Las personas más altamente eficaces son caracterizadas por tener una vida, no necesariamente una vida completamente controlada y segura, pero si con planes y con objetivos que cumplir, cosa que solo entenderás si eres una persona segura de ti misma.
No siempre es sencillo ni mucho menos fácil poder conservar ese tipo de equilibrio con tu vida sin que afecte; tu autoestima, tu estado de ánimo actual, la forma en como percibes el mundo y lo más importante, tu motivación.
Pero siempre hay una forma de mantenerse fuerte ante todo lo que puedas tener que afrontar en tu carrera rumbo a tus deseos y anhelos. En esta oportunidad te damos los secretos fundamentales para no desfallecer ante las dificultades que esto supone.
1.- No precipitarse
Cuando las adversidades se te presenten es muy importante que ante todo mantengas la calma. Es muy fácil decirlo y nada de hacerlo, pero debes aprender a hacer de esta virtud tu mejor aliada durante toda tu vida.
El poder conservar tu cabeza fría, te dará la oportunidad de decidir el mejor rumbo ante una dificultad que puede parecer que, es el fin de un camino. No la hagas una práctica casual, adóptala como estilo de vida.
2.- Análisis de la situación
No todo esté perdido una vez que has leído o recibido el primer comentario que pueda arruinar el único plan o propósito que tenías. Siempre hay más opciones y más vías, pero cuando no, hay más posibilidades.
Fracasar es doloroso pero necesario, pero te llevará al éxito y lo hará dándote una experiencia que pocos tendrán y que muchos aprecian. Por lo que aunque pierdas en algo, siempre hay cosas positivas que sacar de ello aunque no lo parezca y te harán mejor comerciante, persona y ser.
3.- Planificar la respuesta
Si tienes la oportunidad de tomar decisiones, trata de tomarte una buena cantidad de tiempo para elegir la más adecuada. No siempre lo más barato es lo mejor, puesto que a veces es lo que termina saliendo más caro. Y no siempre lo más caro o difícil significa menos ganancias.
Trata de reservar tiempo para tus investigaciones y profundiza, no limites tu búsqueda a nombres. Usa terminología, trata de indagar en las posibilidades y si algo no te ofrece detalles que has notado que podrían ser importantes, opta por una opción que sí te los ofrezca.
4.- Toma de decisiones
Si ya has tomado muy en cuenta el paso anterior y haz agotado todas las posibilidades para evitar tus dudas o caer en incertidumbres, considérate en el momento oportuno de tomar una decisión.
La toma tiene varios puntos en los que, entre más inflexión de cada propuesta, mejor es. Para ser más claros, ten en cuenta:
Ganancia o aspectos positivos, posibles fallos o problemas que puedan conferir la opción, disponibilidad, riesgo, tiempo en que se obtendría lo esperado, entre otras cosas.
Mientras menos tengas que ceder en función de lo que quieres conseguir es la forma en cómo decidirás a optar por una opción u otra.
5.- Control
Una vez haz hecho una perfecta ejecución de los pasos anteriores a este, es fundamental que tengas en cuenta que este último paso supone una etapa completamente destinada a la observación, recopilación y manejo de información.
Ello supone que debes estar muy bien situado en los puntos anteriores y fijar tu atención en ver y saber si tus acciones anteriores corresponden, ayudan y permiten el logro de los objetivos y metas que has trazado.
No obstante, en ocasiones es imprescindible que hagamos acto de aparición para interferir en el proceso y cerciorarnos de primera mano que todo va “viento en popa”. A veces solo es cuestión de corregir o aclarar, más es necesario.
El proceso de control está muy adaptado para y dirigido a ofrecer en todo momento una sola cosa por encima de su funcionalidad base o bien llámese, resultado. Y es que este proceso se hace para darle a su operador y encargado, una experiencia adquirida e inigualable en lo que representa el histórico de una situación.
Además de esto, supone una auténtica oportunidad de lo que representa ser un líder y de emplear el liderazgo dentro de una compañía, organización, fundación o causa compartida.
La fase de control es completamente determinante dentro de la repetición del proceso. Esto es algo que no solo es aplicable a una ocasión o un conjunto de las mismas.
Este tipo de sistematización metodológica es aplicable a toda una infinidad de situaciones, ya que la misma está extraída y basada en comportamientos del área de estudios sociales dentro de la especialización administrativa.
Por lo tanto, al haber leído esto, tienes una de las mejores armas para afrontar problemas, mediar situaciones o lograr triunfar en un entorno cualquiera.