Afrontando los problemas de manera saludable

Ser saludable significa cuidar de uno mismo tanto física como mentalmente. Éstos son algunos de los mejores consejos para lograr dicho objetivo:

Afrontando los problemas de manera saludableDeja los malos hábitos. En realidad no “dejamos” las conductas dañinas, sino que las sustituimos por algo que evita las primeras y que no tienen sus efectos secundarios. Si tu problema es que comes en exceso cuando llegas a casa del trabajo, encuentra una nueva actividad que sea incompatible con el atracón al llegar a la cocina.

Por ejemplo, no es posible atracar el refrigerador y caminar veinte minutos al mismo tiempo. Para cambiar un hábito no basta con sólo tener las ganas, sino que se requiere de un esfuerzo adicional que va muy ligado a incorporar la disciplina unida a la acción.

Es probable que una persona “recaiga”, y eso está dentro de lo esperado. Siempre se puede retomar el proceso y aprender de los errores. Tienes que tener paciencia, aprender de tus errores y darte una segunda o tercera oportunidad. Esto es clave para fortalecer la voluntad, pero también lo es para la autoestima. Muchas veces eres tú quien se auto enjuicia con más dureza, sin ver ni reconocer los pequeños avances o triunfos.

Cultiva la relación con tu pareja.  Hoy las parejas no tienen espacios para el amor, de intimidad o de actividades en común que los hagan felices. Es muy habitual que al llegar a la casa se lleven la bandeja a la pieza y coman frente al televisor o al computador. Además, muchas veces cuando uno de los dos comienza a expresar sus sentimientos o lo que piensa, y no es lo que el otro quiere escuchar, esa persona se cierra y ya no quiere conversar. Eso afecta mucho la relación. Hay pequeñas acciones diarias que pueden ayudar a revitalizar una relación y mantenerla saludable en el tiempo. “La idea es salir del trabajo y llegar a la casa con una predisposición distinta, dejando el trabajo atrás, y darse el tiempo para lo cotidiano, ya sea salir en pareja, ir a comer o bailar, o ir a la feria. No se necesita tener dinero, sino que la intención de querer hacer las cosas.

Aminora tu estrés. l estrés es un problema de salud mundial. Todos nos enfrentamos a él a diario, el problema consiste en que muchos no saben como hacerlo de una manera efectiva. Cuando a nuestro cuerpo se le exige una carga extra de energía por presiones en el trabajo por estrés emocional, el organismo agota las reservas de energía y, en consecuencia, las reservas de vitamina B, lo que nos vuelve vulnerables a padecer depresión, insomnio o irritabilidad. Los efectos del estrés, mal de muchos, puede atenuarse siguiendo algunas recomendaciones. Por ejemplo tomarse entre dos y cinco minutos cada hora para relajarse o hacer alguna actividad diferente como escuchar música, tomar un vaso con agua, entre otros.

Otro punto es la alimentación, los psicólogos  advierte que tres comidas al día no son suficientes si es que el trabajo requiere largos espacios de concentración por lo que recomienda ingerir pequeñas raciones de alimentos a media mañana y a media tarde.

Maneja tu  ira.  La ira es una emoción totalmente normal y generalmente sana. Pero cuando está fuera de control y se vuelve destructiva, puede conducir a diversos problemas, como problemas en el trabajo, en las relaciones personales, y en la calidad general de la vida de una persona. Y puede dar la sensación de que se está a la merced de una emoción imprevisible y poderosa. A veces nuestra ira y frustración son causadas por problemas muy reales e inevitables en nuestras vidas. No toda la ira está fuera de lugar, y con frecuencia es una respuesta sana y natural a estas dificultades. Algunas personas tienen una creencia cultural de que cada problema tiene una solución, y su frustración aumenta al descubrir que no siempre es así. La mejor actitud para superar dicha situación es concentrarse no tanto en hallar la solución sino en cómo manejar y enfrentar el problema.

Por último, ten presente que solo existe “mente sana en cuerpo sano”.  Mantén una actitud positiva ante la vida, reduce las preocupaciones y el estrés y no te agobies con aquello que se escapa de tus manos, concentra tu energía en resolver los problemas que están a tu alcance y disfrutar un poco más de la vida. Ten siempre una afición, una actividad que disfrutes y hazla con frecuencia. Un deporte, una práctica, una distracción que te ayude a sentirte relajado y a conectar con tu cuerpo o tu mente, ésta es una gran forma de darle una pausa a las preocupaciones y ocuparte por un momento de ti y tu bienestar.

