3 buenos hábitos para tu cerebro

La manera más sencilla de mejorar tus capacidades cerebrales y hacerte más inteligente es teniendo hábitos saludables que llevarán tu mente al siguiente nivel sin mucho esfuerzo. Seguramente eres de las personas que desean una mejor memoria, ser mucho más creativos o simplemente ser capaz de encontrar solución a algunos problemas con mayor facilidad. ¿Cómo podrías lograr esto? Solo es cuestión de incorporar ciertos hábitos en tu rutina diaria y tu desempeño mental comenzará a mejorar:

3 buenos hábitos para tu cerebroSigue una buena rutina de sueño.  Dormir es algo extremadamente necesario para tu cuerpo entero. El sueño es una necesidad vital para tu cerebro. El descanso ayuda a conservar la integridad del circuito neuronal implicado en los procesos de memoria y de aprendizaje.

Se ha comprobado que el sueño es imprescindible para la salud mental, pues una mala calidad de sueño está relacionada con una mayor probabilidad de padecer depresión y con el aumento de la ansiedad y la irritabilidad, entre otros trastornos similares.

El sueño también permite reelaborar y fijar las experiencias y los aprendizajes vividos durante el día para convertirlas en recuerdos permanentes y nítidos.

Consume “alimentos para el cerebro”. Ciertos alimentos contienen sustancias, que sintetizadas por tus neuronas, permiten que tu cerebro funcione. Estos son los que en lenguaje científico se llaman neurotransmisores. No dudes en incluirlos en tu dieta para mejorar y mantener tu capacidad intelectual y tu memoria de manera sorprendente. ¿Quieres saber qué alimentos son los más indicados para mantener tu memoria a punto?

Nueces. Contienen cantidades elevadas de antioxidantes, que pueden combatir el daño causado por los radicales libres de nuestro cuerpo en el ADN de las células del cerebro.

Zanahorias. Además de ser buenas para la vista, también son excelentes para el cerebro. Contienen niveles elevados de un compuesto llamado luteolina, que pueden reducir la pérdida de memoria relacionadas con la edad y la inflamación en el cerebro.

Espinacas. Las vitaminas C y E, que encontramos en las verduras de hoja verde, ayudan a mejorar las capacidades cognitivas.

Pescado. Aunque las investigaciones recientes han mostrado que el consumo de suplementos de aceite de pescado puede no ayudar a retardar el deterioro cognitivo en las personas con la enfermedad de Alzheimer, otros estudios han señalado que comer pescado rico en ácidos grasos omega-3  (Como el salmón) sí podría ayudar en desacelerar el deterioro cognitivo típico que se da con la edad.

Café y té. El consumo moderado de té o café, además de mantenernos despiertos, también pueden ayudar a prevenir el cáncer del cerebro, evitar derrames, prevenir la enfermedad de Alzheimer y mejorar la función cognitiva. Su riqueza en catequinas que estimulan la memoria así como la presencia de teína que favorece la concentración y estimula la actividad nerviosa son de ayuda para el funcionamiento cerebral.

La riqueza en antioxidantes derivados de frutas y verduras, así como sus flavonoides protegen el cerebro y garantizan un menor envejecimiento celular. Y nutrientes específicos tales como el ácido fólico, que contribuye al desarrollo del tubo neural en el feto, es de importancia para el cerebro, porque además en adultos una deficiencia de folatos aumenta el riesgo de sufrir demencia o pérdida de memoria.

Aprende algo nuevo.  El punto de tener un cerebro es precisamente el aprender a adaptarse a nuevas situaciones. Una vez que nacen nuevas neuronas en tu cerebro ellas sobrevivirán dependiendo del uso que les des. Desafía continuamente a tu cerebro con nuevas actividades.

Aprender una nueva habilidad pone a trabajar a múltiples áreas cerebrales. Tu memoria entrará en juego, aprenderás nuevos movimientos y asociarás las cosas de un modo diferente. Un buen método es desafiar a tu mente con puzzles, sudokus y otros juegos de lógica que mantienen tu mente activa. Aprender cosas nuevas todo el tiempo es otro de los métodos para que tu mente trabaje activamente.