¿Es posible manejar tus emociones? ¿Crees que sea posible tenerlas bajo control?
Aprender a manejar tus emociones depende mucho de la manera en que “alimentes” una emoción en concreto; en la manera en que te centras al temor, ira o aflicción que este sentimiento te genere. Pero no solo eso. La buena inteligencia emocional requiere del entendimiento y conocimiento de nuestros estados de ánimo, del reconocimiento de cuándo y por qué nos inquieta dicha emoción y así poder tener una estrategia real que implemente para así ser capaces de manejar la manera en que esa emoción nos hace sentir.
Si en alguna ocasión te has sentido rechazado de todas partes y no puedes hacer nada contra toda esa avalancha de emociones que emergen en ti, seguramente querrás algún método que te ayude a dirigir el rumbo de tus emociones hacia uno mucho más tranquilo.
Es de suma importancia aprender a controlar nuestras emociones para tener una vida optima, y esto es posible al entrenar nuestra mente a diario para que nuestro sistema nervioso, junto con nuestro cerebro aprendan nuevas formas de vivir en bienestar y así obtener los resultados que estamos buscando en nuestra vida.
Cuando algunas personas se ponen constantemente bajo presión comienzan a ser personas impulsivas que comienzan a tomar decisiones irracionales de las que se arrepienten más tarde. La diferencia entre las personas que saben controlar sus emociones y las que no, radica en el hecho de que las primeras no permiten que ciertos pensamientos negativos se alberguen en su mente mientras están bajo presión.
Por otro lado las personas tenemos diversas formas de reaccionar ante una misma situación, algunos pueden reaccionar de una manera intensa y otros de manera tranquila y esto tiene que ver con muchos factores referentes a las personalidad.No debes sentirte mal por expresar tus emociones pero si debes saber que expresarlas requiere que seas capaz de controlarlas y darle una forma de expresión adecuada. Esto se llama autocontrol emocional.
El autocontrol emocional es la capacidad que nos permite controlar a nosotros mismos nuestras emociones y no que estas nos controlen a nosotros, sacándonos la posibilidad de elegir lo que queremos sentir en cada momento de nuestra vida.
Debemos tener muy presente que todos tenemos derecho a decir o expresar, pensar o sentir lo que queramos, siempre que no perjudiquemos a nadie. El autocontrol emocional está relacionado también con la conducta asertiva. Recordemos que la asertividad nos permite defender nuestros propios derechos, opiniones y sentimientos sin dañar o herir a los demás.
La falta de autocontrol emocional puede provocar problemas de dos maneras diferentes:
a. Insuficiente control de las emociones
b. Exceso de control de éstas
Las personas que poseen un alto autocontrol sobre sus emociones saben gestionarlas, muestran las positivas y eliminan o al menos moderan las de carácter negativo. El autocontrol requiere expresar las emociones pero la diferencia es la forma en que se expresan, pues se hace de manera adecuada, respetuosa y constructiva.
Para controlar tus emociones, he aquí algunos consejos que puedes implementar:
– Piensa las cosas detenidamente antes de hablar. Tómate tu tiempo para tomar decisiones y si tienes un poco más de tiempo disponible, entonces consúltalo con la almohada. Al darte un poco más de tiempo para tomar tus decisiones estarás ayudándote a tener un mejor control de las mismas.
– Resiste la urgencia de expresar tus emociones. Para poder controlar tus emociones debes aprender a no dejar que estas te hagan actuar de manera impulsiva. Esto solo lo puedes lograr manteniendo la calma y la mente fría. De igual modo el tomarte tu tiempo para decidir las cosas beneficiará el manejo de la situación.
– Siempre ten un plan B. A veces una persona tiende a perder el control de sus emociones especialmente si o obtiene el resultado esperado. Esto por lo general ocurre cuando no se tiene un plan alternativo o de respaldo. Si sabes qué cosa podrías hacer en caso de que algo no resulte como esperabas, entonces podrás mantener un mejor control de la situación y por ende de tus emociones.
– Busca explicaciones y evidencia de los hechos antes de actuar: Algo que puede ayudarte en gran medida a mantener el control de tus emociones es la búsqueda asertiva de explicaciones antes de actuar. Si por ejemplo, te enteras de que alguien ha estado hablando a tus espaldas, lo mejor será que hables directamente con esta persona para pedirle una explicación antes de realizar alguna acción de la que más tarde te arrepientas.