Cómo ahuyentar la negatividad

Todo el mundo sabe lo mucho que detesto la negatividad. Es tan terrible como destructiva.  Toda negatividad es resistencia. A menudo, la negatividad va desde la irritación o la impaciencia a la rabia furiosa, de un humor depresivo o un resentimiento sombrío a la desesperación suicida.

La negatividad se transmite y se contagia a distintos niveles y se permea al resto de nuestras vidas como una idea nociva que limita nuestras capacidades.

Algunos de los métodos más útiles para lidiar con la negatividad son:

1) Meditar: El meditar nos permite conectarnos con nuestra esencia y nuestra verdad interna y mientras más la practiquemos, más fácil se nos hace el poder volver a ese punto en el día a día y en cualquier situación.

 

2) Ser conscientes de la conversación: El estar atento a lo que la otra persona nos dice, y no estar pensando automáticamente en qué le responderemos a nuestro interlocutor, nos permite el poder reemplazar la idea negativa por una positiva, y nos permite elegir las emociones que queremos sentir mientras interactuamos con la persona, equilibrando nuestra vibración y no cayendo en la energía de la negatividad y reducir el estrés.

Quiero testimoniar que la negatividad es muy peligrosa para el ser y el hacer. Para el ser por la energía que consume y que permite que ella se conserve en el tiempo. Por ello, ejercicios rutinarios tales como la oración, la meditación o cualquier actividad que nos contacte con nosotros mismos y la belleza, adquiere mucha importancia a la hora de prevenir su incremento en nosotros.

La mente humana es un instrumento complejo y poderoso. Si no se usa adecuadamente genera malestar, ineficacia y, en definitiva, resultados pésimos, tal como estamos viendo hoy. Se sabe que nuestro cerebro es experto en crear patrones de pensamientos rutinarios, casi mecánicos. Pero no es muy bueno cambiándolos. Por eso nos cuesta tanto gestionar las crisis, que son tan necesarias para introducir cambios y poder así evolucionar. La negatividad es comúnmente creada en uno mismo por un individuo. Pensamientos, sentimientos, palabras e incluso una actitud negativa puede desarrollar la energía negativa en ti y a tu alrededor.

La buena noticia, es que podemos transformar nuestra actitud para convertirnos en personas optimistas, positivas y entusiastas por la vida. Una actitud positiva, animada y vital siempre nos impulsa a actuar, a disfrutar, a compartir y a vivir plenamente cada momento; Además, nos da una visión y una interpretación mucho más optimista de cada evento que se presenta en nuestro día. Nos protege de la afectación que nos puedan causar las demás personas y las circunstancias difíciles de la vida.

¿Es malo el conformismo?

El conformismo es un problema recurrente en nuestra sociedad ya que las personas no ven ni buscan la manera de superarse, este es un problema que afecta a personas de todas las edades y culturas, generalmente es la causa de la falta de progreso en muchos lugares.

Otro gran problema latente que puedo percibir, es que las personas mediocres y conformistas son extremadamente vulnerables a la manipulación. Siendo así, sería sencillo que cualquier pseudo intelectual, pseudo idealista pudiera controlar a esas personas sin que fuera cuestionado. Hay dos posibles razones para el conformismo de una persona. Una es que la conducta de los otros puede convencerle de que su juicio inicial era erróneo. Otra es que puede querer evitar un castigo (como el rechazo o el ridículo) u obtener una recompensa (como amor o aceptación) del grupo.
CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA CONFORMISTA: 
Una persona conformista está llena de ciertas características que por su conformismo salen a flote, entre ellas están:
• Tiene Falta de una “Felicidad Real” y es una persona aislada de los demás.
• El conformismo, en la mayoría de las veces, no es otra cosa que temor al fracaso.
• Es una persona “auto-justificada”, ejemplo: «para que quiero más, si con lo que tengo me alcanza y me sobra» (normalmente no le alcanza y mucho menos le sobra), o de lo contrario dice «yo no soy ambicioso» (la realidad es que le teme a ambicionar o desear algo y no poder alcanzarlo).
• Un conformista nunca piensa en mejorar, en salir adelante.
• Por lo general son personas mediocres, es decir personas que comienzan algo y no lo terminan.
Si tomamos en cuenta lo que hemos mencionado hasta aquí, podemos aseverar que el conformismo es la contrapartida de la lucha para obtener algo.

