Hay un viejo dicho que dice “La risa es la mejor medicina” y esto es del todo correcto.
Es imposible sentirse estresado cuando te ríes. La risa ha demostrado ser beneficiosa para la salud de muchas maneras. Cuando nos reímos, todo en nuestro interior cambia. Nuestra presión arterial disminuye y hay muchos beneficios para el corazón. Hay una liberación natural de las “hormonas de la felicidad” en el cuerpo, llamadas endorfinas, que elevan nuestro estado de ánimo y reducen la producción de adrenalina y cortisol, hormonas responsables del estrés.
Cuando nos reímos, tendemos a respirar más profundamente, lo que es bueno para los pulmones y el suministro de oxígeno a las células. Nuestros vasos sanguíneos se relajan por lo que mejora la circulación sanguínea.
Además de esto, la risa tiene un efecto positivo sobre el sistema inmune y también el cerebro. La carcajada franca, el buen humor, ayudan a las personas a liberarse de actitudes mentales negativas y a desdramatizar los problemas.
Reírse desinhibe y ayuda a superar la timidez y mejora las relaciones. Reírse a carcajadas durante un minuto corresponde a una relajación de 45 minutos. Los beneficios de la risa se pueden medir: relajación muscular, calma espiritual, eliminación de tensiones, serenidad interior.
Con la risa, el organismo libera adrenalina, catecolamina, dopamina y serotonina entre otras hormonas y neurotransmisores. La adrenalina potencia la creatividad y la imaginación. La catecolamina estimula la lucidez mental. La dopamina y la serotonina producen buen ánimo; nos deprimimos si bajan. La risa privilegia nuestro hemisferio cerebral derecho activando nuestra creatividad.
También hay beneficios sociales. Es difícil estar enojado con alguien, cuando te estás riendo. Una risa compartida fortalece las relaciones y aumenta el trabajo en equipo. El efecto global de la risa en nuestro bienestar es uno similar a los efectos del ejercicio.
Entre la mala situación del país y las ocupaciones en general la gente tiende a reírse menos en estos días; quizás incluso hay días en los que parece que perdimos nuestra capacidad de reír espontáneamente. Se estima que los niños ríen más de 300 veces al día en comparación con las 20 risas aproximadamente de los adultos. Los niños ven el lado divertido de cualquier cosa y se ríen de cosas que los adultos consideran «una tontería». A lo mejor son los niños quienes lo han hecho bien y son los adultos que están haciendo el tonto por no reír más.
Entonces, ¿qué puedes hacer para reír más? Comienza a leer los comics en el periódico, ve más comedias en lugar de películas serias, intenta ver videos divertidos en la red. Me atrevo a decir que comiences a leer los chistes que seguramente te llegan al e-mail.
A algunas personas les cuesta mucho reír y aunque parezca extraño, ya existe una terapia para la risa. En la risoterapia se utiliza la risa con el fin de eliminar bloqueos emocionales, físicos, mentales, sexuales así como proceso de crecimiento personal. Después de una sesión de dos horas, es inevitable sentirse pleno, amoroso, tierno, alegre, vital, energético y un sinfín de sentimientos positivos.
Parece mentira cómo un método tan sencillo como lo es la risa puede aportarnos tanto. La risa cultiva los sentimientos positivos y favorece las relaciones personales. En resumen, cuando nos reímos, conseguimos desdramatizar mejor nuestros problemas y facilitamos la comunicación interpersonal.
El primer paso para comenzar a reír más es un cambio de actitud. Todo tiene un lado divertido, si se le busca. La próxima vez, en lugar de frustrarte por los eventos de la vida, ríete de ellos. No podemos influir en todos los acontecimientos de la vida, pero podemos controlar cómo respondemos a ellos.