Casi siempre, al comenzar el año la mayoría de las personas establecen se establecen nuevas metas para sí mismos. Pero antes de comenzar a hacer una lista, debemos tomar un momento y trata de pensar en aquellas metas que no hemos alcanzado con el paso del tiempo. ¿Por qué no fuiste capaz de lograrlas? Si tratas de descubrir los motivos por los que has fracasado o que te han impedido el logro de tus metas, quizás no estés tomando en cuenta los siguientes:
Miedo. La mayoría de las personas dejar de perseguir sus objetivos porque tienen miedo de muchas cosas, En miedo al fracaso, el miedo a sentirse avergonzados y a veces incluso existe el miedo al éxito. El miedo al éxito tiene múltiples causas, una de las más importantes es el miedo al riesgo y al cambio.
Hay personas que en su búsqueda obsesiva de la seguridad, se convierten en mediocremente estables. El miedo al éxito a veces tiene que ver con el miedo a ser más exitoso que los padres de uno.
Es como si los estuviesen traicionando. En muchos casos el miedo al éxito va unido a la sensación de que nunca se es suficientemente bueno en algo. Lo único a lo que debemos temer es al no hacer nada para mejorar tu vida.
Enfréntate a tus miedos y libérate de tus dudas. Esa es la única manera de vivir una vida plena, feliz y mejor. Cuando la oportunidad de cambiar llame a tu perta, déjala entrar desde el principio y no te resistas. Podría ser la oportunidad para el desarrollo persona que estabas esperando la cual, va a motivarte a seguir una nueva dirección en la vida.
Evaluación. Hay momento en que perdemos de vista nuestros objetivos ya que en el camino hacia estos, tratamos de evaluar los resultados de nuestros esfuerzos demasiado pronto. Al hacerlo, a menudo encontramos algunas deficiencias o defectos en nosotros mismos que nos hacen querer renunciar incluso si aún no hemos comenzado a intentarlo.
Cuando estamos intentando lograr algo es posible revisar nuestro progreso de vez en cuando. Pero si no encuentras ningún cambio significativo, es posible que debas desistir. Las revisiones no son solo para que desistas sino una advertencia para que te esfuerces más y quizás replantees tu estrategia.
Compararse con los demás. Hay persona que a menudo terminan comparándose con los demás, en base a sus logros. Luego de esto, se siente mal cuando ven el éxito de las demás personas y no el suyo. Recuerda que es muy probable encontrar gente más exitosa que tu cuando observas tu alrededor. Por lo que, cuando los veas, no debes sentirte mal contigo mismo. En lugar de ello, trata de aprender de ellos, te sorprenderá saber que puedes obtener de ellos ideas para mejorar las estrategias que empleas para lograr tus metas.
Mala gestión del tiempo. Uno de los elementos más importantes del éxito es el tiempo. Si no lo tienes, ¿cómo puedes esperar tener éxito? El tiempo es valioso y no se debe desperdiciar ni un solo minuto. Encuentra cual es el momento más productivo de tu día y organiza tu agenda de manera apropiada de modo que tengas el tiempo suficiente para trabajar en tu estrategias y así lograr tus objetivos. Recuerda que postergar las cosas es el principal enemigo del éxito. Por ello procura jamás posponer las tareas que puedes comenzar al instante.
Indecisión. Si realmente no puedes tomar una decisión con respecto a lo que realmente deseas, no conseguirás nada en absoluto. Toma una decisión, aférrate a ella y nunca mires hacia atrás. Tienes que ser firme en tus decisiones y en los asuntos referentes a tu desarrollo personal.
Es importante destacar, que es de seres humanos soñar, imaginar posibles estados emocionales, materiales, psicológicos… relacionados con la consecución de propósitos establecidos ya sea específica o generalmente. Por cuanto si tienes sueños que quieres alcanzar en tu vida, cree en ti mismo y date cuenta de una vez que puedes y debes alcanzarlos.