La conformidad, no obstante, no es siempre mala. Si nadie adecuara sus conductas a las normas de grupo, nunca sabríamos lo que podemos esperar, y estaríamos constantemente enfrentados a un montón de decisiones relacionadas con las actividades cotidianas. No podríamos contar con que los demás conductores se pararan ante un semáforo en rojo, etc. La mayoría de las veces, el comportamiento conformista es, simplemente, conveniente, tanto para nosotros como para los demás.

La clave está en saber cuando es apropiado y cuando entra en conflicto con normas y valores más importantes. Esto es a menudo difícil, incluso para personas que ocupan altos puestos. Una consecuencia de que el hombre sea un animal social es vivir en un estado de tensión entre valores asociados a la individualidad y valores asociados al conformismo.
No estoy diciendo que la gente deba ser ambiciosa y deban hacer todo lo posible por lograr el éxito. No. Cualquier cosa en exceso es mala, dañina. Pero tampoco es posible mantenerse totalmente pasivos sin importar lo que está pasando a nuestro alrededor.
El conformismo es la mayor razón del fracaso de las personas. Para superar el conformismo es necesario ser mas optimistas y deshacerse del cualquier excusa miedo o limitación que cada persona crea tener o sentir.

Cómo cultivar la curiosidad hacia los demás

Mostrar genuina curiosidad por las personas es por mucho, la mejor manera de fortalecer nuestras relaciones inter personales. La curiosidad nos lleva a hacer preguntas y escuchar las historias que nos comparten. Nos hace preguntarnos sobre las posibilidades de conectarnos realmente con esa persona. Nos ayuda a pensar de forma creativa y tener una visión más profunda.

Si solo nos interesa lo nuestro, nuestra sabiduría se ve muy limitada. Las personas que saben de algo, por lo general, suelen transmitir con pasión aquello que dominan, y con deseo de aprender y un poco de humildad, podemos aprender mucho de la convivencia con los demás, y también enseñar.

Uno de los errores más frecuentes que tenemos  al comunicarnos  con las personas es precisamente ese, que no nos comunicamos. Probablemente tú tampoco lo hagas. Precisamente ese es el problema, que algunos hablamos mucho. Otro problema es “escuchar”,  hacer como si uno escuchara, pero realmente sin hacerlo. El secreto es tan sencillo que a veces no lo creemos. El secreto es: Interésese sinceramente por los demás.

Interésate  sinceramente por los demás. Cuando digo sinceramente deja de pensar en lo que vas a ganar. Escucha atentamente, da si puedes dar, sirve, ayuda, y deja de esperar algo a cambio, porque cuando realmente necesites algo, puedes estar seguro de que alguien lo hará por ti.

Piensa en alguno de los reporteros más destacados; ellos utilizan la curiosidad para permitirse indagar más en los demás, logrando llevar a su audiencia las  ideas  concretas de sus entrevistados: lo que los motiva, lo que los inspira, lo que los forja y los influencia.

De la misma manera puedes utilizar  las mismas técnicas al tratar con la gente que te rodea. Al mostrar una curiosidad respetuosa, demuestras que estás interesado en lo que tengan que decir. Evidencias tu interés por ellos, haciéndolos sentir valorados e importantes.

Algunos ejemplos de esta manera de mostrar curiosidad, incluyen:

Las preguntas que piden “porqués”. Nuestras vidas pueden ser una serie de experiencias digeridas, lo que quiere decir que, si bien a menudo podemos narrar nuestras experiencias vividas, no necesariamente procesamos el significado de esas experiencias. Al preguntar “porqué” podemos ayudar a la persona que está hablando a lograr una mayor comprensión acerca de por qué se tomaron ciertas decisiones o llegaron a ciertas conclusiones.

Es muy importante y necesario que sepamos escuchar a los demás cuando nos tienen que contar algo, sin interrumpirles ni juzgarles. Sin embargo, esto cada vez se hace menos porque todos queremos llevar el protagonismo de la conversación y que nos escuchen.

