lograr el éxito. Por ejemplo, para obtener una mayor experiencia al utilizar tus habilidades conversacionales estas personas van a tratar de entablar muy largas y prolongadas. Esto podría no ser el enfoque correcto, en cambio, un enfoque gradual podría ser una mejor opción.

Este enfoque gradual en las estrategias de comunicación se puede tomar por ejemplo, simplemente participando en conversaciones triviales en varios momentos durante el día. Si bien esto no es exactamente la más complicada de las estrategias de comunicación, es sin duda uno que puede dar lugar a grandes mejoras en sus niveles de confianza.
Para saber cómo iniciar una conversación con cualquier persona tenemos que saber cuáles son las características comunes y generales en todas las personas de tu edad o entorno en cual prefieres desenvolverte, si tienes treinta años y quieres iniciar una conversación con gente a fin a ti, lógicamente será de una forma muy diferente que si fueras un adolescente. De ahí surge el adaptarse a cada contexto.

Todas las estrategias de comunicación adecuadas para mejorar tus habilidades conversacionales son bastante fáciles de utilizar. Todo lo que necesitas hacer es poner alguna de estas técnicas para trabajar y verás como tu capacidad para iniciar y mantener una conversación aumenta enormemente.

5 cosas que podrían estar interponiéndose en tu camino al éxito

Casi siempre, al comenzar el año la mayoría de las personas establecen se establecen nuevas metas para sí mismos. Pero antes de comenzar a hacer una lista, debemos tomar un momento y trata de pensar en aquellas metas que no hemos alcanzado con el paso del tiempo. ¿Por qué no fuiste capaz de lograrlas? Si tratas de descubrir los motivos por los que has fracasado o que te han impedido el logro de tus metas, quizás no estés tomando en cuenta los siguientes:

5 cosas que podrían estar interponiéndose en tu camino al éxito Miedo. La mayoría de las personas dejar de perseguir sus objetivos porque tienen miedo de muchas cosas, En miedo al fracaso, el miedo a sentirse avergonzados y a veces incluso existe el miedo al éxito. El miedo al éxito tiene múltiples causas, una de las más importantes es el miedo al riesgo y al cambio.

Hay personas que en su búsqueda obsesiva de la seguridad, se convierten en mediocremente estables. El miedo al éxito a veces tiene que ver con el miedo a ser más exitoso que los padres de uno.

 

 

Es como si los estuviesen traicionando. En muchos casos el miedo al éxito va unido a la sensación de que nunca se es suficientemente bueno en algo. Lo único a lo que debemos temer es al no hacer nada para mejorar tu vida.

Enfréntate a tus miedos y libérate de tus dudas. Esa es la única manera de vivir una vida plena, feliz y mejor. Cuando la oportunidad de cambiar llame a tu perta,  déjala entrar desde el principio y no te resistas. Podría ser la oportunidad para el desarrollo persona que estabas esperando la cual, va a motivarte a seguir una nueva dirección en la vida.

Evaluación. Hay momento en que perdemos de vista nuestros objetivos ya que en el camino hacia estos, tratamos de evaluar los resultados de nuestros esfuerzos demasiado pronto. Al hacerlo, a menudo encontramos algunas deficiencias o defectos en nosotros mismos que nos hacen querer renunciar incluso si aún no hemos comenzado a intentarlo.

Cuando estamos intentando lograr algo es posible revisar nuestro progreso de vez en cuando. Pero si no encuentras ningún cambio significativo, es posible que debas desistir. Las revisiones no son solo para que desistas sino una advertencia para que te esfuerces más y quizás replantees tu estrategia.

Compararse con los demás. Hay persona que a menudo terminan comparándose con los demás, en base a sus logros. Luego de esto, se siente mal cuando ven el éxito de las demás personas y no el suyo. Recuerda que es muy probable encontrar gente más exitosa que tu cuando observas tu alrededor. Por lo que, cuando los veas, no debes sentirte mal contigo mismo. En lugar de ello, trata de aprender de ellos, te sorprenderá saber que puedes obtener de ellos ideas para mejorar las estrategias que empleas para lograr tus metas.

Mala gestión del tiempo.  Uno de los elementos más importantes del éxito es el tiempo. Si no lo tienes, ¿cómo puedes esperar tener éxito? El tiempo es valioso y no se debe desperdiciar ni un solo minuto. Encuentra cual es el momento más productivo de tu día y organiza tu agenda de manera apropiada de modo que tengas el tiempo suficiente para trabajar en tu estrategias y así lograr tus objetivos. Recuerda que postergar las cosas es el principal enemigo del éxito. Por ello procura jamás posponer las tareas que puedes comenzar al instante.

