Un dolor de cabeza tensional es un dolor moderado y difuso que a menudo se describe como si se tuvieran una cinta apretando alrededor de la cabeza. Este tipo de dolor de cabeza es uno de los más comunes pero no por ello uno de los más comprensibles.
El tratamiento para el dolor de cabeza tensional ya está disponible, como muchos otros remedios farmacéuticos que nos liberan y facilitan la vida de sobre manera. Sin embargo, saber manejar la tensión que nos provocan estos dolores de cabeza requiere de adoptar hábitos saludables y no solamente de fármacos o remedios caseros.
Los síntomas o señales de un dolor de cabeza tensional incluyen:
-Una sensación de tener una banda apretada alrededor de la cabeza
-Una molestia o dolor sordo y constante en las sienes o que afecta toda la cabeza, y que empeora durante el día, a veces acompañado de dolor o rigidez en el cuello
-Falta de concentración
-Dificultad para dormirse
-Dolor que comienza o empeora con estrés, fatiga, ruido o resplandor
-Es posible que los músculos se contorsionen o que produzcan un espasmo. A veces puede sentir como que la cabeza le está palpitando.
Entre los factores, que desencadenan la cefalea tensional, están:
– El trabajar demasiado y bajo mucha presión.
– Ansiedad o estrés emocional.
– El no dormir o descansar lo suficiente.
– El omitir comidas o no comer lo suficiente y alimentos balanceados.
– El consumir alcohol o drogas alucinógenas.
– El realizar una actividad que obligue a la persona a mantener la cabeza en una posición durante largo tiempo, como es el uso de computadoras, microscopios o máquinas de escribir, lo que ocasiona una fuerte tensión física de los músculos de la cabeza, cara, cuello y cuero cabelludo.
– Dormir en una posición incómoda.
– Forzar la vista para leer, por tener algún problema de visión.
– Esforzarse demasiado al hacer un trabajo o cargar objetos.
– El someterse a cambios bruscos de presión.
– El consumo de determinados alimentos.
– La exposición a la luz brillante del sol.
– Por frío o por calor.
– Por cansancio y fatiga excesiva.
– Por exposición al ruido.
– El apretar la mandíbula o rechinar los dientes.
En cuanto a su duración, el dolor de cabeza tensional puede darse de forma aislada o sufrirse constantemente. Puede durar media hora o alargarse hasta una semana. Se puede agravar si la persona que lo padece sufre estrés, fatiga, si se expone a ruidos fuertes o luces brillantes por ejemplo. En ocasiones los dolores de cabeza tensionales pueden alterar el sueño.
Es el dolor de cabeza más habitual, el que sufre la gran mayoría de la sociedad, más concretamente es el dolor de cabeza que sufren la mayoría de las personas que experimentan dolor de vez en cuando. Cuando la frecuencia de este tipo de dolor, tensional, aumenta tanto que se sufre a diario o casi a diario se habla de dolor crónico, aunque esto solo suele suceder en el tres por ciento de las personas que padecen dolor de cabeza tensional. Este tipo de dolor es relativamente frecuente, es decir, las personas que lo sufren lo hacen con cierta regularidad y su intensidad suele ser moderada o en ocasiones severa.
Algunos consejos para evitar que el dolor de cabeza por estrés afecte nuestra calidad de vida:
-Llevar un equilibrio entre la vida fuera y dentro del trabajo pues éste debe ser una fuente de satisfactore
-Equilibrar las relacione familiares
-Hacer ejercicio
-No tener sobrepeso
-Comer adecuadamente
-No tener adicciones al alcohol, tabaco o cualquier sustancia que pueda generar tensión pues al consumirlas aumenta el nivel estrés y esto dispara el dolor de cabeza.
El tratamiento recomendado para estos pacientes se basa en la relajación y cambio de rutina, así como la ingesta de analgésicos de tipo anti-inflamatorio y con relajantes musculares en función del tipo de dolor y el estándar de cada paciente.
Si el dolor de cabeza es leve o moderado, no está acompañado de otros síntomas y responde al tratamiento casero a las pocas horas, es posible que no requiera otros exámenes ni pruebas, especialmente si ha ocurrido en el pasado. Una cefalea tensional no revela hallazgos anormales en un examen neurológico. Sin embargo, con frecuencia se observan puntos sensibles (puntos desencadenantes) en los músculos en las áreas del cuello y el hombro. Se debe consultar al médico para descartar otros trastornos que pueden ocasionar dolor de cabeza, si dicho dolor es severo, persistente (no desaparece) o está acompañado de otros síntomas.