A algunas personas les gusta vivir en el desastre. Otras, no conocen otra manera de vivir si no es en el medio del caos que gobierna su casa, su escritorio e incluso, hasta su mente. Lo que estas personas no saben es que una vida más organizada no requiere de grandes sacrificios ni de complicados programas, sino de adquirir hábitos que se practiquen a diario.
El secreto para ser una persona organizada es, que no existe tal cosa como un secreto. La base de un estilo de vida mucho más organizado consiste en el desarrollo de hábitos que eventualmente le darán a tu vida esa armonía que buscas. Los hábitos de una persona ordenada pueden aplicarse en su trabajo, en su casa, con sus hijos, en los espacios en que se desenvuelve y en general, en cualquier sitio que requiera orden. En lugar de darte una detallada lista de consejos para tener tu closet organizado, te daré un par de consejos que puedes utilizar en cualquier momento.
Lo primero que tienes que hacer es ser consciente de que no puedes deshacerte del desastre en un parpadeo. No hay manera de que una persona pueda ser organizada de la noche a la mañana. Debes comenzar a trabajar el hábito del orden de a poco. Por ejemplo, durante una semana asegúrate de no dejar ropa sucia por toda la habitación y pasada otra semana, concéntrate el regresar las cosas a su lugar. No intentes poner en práctica todos estos cambios al mismo tiempo o te sentirás abrumado y dejarás de intentarlo. Lo más eficiente y práctico sería dejar cada cosa en su sitio, de esta manera siempre podríamos saber dónde está cada cosa y no malgastar tiempo en buscarlo. Acabaríamos ahorrando muchos minutos perdidos y al fin y al cabo no viviríamos en un completo desorden en el que nos invada el estrés cuando tengamos que buscar un esquema importante para preparar un examen. Es frecuente en tiempo de exámenes ver como algunos tienen que descomponer una torre apilada de hojas para encontrar una hoja en concreto.
También puede implementar estos nuevos hábitos destinando de 30 a 60 minutos por día para organizarte, al menos en un principio, hasta que esta organización se dé de manera natural. Entonces, por ejemplo luego de un par de semanas bastarán con unos 10 minutos para acomodar las cosas en su lugar o para deshacerte de esas cosas acumuladas que ya no sirven.
Una vez que este punto ha quedado en claro, pasemos a los hábitos que debes implementar:
Mientras menos cosas, más fácil es organizar: he visto que con frecuencia la gente intenta organizar sus cosas, ya sean proyectos inconclusos o pertenencia, pero mientras más cosas haya que organizar más complicado será. Por ejemplo, si tienes un cajón atiborrado de objetos de oficina seguramente puedes comprar varios organizadores y meter ahí todos esos objetos, pero eventualmente tendrás muchas cosas organizadas que no utilizas o que no necesitas tener a la mano. Entonces, mi recomendación es que te deshagas de aquellas cosas que no necesitas más y te concentres en mantener organizadas y a la mano aquellas que sean verdaderamente necesarias.
2. Haz una lista: seguramente te es difícil mantener una lista mental de pendientes y por ende, como a la mayoría de las personas, en ocasiones esos pendientes siempre se olvidan y nos ocasionan momentos desagradables. Para poder ser más organizado la mejor manera de tener las cosas listas será haciendo una lista donde indiques las tareas e ideas que debes tener listas para el final del día para así mantener un orden y principalmente, no sentirte abrumado por tener que hacer tantas cosas al final del día, sino que las podrás distribuir a lo largo del mismo.
3. Un lugar para cada cosa: aunque es el hábito más simple, también es el más práctico. Basta con que le asignes un lugar a cada cosa para evitar perder valioso tiempo. Poner etiquetas te pueden ayudar a recordar cual es la casa de algo. Así cuando encuentres algo en tu mesa o por ahí, sabrás que no pertenece ahí, y deberás dejarlo en su caja y no en otro lado.
Si tienes todo organizado, puedes descansar y disfrutar lo bueno que es. Ser organizado y tener todo simplificado en tu casa o tu trabajo es una tremenda satisfacción. Pero el problema es que un rato después, las cosas empiezan de nuevo a ponerse desorganizadas y acumularse. Todo tiende al caos. La solución: tienes que desarrollar un sistema para mantener un organización funcionado