Todos nos preocupamos en algún momento de nuestra vida. Pero cuando lo único que pensamos es en la siguiente cosa mala que nos va a suceder, estamos hechos un manojo de nervios, nos sentimos cansados tanto física como emocionalmente además de estar muy irritables. A veces, incluso levantarnos de la cama se vuelve todo un reto. Sin embargo, hay unas cuantas formas de romper estos lazos de constante preocupación y ansiedad.
1. Sabes que no hay manera de predecir todo lo que va a suceder. Aún en los mejores días, el mundo es un lugar incierto y en los días malos, es un caos total. ¿crees que preocupándote te preparas para todas las cosas malas que sucedan? La verdad es que al hacer esto lo único que conseguimos es tornar la situación mucho peor, haciendo que no disfrutemos de los buenos momentos de la vida, por temor a los malos. Tienes que cambiar tu manera de pensar. En lugar de preocuparte por lo que podría ocurrir, pregúntate qué tan probable es que algo bueno suceda. La probabilidad de que te ocurra algo malo es igual de grande a la probabilidad de que te ocurra algo bueno. Mientras más positiva sea tu actitud, mayor será la atracción de las cosas buenas hacia ti y viceversa.
2. Aprende a darle un tiempo a las preocupaciones. No hay manera de desterrar por completo las preocupaciones de tu vida sin embargo, en su momento, podemos manejarlas. Destina una hora al día para que sea tu “tiempo para preocupaciones”. Este será el momento en que reflexionarás y pensarás en las cosas que te preocupan. El resto del día evite pensar en estas cosas. Intenta tomarte este tiempo pero que no sea antes de irte a dormir, para que estas preocupaciones no interfieran en tu sueño. Si durante el día tienes un pensamiento preocuparte de repente, déjalo para después y no gastes más tiempo en él. Preocuparte sólo durante la hora que has destinado para pensar en tus preocupaciones te dará un mayor control sobre tu vida.
3. Haz a un lado sus pensamientos negativos. Si sufres de constantes preocupaciones y ansiedad, tu actitud probablemente es muy pesimista. Pudieras sentir que no sabes cómo manejar tu vida si algo malo te sucediera. Es probable que todo el tiempo te ubiques en los escenarios más pesimistas y pienses que eres un imán para la tragedia. Estos pensamientos irracionales y negativos se llaman distorsiones cognitivas. A pesar de que estos pensamientos no se basan en la realidad, son muy difíciles de sobrellevar. Se convierten en pensamientos automáticos y debe entrenar su cerebro con el fin de abatirlos. En lugar de pensar en ellos como un hecho, véalos como teorías de algo que podría ocurrir.
Hazte un par de preguntas cuando te sientas preocupado:
• ¿tengo pruebas para asegurar que la idea que tengo es cierto?
• ¿Cuáles son las probabilidades de que lo que me preocupa ocurra?
• Si la probabilidad de que “eso” ocurra es baja, ¿cuál podría ser el resultado más probable?
Es poco probable que estos pensamientos irracionales desaparezcan de un día para otro. Sin embargo, con un poco de persistencia, oponte a que estos pensamientos negativos ocupen parte de tu mente y verás como poco a poco irás eliminando la ansiedad. Con los ánimos adecuados, la vida puede cambiar para bien.
Algo que no puedes omitir es aprender a relajarte. Puedes intentarlo con la respiración profunda y meditación. Tómate un tiempo para ti, por muy difícil que sea. Recuerda que debes evocar un pensamiento positivo cada vez que uno negativo se genere en tu mente.Las técnicas de relajación pueden ser muy útiles cuando nos sentimos ansiosos. La dificultad para respirar, el dolor de pecho o estómago, pueden ser síntomas físicos de ansiedad. Puedes aprender técnicas de respiración o inscribirte en clases de yoga para combatir el estrés y la ansiedad. Los masajes y otros tratamientos de spa, pueden ayudarnos a relajarnos y hacer a un lado las tensiones.
Sé que no es fácil cambiar nuestra forma de pensar, pero definitivamente se puede lidiar con los pensamientos negativos. Después de un tiempo, podrás ver muchas más puertas abiertas y estarás ansioso por abrirlas. Recuerda que mereces tener una vida feliz, libre de pesimismo.