Albert Einstein dijo una vez: “No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando los creamos.” Y esa perla de sabiduría es tan cierta en todos los ámbitos de la vida. Tomemos, por ejemplo a aquellas personas que dicen que quieren una vida mejor pero no hacen nada para cambiar lo que están haciendo actualmente para lograr ese objetivo. La realidad es que han logrado exactamente la vida que han elegido para sí mismos.
Las decisiones que han tomado durante toda su vida los han llevado hasta ese punto en que están en su vida. No hay nadie que pueda ser responsable de ello y aunque puede ser una realidad bastante dura, es cierto.
Por lo tanto, se deduce que para poder cambiar tu vida para lograr ser alguien mejor, tendrás que cambiar tu forma de pensar, las decisiones que tomas y las cosas que haces. Eso significará inevitablemente salir de tu zona de confort
Eso en sí mismo significa todo un reto. Invariablemente significa sentirse un poco incomodo, por lo menos por un tiempo.
Pero entonces, te reto a que pienses en una cosa en la que no te sentías incomodo o torpe cuando comenzaste a realizarla. ¿Recuerdas cuando aprendiste a andar en bicicleta? Con ayuda de la perseverancia y la práctica pudiste lograrlo. ¿Por qué tiene que ser diferente con intentar cosas nuevas? Todavía tienes un largo, largo camino por recorrer antes de que alcances el pleno potencial de tu vida.
Cada vez que intentas algo nuevo, por supuesto que no lo vas a hacer bien desde el principio. Esa es nada menos que la indicación de que todavía no eres competente en esa área particular de la vida. Se trata de una experiencia de aprendizaje. Es una experiencia de crecimiento. Toma esos sentimientos de vergüenza e incomodidad y comienza a ignorarlas, pues esas son limitaciones que han germinado en ti.
En realidad, eso es lo único que te detiene. Puedo asegurarte que hay muchas personas que están haciendo actualmente el tipo de cosas que te gustaría lograr. Tú te mereces todas esas cosas buenas que conseguirás al lograr ese o esos objetivos particulares.
El poder del subconsciente es algo muy poderoso. Parte de su función es protegerte de situaciones peligrosas. Tu subconsciente tiende a ser extremadamente conservador, ya que la supervivencia es de suma importancia en sus prioridades. La pregunta que siempre se hace antes de que hagas algo es “¿es seguro?” Invariablemente, la respuesta a la pregunta que tu subconsciente te hace es “no”.
Ahora bien, ya que el subconsciente no puede distinguir entre lo bueno y lo malo, lo correcto o incorrecto, automáticamente asume que todas las cosas que son desconocidas resultan peligrosas para tu bienestar. Por lo tanto, hará todo lo posible, que por cierto es una cantidad increíble de cosas, para protegerte.
No se puede razonar con tu subconsciente. Las funciones de tu mente las podemos comparar con un iceberg, donde solo el 10% está por encima del agua (la consciencia) mientras que el resto está por debajo de la superficie (el subconsciente).
Es por ello, que en un sentido muy real, cada vez que estás intentando algo diferente, de hecho estás desafiando la necesidad de seguridad que tiene tu subconsciente. Por eso es que nunca se vuelve más fácil. Necesitas demostrarle a tu subconsciente que el peligro real para tu bienestar es mínimo y que es seguro aventurarse en esta área previamente inesperada de tu vida.
Muchas veces se necesita que la gente caiga en una crisis o una serie de circunstancias desfavorables para que intente algo diferente. Al llegar al punto en que ya no se puede aceptar más la situación en que se puede dominar la voz del subconsciente diciendo “esto no es seguro para ti, no lo hagas, puede ser demasiado peligroso”. Estas crisis pueden venir en muchas formas diferentes, pero tienen una cosa en común. Se presentan debido a las carencias que estás teniendo en la vida y a raíz del cambio que hagas lograrás mejorar las cosas para ti.