Recurrentemente, las críticas y las quejas que tenemos de los demás no son más que mentiras sobre sus habilidades o su desempeño. Son como pequeñas pedradas hacia el autoestima ajeno. Seriamos capaces de vivir en un mundo sin quejas.
Podríamos considerar las críticas y las quejas como un tipo de abuso verbal hacia los demás. En muchas ocasiones no hacemos esto por que pretendamos atacar a los demás de manera consciente, sino como un reflejo de los sentimientos de inferioridad o frustración que experimentamos y se manifiesta en quejas o críticas negativas.
Lo cierto es que muchas personas necesitan analizar a consciencia sus propias acciones antes de señalar o criticar las acciones de los demás o bien antes de quejarse sobre cuestiones que no comprenden por completo. Cuando una persona critica en nuestra presencia a un tercero, nos vemos identificados con la persona criticada, nos molesta. También pensamos que esta actitud prepotente del crítico no nos librará de críticas a nosotros con otras personas.
Las personas que suelen criticar a los demás suelen ser personas que crecieron siendo criticados por sus padres. Las críticas a menudo comienzan como un proceso erróneo de comunicación. En el mejor de los casos, las personas responden a las críticas a la defensiva o auto justificándose, pero en el peor de los casos, atacando los defectos de la persona que les critica. Es por ello que deseo compartir contigo un par de consejos que te ayudarán a manejar este tipo de situaciones:
Si vas a criticar: procura expresar tu opinión sin sugerirle a tu interlocutor que actuó de manera deficiente. Una crítica constructiva, con ánimo de mejorar las cosas debe ser aceptada con agradecimiento pues ofrece al receptor la oportunidad de mejorar o cambiar en lo que se ha equivocado y conseguir que las cosas funcionen mejor.
Para no responder a la defensiva: acepta tu responsabilidad cuando se te señale un error. Hay casos en los que la venganza o represalia se ejerce tranquilamente porque el receptor de la crítica lleva mal que señalen sus deslices.
La crítica constructiva debería ser siempre bienvenida aunque nos duela. Hay algunas condiciones para hacer más probable que pueda ser aceptada y germinar y es que al hacerla nos refiramos a los hechos, a las palabras o acciones cuidando de no atacar nunca a la persona misma porque en tal situación se sentirá ofendida.
Encontrar faltas en los demás no es el camino para que te guste lo que ves en ti mismo. Si eres una persona que se ha entrenado en buscar aspectos positivos, los encontrarás en ti mismo tanto como en los demás. Si eres una persona que se ha entrenado en buscar aspectos negativos, los encontrarás tanto en ti mismo como en los demás.