Para muchas personas, el nerviosismo puede ser una sensación incapacitante que los aterra y llega de golpe cuando requieren estar concentrados y tener un pensamiento claro. Es muy difícil impresionar a tu futuro jefe en una entrevista de trabajo o inspirar a una audiencia si tienes las manos sudorosas y temblorosas, si tu mente se queda en blanco o si tienes que tomar aire para poder retomar la palabra. Para estas situaciones hay que saber como controlar el nerviosismo.
El nerviosismo suele ser un padecimiento ligado no muy a menudo con algún otro trastorno grave. De cualquier manera, existe ayuda disponible para lidiar con éste y si se trata adecuadamente, el nerviosismo se puede controlar.
Algunos de los síntomas y signos del nerviosismo que podemos encontrar muy frecuentemente en las personas cuando se sienten nerviosas son:
Malestar estomacal y náuseas, aceleración del ritmo cardiaco, mal aliento (halitosis), tics nerviosos y temblores, resequedad en la boca, manos sudorosas, dificultad para respirar, oleadas de calor o frío, dificultad para concentrarse, tensión muscular, sentirse agitado o mareado.
Pero ¿Qué ocasiona el nerviosismo?