¿Podemos confiar en la intuición?

Steve Jobs durante el famoso discurso de apertura de la Universidad de Stanford en el 2005 le aconsejó a los estudiantes a “no permitir que las opiniones de los demás ahogasen su propia voz interior” sino que “tuvieran el coraje para seguir su corazón y su intuición”.

Pocos profesionales en la materia niegan que poseamos una mente perspicaz con Steve Jobs durante el famoso discurso de apertura de la Universidad de Stanford en el 2005 le aconsejó a los estudiantes a “no permitir que las opiniones de los demás ahogasen su propia voz interior” sino que “tuvieran el coraje para seguir su corazón y su intuición”.

Pocos profesionales en la materia niegan que poseamos una mente perspicaz con una gran fortalece, una gran alegría u una gran creatividad. Sin embargo, como científicos su tares es la de comprender como es que nuestra mente funciona.

Reconocer la intuición puede ser una gran herramienta para tomar mejores decisiones, libres de prejuicio y sin la carga emocional que por lo general tienen nuestras acciones. Pero aprender a reconocerla no es fácil, primordialmente porque nunca lo hemos practicado.

La intuición es el primer chispazo que se nos viene a la cabeza cuando queremos tomar una decisión. Muchas veces el qué es la intuición se confunde con otro tipo habilidades que poseemos como seres humanos, lo que sin duda nos aleja de poder usarla de manera efectiva en las decisiones que tomamos en el día a día.

Algunas definiciones del diccionario nos dicen que la intuición es: “La facultad de conocer, o conocimiento obtenido, sin recurrir a la deducción o razonamiento”, “Percepción clara, íntima, instantánea de una idea o verdad, como si se tuviera a la vista y sin que medie razonamiento”.

Por tanto nos podemos referir a la intuición como cualidad de los intuitivos, como acción de intuir y también como mensaje intuido.

Tal vez al intentar entender cómo nuestras intuiciones pueden engañarnos es que podríamos aprender a dominar la perspicacia de nuestra mente y así cultivar una mayor fuerza, así como la capacidad creativa y reflexiva.

Te aseguro que podemos encontrar un sin fin que tratan de explicar cómo funciona la intuición y de ellos puedo destacar en particular, que se ha puesto de moda afirmar que los métodos intuitivos para pensar y tomar decisiones son superiores a los métodos analíticos.

Esto es un argumento tentador ya que la intuición a menudo se asume como una manera de elegir cosas de manera rápida sin tener que recurrir a la deliberación racional.

Y, si bien es cierto que la intuición puede tomarnos el pelo muchas veces, – sobre todo cuando nos dejamos guiar por ella en una situación en la cual no tenemos experiencia alguna -.

Sin embargo, muchas personas opinan que mientras mayor es la experiencia que poseemos sobre un tema determinado mayor será la velocidad con la que el cerebro crea ciertas conexiones, lo que agiliza por ende la toma de decisiones.

Es en esas circunstancias en las que la intuición se vuelve la manera más adecuada de dar solución a un problema.

Cuando la intuición es la que lleva las riendas te resultará un tanto más difícil justificar tu respuesta o decisión sobre todo si se trata de una situación que implica a otra u otras personas.

Por ejemplo si quieres iniciar un negocio y tú socio simplemente no está seguro de ello porque te has basado en tu intuición para tomar decisiones importantes.

Soy de la opinión de que no es lo más conveniente mostrarte indiferente hacia alguien con una gran experiencia en su campo que toma una importante decisión intuitivamente, y sin embargo prefieres dejarte aconsejar por interminables razonamientos, discusiones, datos y estudios que, al contrario de lo que se piensa, no hacen más que nublar el horizonte y arruinar las ideas.

Es importante tomar en cuenta que una intuición es como el agua que se evapora y es tan frágil como el recuerdo de un sueño al despertar. A veces el escepticismo, los prejuicios y convencionalismos, hacen que perdamos de vista la idea inicial que nos había traído la intuición.

Es por esta causa que es conveniente anotar inmediatamente lo que se recibe. No es suficiente reconocer una intuición, se la debe comprender y obedecer aunque a veces pueda parecer desagradable.

La gran virtud de la intuición es justamente que surge previa al proceso de enmascaramiento de la realidad. No se saca ningún provecho con ella a pesar del gran beneficio que podría reportarte si te acostumbraras a percibir sus señales o indicaciones.

La intuición ayuda al ser humano a captar una situación, hecho o persona que podría ser perjudicial. A menudo el miedo a que nuestra intuición tenga una justificada realidad nos hace bloquearla, negarla obstaculizando su reflexión.

