Resolución de conflictos

Hay muy pocas personas que gustan de hacer frente a los conflictos. Esto casi nunca  es fácil, pero hay algunas maneras productivas y saludables para la resolución de conflictos.  Gran parte de la resolución de conflictos depende de tus habilidades de comunicación. Para algunas personas esto será fácil, casi natural, mientras que para otros no lo será. Durante los conflictos es fácil oír sin escuchar. Personas involucradas en rivalidades a menudo buscan el apoyo de sus amistades. A corto plazo parece ser más fácil, desafortunadamente, que enfrentar el problema directamente.

Resolución de conflictosEl tratar de solucionar conflictos, abordándolos directamente con la persona con quien estamos en desacuerdo, puede requerir: 1) exponernos al ridículo o rechazo; 2) reconocer nuestra contribución al problema; y 3) estar dispuesto a cambiar.

No obstante, pese a las dificultades que representa la resolución de un conflicto, es posible  fortalecer este conjunto de habilidades necesarias para estar en paz con los demás. Puede tomar un poco de esfuerzo, pero es posible que hagas tu vida mucho más  sencilla  mediante la exitosa  comunicación con los que te rodean en un nivel más profundo.

Cuando usted necesita para hacer frente a los conflictos, es bueno tener algunas estrategias  y detalles en mente:

Ten presente que generalmente las opiniones de las personas difieren. A menudo  el conflicto se produce cuando las personas no entienden o no reconocer una opinión distinta de la otra persona.
Cuando se trata de conflictos entre dos o más personas es preciso que intentemos ver las cosas desde la perspectiva ajena.

Nunca hay que olvidarse de  que la comunicación requiere dos acciones: hay que escuchar y hay que hablar.  Todo el mundo debe tener la oportunidad de hablar, esto es de vital importancia. Es imposible llegar a una resolución del conflicto si nadie en la habitación está escuchando puesto que así jamás se lograrán satisfacer las necesidades o demandas de nadie.  Hacer lo contrario es casi tan efectivo como una curita en una herida grave, ¡La molestia regresará una y otra vez!

Mantén la Calma. Este podría ser uno de los aspectos más vitales de la expresión  de opiniones de manera calmada y ordenada. Los ánimos de las personas se calientan rápidamente cuando surgen conflictos, especialmente si no haces el esfuerzo por mantener la calma. El dejar que la molestia o las emociones negativas tomen el control de la conversación solo empeorará la situación, impidiendo el dialogo por completo.

Pero a veces a pesar de que te dices a ti mismo que tienes que permanecer firme y tranquilo no funciona. En esas ocasiones tendrás que tomar un receso y permitir que se te enfríe la cabeza. Sopesar un rato las palabras e intentar llegar a un acuerdo  con la otra persona nuevamente.

Todos podemos cometer errores. Cometer un error es parte de la naturaleza humana. No existe nadie que jamás se haya equivocado y si alguien te insiste en ello, posiblemente no está queriendo reconocerlo. Pero algo tan humano como los errores es la aceptación de un error. A veces la mejor manera para solucionar un problema es siendo honesto y directos respecto a un problema que pudiste haber causado de manera consciente o inconscientemente.

Siéntete con la seguridad de hablar sobre el error que condujo al problema, no importa si el responsable del error fuiste tú o la otra persona. ¿Hubo una mala intención de por medio? O ¿simplemente se trató de un error que no pretendía hacerle daño a nadie? Comprender esto puede ayudarte a resolver el conflicto de manera más rápida de la que piensas.

Cada conflicto requiere de una solución. Si se puede llegar a una solución, todas las partes resultarán vencedoras. Sin embargo esto no siempre es posible y alguien pudiera no quedar completamente satisfecho con los resultados. A veces se intenta la negociación pero las necesidades básicas de las personas son incompatibles. Esto puede ocurrir en aquellos casos cuando no hay distinción entre las necesidades de una persona y su posición.

En esta situación lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de que cada persona acepte la conclusión a la que llegaron de manera pacífica. De nada habrá servido intentar resolver este problema si tu o la otra persona  insiste en traer a colación este asunto cada vez que haya oportunidad. Deben aprender a olvidar estos incidentes  y a disculparse y/o aceptar las disculpas uno del otro.