Para muchas personas, el nerviosismo puede ser una sensación incapacitante que los aterra y llega de golpe cuando requieren estar concentrados y tener un pensamiento claro. Es muy difícil impresionar a tu futuro jefe en una entrevista de trabajo o inspirar a una audiencia si tienes las manos sudorosas y temblorosas, si tu mente se queda en blanco o si tienes que tomar aire para poder retomar la palabra. Para estas situaciones hay que saber como controlar el nerviosismo.
El nerviosismo suele ser un padecimiento ligado no muy a menudo con algún otro trastorno grave. De cualquier manera, existe ayuda disponible para lidiar con éste y si se trata adecuadamente, el nerviosismo se puede controlar.
Algunos de los síntomas y signos del nerviosismo que podemos encontrar muy frecuentemente en las personas cuando se sienten nerviosas son:
Malestar estomacal y náuseas, aceleración del ritmo cardiaco, mal aliento (halitosis), tics nerviosos y temblores, resequedad en la boca, manos sudorosas, dificultad para respirar, oleadas de calor o frío, dificultad para concentrarse, tensión muscular, sentirse agitado o mareado.
Pero ¿Qué ocasiona el nerviosismo?


La depresión mayor se diagnostica cuando una persona se siente desmotivada y no tiene capacidad para entusiasmarse. Tiende a sentirse plana, decaída y sin ilusión, la mayoría de las veces y en casi todas las situaciones. Las personas con depresión mayor o clínica a menudo sienten que no tienen opciones, e incluso tienen dificultades para desenvolverse en el día a día.
Por eso, cuando veamos que la felicidad que buscamos y que tanto anhelamos tarda más tiempo en llegar del que esperábamos, podemos seguir una serie de consejos para lograr que esa felicidad llegue por fin a nosotros. Son consejos muy sencillos con los que seguro que conseguiremos una amplia sonrisa en nuestro rostro y una gran paz y tranquilidad interior.