Una gran fortaleza, una gran alegría o una gran creatividad. Sin embargo, como científicos su tares es la de comprender como es que nuestra mente funciona. Reconocer la intuición puede ser una gran herramienta para tomar mejores decisiones, libres de prejuicio y sin la carga emocional que por lo general tienen nuestras acciones. Pero aprender a reconocerla no es fácil, primordialmente porque nunca lo hemos practicado.

La intuición es el primer chispazo que se nos viene a la cabeza cuando queremos tomar una decisión. Muchas veces el qué es la intuición se confunde con otro tipo habilidades que poseemos como seres humanos, lo que sin duda nos aleja de poder usarla de manera efectiva en las decisiones que tomamos en el día a día.

Algunas definiciones del diccionario nos dicen que la intuición es: “La facultad de conocer, o conocimiento obtenido, sin recurrir a la deducción o razonamiento”, “Percepción clara, íntima, instantánea de una idea o verdad, como si se tuviera a la vista y sin que medie razonamiento”.

Por tanto nos podemos referir a la intuición como cualidad de los intuitivos, como acción de intuir y también como mensaje intuido.

Tal vez al intentar entender cómo nuestras intuiciones pueden engañarnos es que podríamos aprender a dominar la perspicacia de nuestra mente y así cultivar una mayor fuerza, así como la capacidad creativa y reflexiva.

Te aseguro que podemos encontrar un sin fin que tratan de explicar cómo funciona la intuición y de ellos puedo destacar en particular, que se ha puesto de moda afirmar que los métodos intuitivos para pensar y tomar decisiones son superiores a los métodos analíticos.

Esto es un argumento tentador ya que la intuición a menudo se asume como una manera de elegir cosas de manera rápida sin tener que recurrir a la deliberación racional.

Y, si bien es cierto que la intuición puede tomarnos el pelo muchas veces, – sobre todo cuando nos dejamos guiar por ella en una situación en la cual no tenemos experiencia alguna -.

Sin embargo, muchas personas opinan que mientras mayor es la experiencia que poseemos sobre un tema determinado mayor será la velocidad con la que el cerebro crea ciertas conexiones, lo que agiliza por ende la toma de decisiones.

Es en esas circunstancias en las que la intuición se vuelve la manera más adecuada de dar solución a un problema.

Cuando la intuición es la que lleva las riendas te resultará un tanto más difícil justificar tu respuesta o decisión sobre todo si se trata de una situación que implica a otra u otras personas. Por ejemplo si quieres iniciar un negocio y tú socio simplemente no está seguro de ello porque te has basado en tu intuición para tomar decisiones importantes.

Soy de la opinión de que no es lo más conveniente mostrarte indiferente hacia alguien con una gran experiencia en su campo que toma una importante decisión intuitivamente, y sin embargo prefieres dejarte aconsejar por interminables razonamientos, discusiones, datos y estudios que, al contrario de lo que se piensa, no hacen más que nublar el horizonte y arruinar las ideas.

Es importante tomar en cuenta que una intuición es como el agua que se evapora y es tan frágil como el recuerdo de un sueño al despertar.

A veces el escepticismo, los prejuicios y convencionalismos, hacen que perdamos de vista la idea inicial que nos había traído la intuición.

Es por esta causa que es conveniente anotar inmediatamente lo que se recibe. No es suficiente reconocer una intuición, se la debe comprender y obedecer aunque a veces pueda parecer desagradable.

La gran virtud de la intuición es justamente que surge previa al proceso de enmascaramiento de la realidad. No se saca ningún provecho con ella a pesar del gran beneficio que podría reportarte si te acostumbraras a percibir sus señales o indicaciones.

La intuición ayuda al ser humano a captar una situación, hecho o persona que podría ser perjudicial. A menudo el miedo a que nuestra intuición tenga una justificada realidad nos hace bloquearla, negarla obstaculizando su reflexión.