Indecisión. Si realmente no puedes tomar una decisión con respecto a lo que realmente deseas, no conseguirás nada en absoluto. Toma una decisión, aférrate a ella y nunca mires hacia atrás. Tienes que ser firme en tus decisiones y en los asuntos referentes a tu desarrollo personal.

Es importante destacar, que es de seres humanos soñar, imaginar posibles estados emocionales, materiales, psicológicos… relacionados con la consecución de propósitos establecidos ya sea específica o generalmente. Por cuanto si tienes sueños que quieres alcanzar en tu vida, cree en ti mismo y date cuenta de una vez que puedes y debes alcanzarlos.

Autocontrol: 5 tips que te ayudarán a conservarlo

El autocontrol es un comportamiento aprendido que requiere el desarrollo de habilidades tanto sociales como emocionales. Es más sencillo mantener el autocontrol cuando estamos en público, aunque algunas personas se dejan llevar a pesar de ello. Con el tiempo, perder el autocontrol en público se ha vuelto más común y como resultado, la mayoría de nosotros somos testigos de esas pérdidas de autocontrol, lo cual nos insensibiliza y hace que nos parezca normal y aceptable.

Muchos padres enfrentan dificultades para enseñar esta habilidad a sus hijos, ya que a ellos nunca se les enseñó de la manera adecuada. Ellos mismos fueron descubriendo cómo usar su autocontrol para evitar situaciones desagradables como palizas, insultos, encarcelamiento, etc. Es de esperarse que por ello no sepan cómo enseñar eficazmente esta habilidad de vida y sus hijos están creciendo sin él.

El estrés parece jugar un papel importante en cuanto a la intensidad y frecuencia con la que las personas pierden su autocontrol. Algunos problemas como, los trabajos exigentes, las preocupaciones financieras, enfermedades, dificultades de pareja, problemas familiares, entre otros, son principalmente los causantes del estrés para muchas personas.

Ya que no es socialmente apropiado golpear a un cliente, colega o empleado de alguna tienda, muchos de nosotros nos llevamos esa carga a casa. No lo hacemos a propósito, lo que pasa es que cuando llegamos a casa y no quitamos la cara pública, podemos bajar la guardia y liberar las emociones reprimidas así como nuestro comportamiento social.

Hay tres cosas a tener en cuenta si queremos tener éxito en el aprendizaje y la enseñanza de auto-control:

• Tenemos que ser conscientes de nosotros mismos para que podamos reconocer las señales tempranas y tomar medidas antes de que ocurra una reacción perjudicial.

• Debemos practicar nuevos comportamientos y crear nuevas pautas a seguir. En momentos de estrés solemos tomar el camino con el que estamos más familiarizados, repitiendo patrones.

• Debemos desear verdaderamente tener éxito. No basta con decir que deseamos poder auto controlarnos para que esto suceda. Tenemos que tener la fuerza para que nuestro lado optimista encare y sea más fuerte que nuestros pensamientos negativos.

Si entendemos y aceptamos estos tres puntos, entonces habrá un montón de cosas que podemos hacer para mantener nuestro control. Lo que hacemos de manera regular para lidiar con el estrés y los problemas en nuestra vida influirá en la facilidad con la que perdemos el autocontrol. Aquí están cinco ideas para ayudarte a hacer frente a estas preocupaciones:

Pensamiento positivo: Mediante el control de nuestros pensamientos podemos controlar nuestras acciones. Debes pensar en un par de frases simples que puedas recitar en silencio cuando sientas que estás perdiendo el control. Por ejemplo, frases como «Cálmate», «Estoy bien», «Relájate», «Yo puedo manejar esto», «No vale la pena pelear.» Debes permitir que tus sentimientos cambien con estos pensamientos o seguirá siendo probable que se produzca una reacción excesiva.
Respiración: Nuestra respiración afecta en gran medida cómo nos sentimos. Al centrarte en la respiración y respirar profundamente, puedes ayudar a tu cuerpo a relajarse y tomar un momento para reorientar tus pensamientos.

Ejercicio: Cuando estamos bajo mucho estrés, el ejercicio puede ser una gran manera de echarlo fuera. El ejercicio no soluciona los problemas relacionados pero beneficia en gran medida la relajación, elemento necesario para un buen autocontrol.

Relajación: cuando nos sentimos bajo mucha presión, nuestra prioridad debe ser relajar el cuerpo y liberarnos de tensiones. Esto se puede hacer utilizando el yoga, con técnicas de de respiración, o cualquier variedad de técnicas de relajación.

Conecta con la naturaleza: Mucha gente logra reequilibrarse al salir a caminar, sentarse debajo de un árbol, acariciando un perro, o mirando una pecera. La naturaleza tiene una tranquilidad que logra transferirse a nosotros si se lo permitimos. La madre naturaleza ofrece maravillosos ejemplos de vida si somos capaces de encontrar el tiempo para descubrirlos.

