Hay aspectos tanto positivos como negativos del estrés, por lo que es importante encontrar el equilibrio adecuado en tu vida. Siguiendo las estrategias para manejar el estrés se puede disfrutar de la parte beneficiosa de éste.
Para empezar ¿qué es el estrés? El estrés es el estado que se experimenta cuando percibes que no puedes resolver adecuadamente las exigencias que se te plantean; te sientes bajo presión y no tienen las reservas físicas ni mentales para hacerle frente. Esto puede ser porque no sabes cómo hacerle frente, no tienes los recursos para hacerle frente o estás en mal estado de salud.
¿Qué causa el estrés? Diferentes situaciones pueden causar el estrés, desde una serie de irritaciones menores constantes, presión en el trabajo, problemas personales, preocupaciones financieras, problemas de salud, perfeccionismo, mal manejo del tiempo, baja autoestima, poca confianza en uno mismo, así como las charlas repletas de negativismo que tengas contigo mismo. A veces no hay una causa obvia para el estrés.
¿Cuáles son los síntomas del estrés? La manera en que lidias con el estrés se refleja en cómo te relacionas contigo mismo y como manejas las situaciones que surjan. Si no puedes hacerles frente, experimentas una acumulación de tensiones que pueden afectarte física, psicológica y emocionalmente. Los síntomas del estrés pueden incluir:
– Las señales físicas como dolores de pecho, presión arterial elevada, taquicardias, palpitaciones, ataques de pánico, cansancio constante, calambres o espasmos musculares, antojos, mareos, falta de apetito, morderse las uñas, dolores de cabeza, trastornos estomacales, sensación frecuente de llanto, agitación, trastornos del sueño y una tendencia a sudar. El cuerpo produce químicos que lo preparan para una emergencia. El cortisol libera grasa y azúcar en el cuerpo, reduciendo la eficacia del sistema inmune. A largo plazo, esto puede desencadenar hipertensión, accidentes cerebro-vasculares, ataques cardiacos y otros graves problemas de salud.
– Los síntomas emocionales como sensaciones de ansiedad, miedo, enojo, frustración, enfermedades psicosomáticas y depresión. Los pensamientos pueden llegar a ser confusos y es posible que se preocupe de más por los problemas.
– Los cambios de comportamiento, tales como estar indeciso, inflexible, más sensible a las críticas, irritable, lloroso y agresivo, así como una constante incapacidad para concentrarse.
¿Cómo se puede manejar el estrés? El manejo del estrés implica el reconocimiento de los síntomas del estrés, la identificación de las causas, la adopción de medidas para abordar las causas y por lo tanto reducir los síntomas y en caso necesario, la adopción de medidas provisionales para aliviar los síntomas hasta que las causas subyacentes se hayan abordado. Hay muchas maneras diferentes de manejar el estrés, incluyendo:
-La gestión del tiempo, incluyendo metas y la planificación de acciones, la delegación de tareas y el perfeccionismo.
– Reconocimiento de los comportamientos negativos, aprender a manejar las críticas y el enojo, así como aprender a decir “no”.
– El pensamiento racional, incluyendo el pensamiento positivo, pensamiento distorsionado desafiante y creencias irracionales.
– Auto cuidado, incluyendo la relajación, divertirse, aprender a expresarse, comprenderse a sí mismo, hacer ejercicio, una alimentación sana, un buen equilibrio trabajo-vida, aficiones e intereses en vías de desarrollo, ampliando tu círculo de amistades y el cuidado de tu salud mental.
-Visitando al médico, incluyendo varios tipos de medicación.
– Las terapias de manejo del estrés, incluida la psicoterapia, asesoramiento, masajes, aromaterapia, reflexología y muchos más.
¿El estrés puede ser bueno para ti? El estrés no es necesariamente malo o peligroso y si se puede manejar el estrés de una manera positiva podrás mantener un ritmo de vida sano. Cuando estamos estresados, el cuerpo pasa de un estado de bajo rendimiento a uno de máximo rendimiento, pero a medida que los niveles de estrés continúan aumentando, nuestro rendimiento disminuye de nuevo, ya que se sobrecarga y alcanza un estado de agotamiento y desgaste.Como los niveles de estrés aumentan se pasa de un estado de bajo rendimiento a un estado de máximo rendimiento, pero a medida que los niveles de estrés continúan aumentando nuestro rendimiento disminuye de nuevo, ya que se sobrecarga y alcanzar un estado de agotamiento y el desgaste.
Este estado de excitación emocional es indispensable para la salud de las personas, pues es un motor que nos obliga a retarnos crónicamente y perfeccionarnos. Algunos de los beneficios que se obtienen del estrés es la rápida adaptación a los cambios, un mejor rendimiento y una mayor capacidad productiva; además de que conseguimos placer físico a través de los sentidos, por lo que logramos mantener un estilo de vida ideal.