Para deshacerse de los malos hábitos

A menudo nos encontramos con hábitos de dos clases: los buenos y los malos. Es muy sencillo reconocer los buenos en uno mismo, pero normalmente es mucho más sencillo señalar los malos en los demás. i bien los malos hábitos son los que reciben la mayoría de nuestra atención, no son los únicos que deben ser analizados. A veces, los buenos hábitos necesitan de una reevaluación, y cuando no den la talla, deberían ser cambiados. Los malos hábitos que son más fácilmente identificados suelen ser abaquismo y el alcoholismo, el abuso de drogas, el trastorno obsesivo compulsivo, el juego, la compulsión sexual y la adicción al trabajo.

malos habitosEl problema es que los malos hábitos proveen gratificación instantánea, son un escape del dolor de la realidad de la vida. Puede ser dar portazos, insultar, romper cosas, maldecir, gritarle a tu esposa. Puede ser injuriar a los familiares, arrojar objetos, prender un cigarro, o echarse un trago. Todas estas cosas llegan a controlarnos y lo que sucede es que nos hacen prisioneros de nuestros propios reflejos condicionales. Entre más ignores esos malos hábitos o los trates de justificar diciendo: “¡Es que así soy yo!” Más arraigados y destructivos llegan a ser. Por lo regular crecen sin que te des cuenta hasta que ya han hecho serios avances en tu vida. la causa de los malos hábitos que posees eres tú mismo. Es tu actitud mental, alimentada por los pensamientos que depositas en tu mente subconsciente, la causante de tu hábito.

¿Quién controla tus pensamientos? Tú. Entonces, no tienes que seguir buscando razones. Cuando tu deseo de abandonar ese hábito destructivo es muy fuerte y quieres sustituirlo por un hábito constructivo, mantén la fe de que lo lograrás y te sentirás aliviado. Puedes sacar algo bueno de tu sufrimiento. No ha sido en vano, pero no tiene ningún sentido seguir sufriendo. Asume el control de tu vida reacondicionando tu mente. Responsabilizarte por tu vida significa pensar de manera constructiva y armoniosa. Romper con ul mal hábito es realmente sencillo: basta con dejar de alimentarlo. Deja al mal hábito morir de hambre y estás en camino de sacarlo de tu vida. Por lo tanto es necesario desarrollar un buen hábito para reemplazar el mal hábito. Por ejemplo, si usted tiene el hábito de pensar negativamente, usted debe reemplazarlo con el hábito de pensamientos positivos. Cuando los pensamientos negativos vienen, lo utilizan como un disparador para empezar a pensar en pensamientos positivos. O si usted tiene el hábito de comer alimentos poco saludables, usted puede comenzar a desarrollar el hábito de comer alimentos saludables. Eso sí, no dejar el espacio vacío. Actuar o no actuar por miedo, es una forma segura de sabotear tu desarrollo personal; y dejar que el miedo nos paralice es uno de los peores hábitos mentales.

La vida es para los valientes y la valentía es un don que todos poseemos. Desarrolla ese don. Aprende a luchar aunque te tiemblen las piernas. para generar cambios se necesita motivación y ésta sólo puede nacer de la persona que anhela esa transformación. La opinión del resto no tiene tanto peso como la propia convicción de ser una persona distinta, alguien mejor. Para que no te frustres tan rápido y abandones el proceso de cambio, debes ser perseverante, confiar y comprometerte contigo mismo. Si bien la fuerza de voluntad varía entre una persona y otra, por eso no es bueno entrar en comparaciones.

Los procesos son distintos para todos y también lo son las motivaciones. Asumir que se necesita más o menos tiempo dejar malas costumbres sin atormentarse por eso, es un factor crucial para alcanzar los objetivos trazados. También es importante que no seas duro contigo mismo por no cumplir las metas. Tienes que tener paciencia, aprender de tus errores y darte una segunda o tercera oportunidad. Esto es clave para fortalecer la voluntad, pero también lo es para la autoestima. Muchas veces eres tú quien se auto enjuicia con más dureza, sin ver ni reconocer los pequeños avances o triunfos.

Todos tenemos alguna conducta equivocada, tal como rumorear con los compañeros de trabajo o ser impuntual. Estos comportamientos no te hacen una mala persona y probablemente no te dejarán sin empleo, pero su “efecto acumulativo” podría generar una mala impresión e incluso causarte problemas con las personas que te rodean.

¿Cómo lograr tu máximo potencial?

Las capacidades y habilidades con las que nacemos son parte de lo que conocemos como “potencial” Todo ser humano tiene por lo menos un don, un talento, alguna habilidad. Tu don siempre es para el beneficio de otro. Cuando tu ejerces tu don, talento y habilidad estarás generando a tu alrededor y en la vida de otras personas una atmosfera de progreso que inspirara a otros a de igual manera desatar su potencial. Usa lo que tienes para bendecir a otros frecuentemente.

