El éxito se trata de conseguir todo aquello que te propongas. Se trata del logro de todas esas metas o la realización de esos planes que te harán despertar por la mañana victorioso y con la sensación de que no puedes ser derrotado.Los sentimientos que el éxito te traerá te harán caminar por la calle orgulloso, con la cabeza en alto, feliz y satisfecho.
¿Pero cómo se puede ser exitoso en la vida? Al contrario de las creencias populares, no existe la gente “exitosa” y la “no exitosa” sino que existe gente con el potencial para tener éxito y se ayudan de ese potencial para lograr las cosas y hay personas con el mismo potencial pero que no lo desarrollan para lograr esas cosas.
Para tener éxito tienes que hacer exactamente lo que la gente “exitosa” hace: echar a andar tu potencial. Sin embargo, existen pensamientos que te retienen. Si realmente quieres tener éxito en tus metas, entonces debes tener un claro entendimiento de ciertos conceptos o ideas que podrían estar limitando tu potencial y haciéndote una persona “no exitosa”.
Lo primero que debes hacer es evitar esos dañinos conceptos, tales como:
Las falsas creencias. Las falsas creencias son ideas incorrectas que has tenido sobre algo o sobre ti mismo. Una falsa creencia puede ser algo como “Jamás conseguiré empleo en ese lugar”. Las falsas creencias actúan como una pared que limita tu potencial y entorpece tu éxito. Identificar este tipo de ideas será el primer gran paso que deberás dar para explotar tu potencia.
Un limitante externo. Consiste en ideas que hacen que la persona asuma que todos lo que le sucede se debe a un factor ajeno a él. Por ejemplo, si un estudiante no aprueba un examen tiende a decir que “estaba muy difícil” cuando en realidad no estudió ni se preparó lo suficiente. O si se trata de un desempleado que no encuentra trabajo, tiende a culpar “al alto índice de desempleo” cuando en realidad podría no estar esforzándose lo suficiente. Ese tipo de cosas, son limitantes externos. Este tipo de pensamientos te hacen sentir como si tuvieses el control de la situación o de todo lo que te ocurre. Pero si en realidad deseas tener éxito en lo que te propones, debes eliminar todas estas ideas con las que te justificas o eludes tu responsabilidad ante el fallo en tu camino hacia el logro de una meta.
Falta de persistencia. ¿Qué hay de bueno en tener muchas habilidades y cualidades si pierdes toda esperanza de tener éxito luego de un intento fallido o dos? Las únicas personas que tienen éxito en la vida son aquellas que persisten. Aquellas que continuamente están trabajando como se debe hasta el final, incluso si las probabilidades u otros factores estaban contra ellos, estas personas siguen en pie.
Falta de flexibilidad. La flexibilidad es la capacidad para adaptarse a las condiciones externas. Es la habilidad que os permite utilizar otro método o hacer algo más cuando nuestro método previo falla. Mientras más flexibles eres, mayor capacidad de adaptación a los cambios tendrás y a su vez se elevarán las posibilidades de éxito.
Falta de planeación. Si no tienes metas o planes, entonces serás parte de los planes de alguien más. Si no te ves a ti mismo como el líder de un equipo en el trabajo, por ejemplo, serás parte del equipo de alguien más cuyo plan tendrá éxito y por ello obtendrá un mejor salario o el puesto que tu anhelas. Si no tienes un plan concreto, la gente que sí lo tiene simplemente arrasará contigo. Alguien más obtendrá el puesto que deseas, alguien más desarrollará esa idea que no desarrollaste, alguien más conseguirá un logro que tú querías. Y tú quedarás como un simple espectador a falta de un plan propio.
Falta de confianza en uno mismo. Si no tienes bien cimentada la confianza en ti mismo, es probable que te muestres demasiado tímido cuando presentes tus ideas o que te des por vencido al hacer realidad tus sueños si alguien más te dice que no son posibles. Si careces de verdadera confianza en ti mismo tendrás miedo de tomar cualquier riesgo y a su vez terminarás ignorando oportunidades que podrían haberte acercado al éxito. Para ser una persona exitosa, debes aprender a confiar en ti mismo.
Miedos relativos al éxito. Este tipo de temores pueden ser el temor al fracaso o el temor al éxito y pueden afectar tu habilidad para tener éxito. Aunque ambos parecen completamente opuestos, los dos tienen el mismo efecto en ti: impedir que intentes lograr algo para no terminar fallando.