En algún momento todos hemos dicho “algún día voy a…” o “uno de estos días voy a…” . Algún día voy a empezar a escribir un libro, algún día voy a pedirle que se case conmigo, algún día voy a empezar una dieta, algún día voy a comenzar mi propio negocio, algún día voy a volver a la escuela, algún día voy a encontrar un nuevo trabajo, algún día voy a pedir un ascenso, algún día voy a comenzar a ahorrar para el futuro.
Y tú, ¿qué es lo que vas a hacer “algún día…”?
Bueno, quiero ser la primera en informarte que hoy es el día que has estado esperando. En la década de los 60’s hubo una cita muy popular de Emmentt Grogan, miembro de un grupo radical llamado The Diggers: “Hoy es el primer día del resto de tu vida”. Se podía leer en playeras, afiches y carteles en todas partes.
Nunca habrá un momento mejor que el presente para iniciar todo eso que has estado esperando comenzar. La razón es simple. Ahora es el único tiempo que existe y la única ocasión que tendrás. «Esta es tu vida, no un ensayo general.» ¿Qué estás esperando?
Todos tenemos la tendencia a utilizar la frase de «Algún día voy a» para justificarnos y pensar como si estuviéramos haciendo algo, cuando en realidad, todo lo que estamos haciendo es postergar las cosas.
Nos engañamos creyendo que un día, quizás pronto, haremos lo que realmente queremos hacer, sin embargo aún no hemos comenzado, probablemente a causa de nuestro temor al fracaso.
Entonces, ¿cómo cambiar esta situación?
Algo que he aprendido es que hacemos las cosas básicamente por dos razones. O para complacernos o para evitar el dolor. Así de simple. Todo lo que hacemos se compone de una combinación de estos dos estados emocionales. La forma más sencilla para motivarnos a hacer lo que has estado queriendo hacer es bastante simple. La motivación del “palo y la zanahoria” es las percepciones del dolor y el placer conectadas a la acción que estás postergando, por lo que debes tomar el control.
Digamos, por ejemplo, que deseas escribir y publicar un libro. Por supuesto, al principio tendrás que buscar tu imaginación. Usar la imaginación podría ayudar. Tienes que usar la imaginación y visualizar lo bien que se siente vivir la vida que ahora vives. Tienes que imaginarte a la gente de todo el mundo beneficiándose y disfrutando la lectura de tu libro. Esa será tu “zanahoria”, el placer motivador.
En el otro lado de la balanza – recuerda que ambos son útiles en diferentes momentos – está el palo, el dolor que te motiva. Imagina todo lo que estás perdiendo si no escribes el libro.
Si prestas atención a tu salud y estado físico en ese momento puedes motivarte. Imagina que continúas con tus malos hábitos, tu ingesta de alimentos poco saludables o sigues sin hacer ejercicio. Imagina que, si en un futuro enfermas, no podrás escribir ese libro.
Si lo pensamos de esa forma, a cualquiera le da miedo pensar que jamás logrará aquello que “algún día” ibas a hacer. Date cuenta que te espera un futuro deprimente si no aprovechas el presente para hacer todo aquello que anhelas. ¿porqué no comienzas a trabajar en uno de esos anhelos hoy?
Comienza esa meta o proyecto que has anhelado. Tómate unos minutos todos los días para anotar tu progreso diario; recuerda la “zanahoria y el palo” que te motivan. Este ejercicio te ayudará a mantener la motivación y el ánimo para lograrlo.
Claro que puedes querer desistir en algún momento como todo ser humano, pero debes echar mano de tus fortalezas y recordar el compromiso que tienes contigo mismo.
Sea lo que sea que quieras hacer “algún día…” ¡comiénzalo hoy!
Tómate unos minutos y escribe tus deseos. Siéntate en silencio e imagina que pusiste en marcha tu plan y ya han transcurrido diez o veinte años. ¿Cuáles son los beneficios y satisfacciones que posees por haber empezado a actuar hoy? ¿Qué has sido capaz de hacer? ¿Qué ha significado para tu familia y los que te rodean?
Escríbelo en tu diario.
A continuación, haz lo contrario. ¿Qué te ha costado el no haberte decidido a comenzar? ¿Qué es lo que ya te está costando ahora? Lo más probable es que no hacer algo en el presente tiene consecuencias futuras desagradables.
Escribe eso en tu diario.
Creo que ya puedes adivinar que es lo que tiene que hacer ahora.