Como sabes, la baja autoestima es uno de los obstáculos más grandes que se interponen entre ti y el éxito. Pero la culpable y responsable de que tengas esos pensamientos limitantes que estropean tu autoestima no es nadie más que tu. Durante toda tu vida lo que has aprendido, lo que te han enseñado y lo que la gente dice de ti se va almacenando en tu mente. Para lograr cambiar esos pensamientos limitantes tienes que comenzar a poner en práctica el pensamiento positivo. Pero, ¿Cómo tener pensamientos positivos?
Para empezar tienes que saber que existen cuatro tipos de pensamientos en nuestra mente: los necesarios, los inútiles, los negativos y los positivos, que aunque no son los más frecuentes, son los más importantes y benefician nuestra actitud ante la vida. Mientras mayor es nuestra tendencia a tener pensamientos positivos, nuestro sistema inmunológico también se verá beneficiado y fortalecido contra cualquier adversidad tanto física como emocional.
Una persona cuyos pensamientos son en su mayoría negativos, ve un pequeño problema como una montaña, haciendo que la inseguridad y el temor la paralice o incluso, se venga abajo. La clase de pensamientos que tengamos es una cuestión de recursos, que pueden empoderarnos o bien, derrumbarnos. Si quieres atraer mejores resultados en tu vida, cuanto menos sea la cantidad de pensamientos negativos, mejor. Un ejercicio que a mí me ha servido mucho para hacer a un lado tanto los pensamientos negativos como los limitantes, es pensando en mis cosas favoritas. Podría llamarlo una técnica, aunque más bien es un ejercicio mental que puedes usar a diario para ejercitar el pensamiento positivo.
Basta con que pienses en tus cosas favoritas a lo largo del día. Y es que al pensar en estas cosas que te gustan tu mente deja de prestarle tanta atención a los pensamientos negativos y por el contrario, traen a tu mente una sensación de bienestar. Por ejemplo, si te quedas atascado en el tráfico, en lugar de pensar en el retraso o en la pérdida de tiempo, piensa en esas diez cosas que tanto te gustan y que pronto pudieras estar disfrutándolas al llegar a casa. El objetivo de este ejercicio es distraer a tu mente de las cosas negativas para reforzar una sensación de bienestar. Te vas a dar cuenta de que al llevar a la práctica este ejercicio te estarás cuidando de hacerte sentir mal a ti mismo y pronto, verás como ciertas dificultades o problemas no se volverán más una tormenta en un vaso de agua.