En resumen, empieza a prestar atención a tus sentimientos, pensamientos y comportamientos. El control de las emociones es algo muy distinto de su supresión. Significa comprenderlas y, luego, utilizar esta comprensión para transformar las situaciones en nuestro beneficio.Observa lo que puedes hacer para evitar que los sentimientos negativos se conviertan en una explosión personal. Cuanto más practiques, más fácil será el dominio de tí mismo e incluso puede llegar a ser ¡tan fácil como respirar!

¿El ego es malo?

De acuerdo con Freud, el ego es un aspecto importante de la humanidad. Con los años el ego se ha equiparado al propio sentido de uno mismo y más a menudo se relaciona con la propia importancia que nos damos en el esquema de la vida. Muy a menudo se asumía que la forma de construir y mejorar la autoestima era construyendo nuestra propia importancia. Cuanto más importante seas, mayor será tu ego y a su vez mayor será tu valor propio.

De hecho, para muchos de los que quieren saber cómo construir y mejorar la autoestima éste sigue siendo el modelo que muchos utilizan. Egocentrismo significa que todo gira en torno de la propia persona. Ego centrismo, girar en torno de la propia persona. Digamos que la persona considera a los demás como satélites, y él es el planeta. Egoísmo es aquel que se quiere, y eso está bien, porque no podemos pretender el afecto del otro si no sentimos afecto por nosotros mismos. No podemos lograr el amor del otro si no sentimos amor por nosotros mismos. Eso está bien y a eso se le llama autoestima.

El problema con la importancia personal es que uno generalmente se vuelve adicto a la importancia, así como si se tratase de una droga. Muchas veces esta adicción implica la necesidad de demostrar continuamente la importancia de uno mismo en relación con los demás. En casos extremos, los egos fuertes son los que inician guerras y manipulan a los demás para su propio beneficio. Los egos fuertes son los que más a menudo, se jactan de ser más grandes, inteligentes o superiores a otras personas.

La persona egocéntrica siempre habla de sí mismo, de sus cualidades y desprecia las de los demás, en definitiva se sobrevalora. Normalmente, al dirigir toda su atención sobre sí mismo, el egocéntrico desconoce los intereses de los demás y por ello es incapaz de sentir ni tan siquiera un mínimo de empatía.

Las personas afectadas por este mal denominado egocentrismo tienden a recurrir a descalificaciones sin ninguna base, sin pensar siquiera en consecuencias y sobre todo perdiendo las formas.

No debemos sin embargo creer de forma indiscriminada que todo egocéntrico es mala persona, ni mucho menos. En el fondo sufren por su condición de egocéntricos, sufren cuando dejan de ser el centro de atención porque realmente su problema es su inseguridad, que les lleva a necesitar de la constante atención y preocupación hacia ellos de todo su entorno, no sólo del más cercano.

Las personas con grandes egos suelen ser muy posesivas y celosas de los demás. Son igualmente incapaces de sentir amor incondicional. Por lo tanto, tiene sentido pensar que una persona con un ego bajo tenga un alto nivel de autoestima.
En realidad, un ego bajo es sólo un requisito previo para un alto nivel de autoestima. El problema es que los que tienen un ego bajo generalmente se sienten inferiores y mal consigo mismos. De hecho, a menudo estas personas no se gustan a sí mismas.

Sin embargo, hoy en día mucha gente habla del ego como si fuera algo sin lo que sería mejor vivir.

Hace algunos años escuché a alguien hablar del ego como si fuera nuestro fiel compañero – una mascota leal como un perro para ser amado y disfrutado. No vas a patear al perro si se echó en tu cama pero tampoco vas a dejar que el perro duerma ahí. En pocas palabras, el ego tiene su propio lugar.

Recuerda la clave para amistades y relaciones duraderas y sólidas consiste principalmente en darte cuenta de que “yo”, “yo”, “yo” son palabras muy cortas en comparación con “nosotros”, “nosotros” y “nosotros.

Nuestro ego es responsable de nuestro deseo de atención. No hay que confundirse entre el ego y el amor propio. El ego es sólo una ilusión, pero la autoestima es esencial. Hay una línea fina entre la autoestima y el ego que no debe cruzarse. Es difícil, pero no imposible. La única manera en que podremos tener bajo control nuestro ego es dándonos cuenta de que hay muchas personas por encima de nosotros y de nuestro ego y que éste nunca puede ser tan grande como para convertirnos en su esclavo.

Olvídate de tener un ego grande. Conócete a ti mismo, hónrate a ti mismo, ámate a ti mismo. Todos necesitamos de un ego saludable para expresarnos de una manera sana en el mundo. ¡Tienes que ser capaz de hablar y hacerlos retroceder cuando algunos de esos egos disfuncionales se te acerquen para tratar de manipular el dinero de tus bolsillos o intenten tomar el control de tus decisiones.