Cómo lograr tu máximo potencialUna parte importante de ese potencial se utiliza día a día, se detecta, identifica y aprovecha de forma práctica y cotidiana. Es lo que nos permite aprender, tomar decisiones, actuar y relacionarnos con los demás. Es esa parte de nuestro cerebro que siempre, o casi siempre, está funcionando. Ese aprovechamiento del potencial humano es lo que llamamos Recursos Naturales del Individuo. Todos los tenemos y prácticamente desde el primer instante de nuestro nacimiento iniciamos su aprovechamiento. A veces con un gran esfuerzo y otras veces casi sin darnos cuenta, vamos generando recursos, aprendiendo a hablar y a expresarnos, a ver y comprender el mundo que nos rodea, a encontrar y contactar con otros.

Otra parte de ese potencial lo intuimos. Sabemos que está ahí porque constantemente vemos su rastro, ya sea en nosotros mismos o en otras personas. Es lo que habitualmente conocemos como aptitudes.

A menudo pensamos que ese nivel de destreza y eficacia está sólo al alcance de unos pocos, pero no es así. En nuestra sociedad frecuentemente se confunden la competencia y el éxito, por lo que es importante señalar que no son lo mismo ni tienen por qué ir parejos. Las personas de “éxito” dependen de los mecanismos económicos, políticos y mediáticos. Sin embargo las personas que son competentes dependen de sí mismos y cómo hagan las cosas. Su secreto, en principio, es sencillo: Esas personas consiguieron identificar su potencial en la faceta más adecuada para desarrollarlo, y lo hicieron hasta alcanzar sus objetivos.

Comprender cómo funciona la mente te ayudará a lograr con mucha mayor rapidez aquello que deseas alcanzar. El uso de la mente es crucial cuando se trata del establecimiento de metas, superar temores o fobias, perder peso, dejar de fumar entre otros tantos propósitos.

Pero si existe un motivo por el que la gente a menudo se da por vencida cuando intenta lograr alguna de estas cosas, es precisamente porque no saben cómo sacarle el mayor potencial a su mente. Cada pensamiento o idea que tenemos representa una reacción física. Tus pensamientos pueden afectar no solo tu mente sino también el funcionamiento de tu cuerpo. Aunque una persona se puede sentir preocupada o estresada sobre un problema en específico, estos pueden verse reflejados en su estómago, que a su vez pueden conllevar a ulceras, diarrea o congestión. Los pensamientos de enojo puede estimular la producción de adrenalina en la sangre que a su vez repercute en otras áreas del cuerpo.

Los pensamientos que producen ansiedad y temor pueden afectar tu pulso. Un ejemplo de ello es lo que ocurre cuando una persona piensa que va a tener un mal rendimiento durante un examen, o bien que las cosas saldrán mal cuando ni siquiera existe la teoría de ello. No solo debemos intentar mantener a raya estos pensamientos negativos por cuestiones de salud, sino porque éstos mismos actúan como un limitante al momento de desarrollar nuestro potencial.

Y es que esto tiene lógica ya que no podemos tener ideas opuesta al mismo tiempo. Por ejemplo, no podemos estar felices cuando nos sentimos desdichados por alguna cosa. Solo podemos tener, o una u otra cosa. Solo podemos desarrollar un solo sentimiento en un momento determinado por lo que estado, tus ideas, tus sentimientos y tus emociones también pueden ser de gran ayuda para lograr el desarrollo de tu máximo potencial.

Tenemos que luchar por nuestro desarrollo personal, hay que  tener una perspectiva , una visión, esto nos dará opciones de dar lo mejor de nuestras vidas.  Si hacemos esto nunca tendremos que pensar si hemos dado lo mejor de nosotros mismos y si la vida que hemos vivido ha merecido la pena. Ten una visión, exprime tu potencial,  que lo mejor de tu vida está por llegar.

Se necesita mucha práctica para empezar nuevos hábitos en nuestras vidas, pero al empezar a cambiar las cosas significa que nos estamos empoderamiento para impulso mucho más rápido y en última instancia, nuestro éxito. Recuerda: que siempre estamos aprendiendo que los adultos, sino que es un proceso continuo que nos permita llegar a ser lo mejor que podemos ser.

 

Una vida con dosis más bajas de estrés

El estrés es un elemento presente en la vida de toda persona. Algunas personas saben sobrellevar su estilo de vida ocupado y son capaces de lidiar con el estrés de manera efectiva a diario. Otras personas por el contrario, se sienten tensas todo el tiempo y se sienten abrumados por el más mínimo cambio de sus actividades establecidas en su rutina. La mayoría de las personas viven en un punto intermedio de estrés aunque cuando éste se dispara puede resultar problemático. El estrés se vuelve peligroso cuando una persona:

Frustrated Woman at Computer With Stack of Paper– No puede  dormir adecuadamente debido a que las preocupaciones le quitan el sueño.