Hay que escuchar de forma activa, prestando atención a lo que nos cuentan los demás y a cómo se sienten. Escuchar activamente supone captar todos los mensajes del otro interlocutor para que se desahogue o nos transmita todo lo que tiene que decir sobre un tema, sin interrupciones de ningún tipo, a no ser que os pregunte algo sobre ese tema. Cuando finalice, podrás dar tu  opinión sobre ese asunto porque además conocer  el sentir de la otra parte que te permitirá poder posicionar sin juzgar a la otra parte.

Por supuesto, escuchar de forma activa lleva implícito respetar las opiniones de las otras partes sin intentar convencerles cuando puedas hablar vosotros de tu  punto de vista. En caso de que las posturas sean muy distintas, deberás  intentar llegar a un consenso adecuado para ambas partes. Cada parte tiene su opinión, igualmente aceptable y respetable que la del resto.

En conclusión, escuchar de manera efectiva implica algo más que el simple acto de evitar el hábito de interrumpir a los demás cuando hablan, o acabar sus frases. Implica sentirse complacido con escuchar la totalidad del pensamiento de alguien, en lugar de aguardar impacientemente una oportunidad para responder.

La importancia de creer en uno mismo

La imagen que cada quien tiene sobre sí mismo influye definitivamente en el desarrollo profesional y personal, ya que actuará directamente sobre la autoestima. Las personas que no tienen confianza en sí mismas se infravaloran constantemente, y no imaginan que otros puedan encontrarles alguna cualidad. La falta de confianza simplemente les impide tomar iniciativas e ir hacia adelante. No creen en lo que hacen, así que dejan de intentarlo.

La importancia de creer en uno mismoEn ese concepto sobre uno mismo, se concentran los valores personales, la percepción que se tiene del mundo, los modelos con lo que nos identificamos así como todas las referencias para la propia vida. Es un sentimiento que depende de nosotros, de cómo nos desenvolvamos en nuestro entorno y de nuestras relaciones con los demás. Va creciendo según nuestra actitud ante las circunstancias y según nuestra forma de ver las cosas.

Sin embargo, es bien sabido que una gran cantidad de confianza se puede ganar al tener una actitud positiva. Debemos optar por centrarse en la gran cantidad de cosas en la vida que valen la pena, al igual que su familia, amigos, las flores, el canto de los pájaros o la música hermosa. Hay muchas cosas positivas en este mundo, sino que elegimos ignorar.

Si deseamos que los demás crean en nosotros, tenemos que ser nosotros los primeros en transmitir esa confianza creyendo en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. Si estamos convencidos de nuestra valía personal, los demás también creerán en ella.

 

Si la proyectamos según el concepto o la opinión que los demás tengan de nosotros, estaremos debilitando y destruyendo la confianza en nosotros mismos y, por tanto, nunca conseguiremos transmitirla. La confianza nunca viene dada de fuera, depende de nosotros, de lo válidos que nos consideremos para llevar a cabo la vida que hemos elegido.

Las críticas  – pese a que a nadie le gustan – suelen ser una buena manera de saber cuánto estás avanzando porque muchas personas se ponen a ver lo que tú estás haciendo, ya sea lo que tú estás escribiendo, desarrollando, componiendo o pintando. Es bueno interpretar las críticas de manera positiva para creer en ti mismo, porque ese poder lo tenemos nosotros. No sirve de nada interpretar las críticas de manera negativa, ¿Por qué?, si luego nos sentiremos mal por ello, de haber trabajado tanto por algo y luego pensar que no vale nada.

Aquello que necesitas para confiar en ti mismo se encuentra en tu interior.  Es una posición que eliges adoptar para presentarte ante el mundo y que va creciendo en tu interior conforme desarrollas los pilares que sostienen esa postura.

Muchas de las inseguridades que sientes día a día son probablemente debidas a conceptos heredados de tu familias. Esto pasa sobre todo en las personas que no han sido apoyadas positivamente por sus familias y/o entornos de crianza y que han absorbido de esta etapa prejuicios y creencias limitantes que les siguen a través del camino de la vida impidiéndoles ver las posibilidades que se abren ante ellos para crear un futuro mejor.

En lugar de conectarte con tus inseguridades y tu baja autoestima, tienes que buscar conectarte a fondo con las mejores partes de ti y con aquello que quieres alcanzar para sobreponerte a esta fea sensación.