¿Cómo superar la pereza fácilmente?

gato perezoso

Todo las cosas parecieran tener un límite y no es de extrañarse que la fuerza de voluntad también lo tenga. Como seres humanos la fuerza de voluntad es aquella que nos motiva a realizar acciones y tareas de manera regular. Si bien esta característica pareciera ser innata en todas las personas, en ocasiones esta secuencia de actividades se ve interrumpida por la pereza.

La pereza es un sentimiento que todos hemos experimentado en ocasiones y puede definirse como la falta de iniciativa o la falta de ganas para realizar nuestras actividades o tareas. La pereza tiene una repercusión directa en el logro de nuestros objetivos y si nos dejamos llevar por ella es obvio que no vamos a lograr lo que nos habíamos propuesto.

La clave para vencer la pereza es: la motivación. Pareciera que la pereza es una especie de obstáculo más que se interpone en nuestros objetivos, haciendo que nuestro desempeño se vea empañado por la mediocridad.

Si la pereza ha tenido un papel protagónico en tu vida, es normal que ésta sea en gran parte responsable de tu situación actual, es decir, que pudieras sentirte como que sigues n el mismo lugar todo el tiempo. Y es que una de las principales consecuencias de la pereza es que nuestro crecimiento personal se ve estancado.

Es normal sentirnos abatidos o fatigados por alguna cuestión médica o psicológica, o bien por alguna dolencia consecuencia de una enfermedad crónica o una lastimadura sufrida recientemente. Sin embargo, estos no son motivos que justifiquen la pereza.

La pereza puede deberse a la falta de energía en nuestro cuerpo. Aunque parezca contradictorio, una forma de activarnos en realizando algún tipo de ejercicio durante un breve lapso de tiempo. De esta manera conseguiremos sentirnos un poco más activos.

Para vencer al monstruo de la pereza, hay un par de cosas que debes preguntarte a ti mismo:

1. ¿Qué estoy tratando de evitar? ¿Qué es lo que no quiero hacer? Debes tener en claro las consecuencias o resultado de no realizar esa acción o actividad. Pero no solo debes enfocarte en lo malo, también debes pensar en las consecuencias positivas que el realizar esta tarea o actividad generará. Intente hacer las cosas en el momento en el que planificaste. Si vas posponiendo cada vez más las cosas, la pereza también irá en aumento. No solo va a incurrir en la irresponsabilidad al no hacer las cosas en su tiempo sino que más adelante te invadirá la culpa y la frustración por no haber realizado los planes que te habían propuesto en un principio y haber aprovechado al máximo ese tiempo estipulado.

2. ¿Qué gano si lo hago? Piensa en lo que puedes ganar o producir para ti mismo o para los demás si en lugar de acceder a las demandas de la pereza pones manos en acción. ¿Cuál es el mejor resultado posible que puedes crear si no te permites ser vencido por la pereza?

Cuando te enfrentes a un proyecto muy extenso que conste de varias actividades o tareas, comienzan fragmentando o dividiendo cada una de esas formas para ir poco a poco. De esa manera, cuando menos lo esperes estarás muy próximo a terminar tu tarea.

En la mayoría de los casos cuando nos enfrentamos a varias cosas que tenemos que hacer debemos establecer un orden para hacerlas a fin de comenzar a agobiarnos mucho antes de haberlas comenzado a hacer puesto que este es el factor que nos hace dejarlo para después y sucesivamente viene la postergación, la frustración y el incumplimiento de las mismas.

3. ¿Qué es lo siguiente que tengo que hacer? Una vez que has concluido con esa actividad o tarea, independientemente que sea por obligación o necesidad, piensa en lo que vas a poder hacer una vez que hayas cumplido con lo que debías. Como mencioné anteriormente la motivación es la clave para vencer la pereza. Si por ejemplo tienen que realizar las tareas del hogar, una vez que termines con todas esas tareas eres libre de leer ese libro que ansias terminar o bien de ver un programa en la televisión sin la culpa de saber que hay cosas pendientes que no has hecho. Visualízalo como una especie de recompensa.

Vencer la pereza puede ser un proceso muy sencillo si te aferras a la fuerza de voluntad para hacer las cosas y sigues estos tres simples pasos.