Solemos toparnos con problemas en todos los aspectos de nuestra vida. Es algo que resulta inevitable ya que nadie es inmune a esta realidad en la vida. Sin embargo, no hay necesidad de sentirse vulnerable. Con ayuda de un sencillo sistema de nueve pasos que compartiré contigo, te sentirás aliviado y se te facilitará el resolver problemas que incluso parecían indescifrables. Una vez que domes este sistema, ten por seguro que se sentirás capaz de resolver cualquier problema que surja.
Paso 1: Indica cuál es tu problema por escrito
Es absolutamente necesario que tomes una hoja de papel en blanco y anotes ahí tu problema. Al hacer esto, habrás identificado cual es el problema que te aflige en ese momento. Debes escribirlo de la manera más simplificada posible. Cualquiera que lea aquella anotación deberás ser capaz de comprender cuál es tu problema.
Paso 2: Desprendimiento emocional
Los problemas emocionales pueden llegar a ser un profundo golpe. Esto puede crear un desequilibrio en tus emociones. Ciertas hormonas del estrés pueden llegar a liberarse en estas circunstancias, llegando a provocar que te sientas inestable. Para contrarrestar este cambio, todo lo que tienes que hacer es reírte de ti mismo. Sí, literalmente reírte de ti. Entiendo que esto pueda sonarte absurdo, pero créeme, esto hará que disminuyas tu nerviosismo y logres concentrarte.
Paso 3: Apoyo psicológico
Cuando enfrentamos un problema, tendemos a sentirnos solos. Asumirás que todo el mundo está intentado hacerte daño. El mejor remedio para remediar esta percepción es tomándose un tiempo para pensar sobre tu cónyuge, tu familia y tus amigos. Este es tu mejor grupo de apoyo. De hecho, son las personas que te desean sus buenos deseos y siempre quieren verte sonreír y harían cualquier cosa por verte feliz. Estas son las personas que son capaces de dejar todo lo que están haciendo para ir en tu auxilio.
Paso 4: Respuesta fisiológica
Las conductas del hombre de las cavernas ante ciertas situaciones aún están incrustadas en tu naturaleza. En nuestro tiempo, se entiende que las conductas en las que luchamos y huimos no son realmente necesarias, ya que en la mayoría de las situaciones nuestra vida no está en riesgo, pese a que nos sintamos amenazados y al estar en problemas, esta pareciera la manera lógica en que reaccionamos. Sin embargo, cuando nos petrificamos ante los problemas, es una clara señal del poco control que tenemos sobre ellos. Por lo tanto, es necesario aprender a domar nuestros miedos y problemas. Puedes levantarte y caminar, de ser posible salir a correr. Involucrarte en una rutina de ejercicios o simplemente una caminata en la que muevas las manos, eches los hombros hacia atrás y te estires, así como darle la suficiente atención a una adecuada respiración logrará hacer que tu mente se desconecte de esos pensamientos. Andar en silencio, contigo mismo es un buen ejercicio para limpiar tu mente.
Paso 5: cambia tu vocabulario
Estoy seguro de que coincidirás conmigo cuando te digo que las palabras tienen un gran poder. Las palabras de grandes figuras de la historia, como las del presidente JF Kennedy atrajeron a una nación a aspiras a una meta que sonaba inalcanzable, como lo era el llevar a un hombre a la luna. Las palabras influir de manera positiva o negativa en ti. El problema de las palabras es que pueden llegar a ser perjudiciales por lo que es necesario darles un enfoque más positivo. En lugar de “problema” puedes disfrazar la palabra como “reto” u “oportunidad” incluso “bendición”. Al cambiar tu vocabulario, como consecuencia, te acercarás a los problemas con una perspectiva distinta e incluso más abierta y positiva. A partir de ese punto, debes comenzar a usar la palabra “reto” en lugar de “problema”.
Paso 6: Ponte tu sombrero de policía
El siguiente paso consiste en ponerte tu disfraz de policía. Reúne todos los hechos y datos y ponlos por escrito. Analiza el reto desde diferentes perspectivas. Examina cada detalle de la problemática que debes resolver. La solución al problema podrías descifrarla durante este paso.
Paso 7: Cuestionamientos positivos
Es importante hacerte preguntas concretas. El hacerte preguntas de calidad te llevará a respuestas o soluciones verdaderas. Aquí hay algunas preguntas que podrías comenzar a plantearte:
¿A quién puedo llamar o hablar de este desafío?
¿He tenido un problema similar en el pasado y cómo lo manejé?
¿Cuál es el peor de los casos?
¿Qué tan importante es ésta cuestión de todos modos?
¿Importará en una semana, un mes o incluso un año a partir de ahora?
¿Cuál es el beneficio a largo plazo de resolver este desafío?
¿Puede ser una oportunidad para que algo mejore?
Paso 8: Mantente concentrado
Es de suma importancia que te mantengas enfocado. Debes tener por lo menos el 80% de tu atención concentrada en la solución y el 20% en el desafío real. En tu mente debes preguntarte una y otra vez ¿cuál es la solución para este problema?
Paso 9: Felicítate
Si te tomas el tiempo para reflexionar sobre tus retos pasados, te darás cuenta de que ya has podido resolver en el pasado la mayoría de los retos que se te pusieron en el camino. ¿Acaso eso no es algo extraordinario? De la misma manera, podrás resolver este nuevo reto también. Una vez que te dispongas a resolverlo, necesitarás tomarte el tiempo para felicitarte por tu triunfo. Es normal ver que las personas engrandecen los problemas o retos hasta diez veces más de lo que son realmente pero cuando logran resolverlos, por el contrario, le restan importancia a sus logros, minimizándolos. Esto no debe hacer y tú no vas a hacer lo mismo.
Eres un campeón por haber logrado vencer ese problema y como todo campeón debes reconocer tu éxito y felicitarte por tu logro igual que si estuviese en un estadio lleno de personas. Así que recuerda, para la próxima no olvides disfrutar tu momento de triunfo.