Resulta interesante ver que los estudios científicos y sociales constantemente nos dicen que nuestro estilo de vida ahora es mejor que nunca. Sin embargo, al mismo tiempo, también estamos bombardeados de libros de autoayuda con asuntos relacionados a la salud e información que sugiere a la población cómo mejorarla para llegar a ser cada vez más saludables.
Con las enfermedades cardiovasculares y la presión arterial en aumento, los médicos atribuyen constantemente estos problemas de salud al estrés de la vida cotidiana. Esto sugiere que, si bien nuestro estilo de vida pudo haber mejorado en los últimos años, la calidad de vida y el cuidado a nosotros mismos se está deteriorando.
Con todas las maravillas de la ciencia moderna, es cada vez más frecuente que recurramos a terapias y medicina alternativa buscando soluciones para nuestros males. Esto se evidencia en la creciente industria de la “autoayuda”. Si bien no existe una definición específica de todo a lo que se refiere, a grandes rasgos podríamos decir que se refiere a una mezcla de desarrollo personal y psicología popular.
Para muestre, vaya a cualquier librería o sección de revistas en el supermercado y sin duda encontrará una amplia sección de libros y revistas de autoayuda, repleta de un sinfín de títulos referentes a una extensa gama de temas.
Sin embargo, pese a que el tratado de estos temas puede ser amplio y variado, la motivación detrás de adquirir este material radica en una necesidad fundamente para lograr la superación personal y a menudo, en el deseo de profundizar la comprensión filosófica de uno mismo.
¿Cuáles son los temas que comprenden este material de auto ayuda? Comúnmente incluyen títulos referentes al manejo del estrés y la ansiedad, bienestar personal, creación de riqueza, logro de metas, éxito profesional, desarrollo de una actitud positiva, manejo de la ira, mejorar la memoria, entre otros.
A partir de estas áreas podemos ver que los libros de autoayuda no se utilizan exclusivamente para la auto-reflexión y la introspección sino también para orientarnos en el manejo de vida profesional, las relaciones con los demás y la superación personal, así como de barreras mentales, tales como la lucha contras nuestras adicciones y la superación a fobias.
Por ejemplo, podemos encontrar una gran cantidad de material de autoayuda que se escribe para responder a problemáticas especificas, tales como dejar de fumar o perder peso. Aunque estos libros pueden tratarse de una psicología subyacente implícita en sus estrategias, los métodos y estrategias empleados por estas lecturas filosóficas a menudo se escriben desde un punto de vista personal, por ejemplo, pudiera tratarse de un libro escrito por un empresario en el que nos narra sus acciones para volverse exitoso o que divulga las técnicas que utilizó en tal o cual caso para conseguir resultados favorables.
Las afirmaciones de la mayoría de los libros de autoayuda deben tomarse con precaución, sin darles una credibilidad excesiva y sabiendo que muchas personas, cuando los leen, suelen pasar por un periodo de entusiasmo exacerbado respecto a la efectividad de los consejos leídos en dichos libros.
Mi conclusión es que tanto los libros de autoayuda como esta industria, en general no pueden resolver los problemas de nadie sin la voluntad de la persona para resolver sus propios problemas. Siempre habrá factores de motivación, como la creencia de que lo que se nos dice en los libros en realidad nos ayudará a lograr cambios y a facilitar el proceso.
Lo cierto es que no hay una solución rápida a un problema singular, sin embargo, gracias al florecimiento de esta industria, podemos encontrar mucho material con el cual podemos documentarnos sobre muchos de los problemas que latentes en nuestra sociedad.