– Se siente impaciente o irritable a la menor provocación.

– No es capaz de concentrarse en una sola cosa debido a sus preocupaciones.

– Se le dificulta mucho tomar decisiones.

– Bebe o fuman más.

– No disfrutan demasiado de los alimentos.

– Son incapaces de relajarse pues siempre siente que hay algo que deberían estar haciendo.

– Se sienten tensos. A menudo existen síntomas físicos que se deben a las hormonas, como:

-Sentirse enfermos (nauseabundos)

-Sentir un nudo en el estómago.

-Sentir las manos sudorosas.

-Sentir la boca seca.

-Sentir el corazón acelerado.

Dolor abdominal y tensión en los músculos.

Te preguntarás si ¿El estrés es dañino? Pues bien, Estudios recientes mostraron que en realidad el estrés es un modo de defensa del cuerpo y que es una cosa buena, ya que en corto plazo alarga  la capacidad de trabajo y rapidez de hacer las cosas. Sin embargo, a largo plazo puede tener consecuencias catastróficas, ya que poco a poco va disminuyendo la capacidad mental, produce problemas como insomnio, gastritis, colitis, e incluso un paro cardiaco, además de la falta de atención debido a que se piensa en cosas que parecen más importantes, pero que en realidad sólo disminuyen la capacidad de trabajo, etcétera.

Y ahora bien ¿Cómo podemos evitar el estrés? Las causas del estrés han cambiado enormemente, pero la primitiva respuesta del ser humano ante ellas ha permanecido inalterada. La civilización ha creado nuevas presiones, que ponen a prueba nuestra capacidad de sobrevivir. El empleo de esta facultad física ya no sirve para enfrentarse a las situaciones estresantes de la vida cotidiana en el mundo moderno; por tanto, muchas veces el cuerpo no da la respuesta adecuada a estos problemas. Ello no resulta perjudicial en sí mismo, siempre y cuando podamos liberar la energía y la tensión generada por la reacción de lucha o huida.

Sin embargo, a menudo nos enfrentamos, de manera continua, con situaciones que excitan inconscientemente nuestro organismo, acumulando energía que luego no utilizamos. La presión física se acumula y, a la larga, puede llevar al agotamiento y a la enfermedad.

 Para evitar este tipo de situaciones, tenemos que:

Aprender a liberar la presión (por ejemplo practicando ejercicios) o a «apagar» la reacción de excitación, adoptando una técnica de relajación consciente. El momento en el cual la excitación positiva y administrable se convierte en un exceso de estrés poco saludable no es el mismo para todos los seres humanos. La personalidad, el comportamiento, y la manera de vivir influyen en el nivel de estrés. El estrés se acumula, por medio de emociones, como la agresión, la impaciencia, la ira, la ansiedad, y el miedo, emociones que desencadenan la reacción del organismo ante el estrés. Una dieta poco saludable, el tabaco, las bebidas alcohólicas y las drogas también pueden ayudar a incrementar las tensiones físicas. El estrés puede surgir de situaciones en el trabajo, en la casa, en las relaciones, puede ser el resultado de conflictos emotivos internos, del entorno, de la dieta, de la mala salud, de los apuros económicos y de ciertas situaciones importantes en la vida de un ser humano: los partos, los fallecimientos, el matrimonio, el divorcio, o la enfermedad crónica de un familiar.

El estrés es parte de nuestras vidas, todos hemos experimentado una situación de estrés al hablar en público, al dirigirnos a un lugar desconocido, al manejar por primera vez nuestro auto, al viajar, etc.Sin embargo el  estrés negativo no es de ninguna utilidad y no comporta ninguna ventaja.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que la inversión en prevención del estrés es mínima en comparación con el ahorro de costes y todo el tiempo que invertirás al tratar las enfermedades o malestares que el estrés pudiera acarrearte.

