Las causas del estrés en la vida de las personas pueden ser sutiles pero sus efectos pueden ser debilitantes. Cuando se sufre de estrés, éste puede hacer mella en nuestros cuerpos no sólo físicamente sino también en nuestras mente. La mayoría de las personas, busca solo los síntomas específicos – mayor irritabilidad, ansiedad e insomnio – pero estos no son solo los únicos efectos del estrés.
El estrés puede ser una enfermedad mortal si no trata a tiempo o se permite que persista en tu mente y cuerpo. Si realmente quieres combatir el estrés, lo que necesitas es saber las formas en que te afecta, mental, física y emocionalmente.
Los síntomas más comunes del estrés son los sentimientos que puedes experimentar cuando no se puede hacer frente a la vida o si sientes que no tienes tiempo para ti mismo o experimentar dolor en la espalda baja. Cuanto más estresado estés, más graves son los síntomas puedes llegar a experimentar.
Debido a la facilidad con que las personas pueden llegar a estresarse, es vital que se evalúe la situación y entendamos cuando es necesario dar un paso atrás y hacer un balance de la situación – este es el mejor consejo que se puede le puede dar a alguien para reducir el estrés. En pocas palabras, el primer paso es reconocer que algo “no está bien” y sinceramente, es el primer paso que debes tomar para reducir con éxito el estrés en la mente y cuerpo.
La mayoría de las personas están más pendientes del estado del tiempo o del saldo de su cuenta corriente que de la tensión de su propio cuerpo. Pero no olviden que saber qué es el estrés, reconocerlo y, sobre todo, averiguar qué lo está desencadenando y cómo está afectando a nuestro organismo, es el primer paso en su manejo y control. Las causas del estrés en la mente, pueden comenzar incluso desde algo tan simple como un dolor de cabeza. Este podría ser el comienzo de un período de estrés en tu vida, por lo que necesitas saber que puedes tener serios problemas e implicaciones en el futuro. Es necesario ser capaz de notar los síntomas de estrés para apreciar la gravedad del mismo.
Ya que el estrés se acumula en tu mente, esto puede desencadenar la acumulación del mismo y la tensión que sientes puede dar lugar a una pérdida de tus energías al trabajar. So el estrés comienza a aumentar, entonces tendrá un efecto dominó en ti. Cuando la tensión se acumula en tu cuerpo, lo que sigue es que tu cuerpo comienza a funcionar de manera distinta. Si sufres de tics nerviosos o contracciones musculares, entonces definitivamente estás sufriendo los efectos del estrés.
Algunas de las señales de estrés que envía nuestro incluso, las cuales incluso pasan desapercibidas, son:
– Dificultad respiratoria.
– Músculos tensos, agarrotados y contracciones.
– Nauseas y vómitos.
– Dolores de cabeza, cuello o espalda.
– Sudoración excesiva.
– Frio o calor intensos en el cuerpo o en las extremidades.
– Entumecimiento en las manos o pies.
– Presión sanguínea alta.
– Caída del cabello y caspa.
– Flacidez cutánea.
– Arrugas, sequedad y picores.
– Urticaria.
– Problemas de sueño.
– Fatiga
– Hipertensión
– Pérdida o ganancia de peso.
– Comportamientos nerviosos (morderse las uñas, rechinar los dientes)
Las señales más frecuentes de estrés son ansiedad, irritabilidad, miedo, excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, preocupación por el futuro, pensamientos repetitivos, excesivo temor al fracaso, tartamudez u otras dificultades del habla, llantos, reacciones impulsivas, risa nerviosa, trato brusco a los demás, rechinar los dientes o apretar las mandíbulas, aumento o disminución del apetito, entre otras.
Una forma de abordar el estrés es conversar con nuestra familia y amigos. El hecho de compartir nuestras preocupaciones es una forma de tener una nueva perspectiva de las cosas. Si estás sufriendo de estrés laboral hablar con jefe o supervisor puede ser una forma de afrontarlo. A partir de entonces deberá adoptar ciertas medidas para intentar resolver este problema. Para tratar el estrés los profesionales en el tema utilizan medicamentos tranquilizantes o ansiolíticos y recomiendan la meditación y los ejercicios de respiración, reducir el número de actividades cotidianas, priorizar ciertas cosas importantes y dejar el resto para otro momento, evitar reacciones extremas, practicar algún deporte o realizar alguna actividad que le motive, adoptar una actitud positiva. Correr, caminar, nadar, andar en bicicleta, tomar clases de yoga, pilates, gimnasia o boxeo: todo es anti-estrés. Prácticamente, cualquier actividad de movimiento que nos guste y que nos cause placer ayuda a combatir el estrés.