Motivos para no escatimar con el sueño

Las personas suelen prepararse con anticipación para las fiestas, para los exámenes o para cualquier otro evento que requiera de afinar detalles y trazar planes. Sin embargo, muy pocas se dan a la tarea de asegurarse una buena noche de sueño y hacer de éste una de sus prioridades diarias. Cuando no nos procuramos un tiempo adecuado de Motivos para no escatimar con el sueñosueño que oscile entre las siete y nueve horas, no es solamente a la somnolencia  y el mal humor durante el día a lo que nos arriesgamos. Por extraño que parezca, se acuerdo a la National Sleep Foundation, más del 35% de los adultos tienen una rutina diaria de sueño menor a  7 horas. Algunas de las posibles consecuencias de dormir muy poco o de un mal dormir implican problemas en el sistema cardiovascular, endocrino, inmune y nervioso, por ello podemos asegurar que una gran parte de la población padece de problemas crónicos de sueño, como insomnio o apnea del sueño, que a su vez afectan el funcionamiento y rendimiento diario del cuerpo.

Recientes investigaciones sobre el sueño ha arrojado los siguientes resultados:

-Mientras menos, más. De acuerdo a un reporte del Institute of Medicine publicado en el 2006, entre las personas que duermen menos de siete horas por noche, mientras menor  fue la cantidad de sueño conseguido mayor fue su tendencia a padecer obesidad. Esto puede relacionarse con otro descubrimiento que afirma la que falta de sueño parece descontrolar las hormonas del hambre. La leptina, que es la encargada de suprimir el apetito, disminuye mientras que la grelina, que es la encargada de estimular el apetito, se dispara.

-La tendencia a elegir incorrectamente los alimentos. Un estudio publicado en el 2008 por el Journal of Clininal Sleep Medicine encontró que las personas con apnea obstructiva del sueño o con algún otro trastorno grave de respiración durante el sueño eran aquellos que tenían una dieta alta en colesterol, proteínas, grasas saturadas y otro tipo de grasas, siendo las mujeres las que se veían mayormente afectadas.

– La diabetes va de la mano con los problemas del sueño. Un estudio del 2005 publicado por la revistas Archives of Internal Medicine descubrió que las personas que lograban solo cinco o menos horas de sueño por noche tenían un 2,5% más de probabilidad de ser diabéticos, mientras que los que dormían entre seis o más tan solo presentaron un 1,7% de probabilidad.

– Los riesgos para el corazón. Otro estudio del 2003 demostró que los ataques al corazón fueron 45% más probables en mujeres que dormían 5 horas o menos por noche en comparación a aquellos que durmieron más. Un estudio realizado en el 2008 por la Journal of the American Medical Association encontró que la falta de sueño promueve la acumulación de calcio en las arterias del corazón lo que ocasiona que las placas puedan causar ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.

– Aumento de la presión sanguínea. La apnea obstructiva del sueño ha sido asociada con una presión arterial elevadadurante el día, así como otra enfermedad mucho más grave, la hipertensión arterial de acuerdo a un informe de la OIM en el 2006. La obesidad juega un papel importante en ambos trastornos por lo que la pérdida de peso puede ayudar a disminuir los riesgos asociados.

– Los accidentes automovilísticos también aumentan. Como se afirma  en un informe del 2007 hecho por la New England Journal of Medicine, casi el 20% de las accidentes automovilísticos graves implican que el conductor tenía sueño y que consumía alcohol con regularidad, pero la somnolencia afecta incluso hasta al conductor más experimentado. En una encuesta realizada en el 2012 por la National Sleep Foundation realizada en Estados Unidos se descubrió que el 20% de los pilotos de líneas aéreas admiten que han cometidos errores graves debido a la falta de sueño, 18% de los operadores de trenes y 14% de los conductores de camiones.

 – El equilibrio disminuye. De acuerdo al Journal of Gerontology, las personas mayores que tienen mayores dificultades para dormir y que despiertan varias veces durante la noche o que se sienten somnolientos durante el día son entre 2 y 4,5% más propenso a perder el equilibrio y sufrir caídas.

– Blanco fácil de la depresión. Los adultos que padecen de problemas de sueño tienden a ser más propensos a padecer estrés, depresión y al consumir de alcohol. Los adolescentes también sufren en índices bastante similares, así como baja auto estima.

– El aprendizaje también se ve afectado. El sueño tiene la capacidad de promover el aprendizaje, esto según la revista Women’s Health Watch. Ayuda al cerebro a enviar nueva información a la memoria. Algunas investigaciones han demostrado que las personas que duermen después de estudiar una lección tienden a tener un mejor desempeño en pruebas posteriores. En el 2011, la universidad de Londres descubrieron aquellas personas que duermen menos de 6 horas tienden a acelerar el envejecimiento del cerebro de 4 a 7 años, por lo que aumenta la velocidad del deterioro cognitivo, empeora las habilidades de habla y razonamiento.