¿Qué es la pasión? ¿Qué es lo que hace por nosotros? ¿Cómo funciona? Estas son algunas de las preguntas que muchos nos hemos hecho con frecuencia. Hay momentos en los que operamos bajo la influencia de la pasión y ni siquiera nos damos cuenta.
Podemos definir la pasión como un estado de ánimo que se caracteriza por tener la intensidad de la emoción y la duración del sentimiento. Es un tipo de afecto intenso y permanente, que domina tanto a la razón como a la voluntad. La pasión, es ese sentimiento de absoluta satisfacción que se siente o que produce algo en nosotros.
Tener pasión por algo, es querer repetirlo siempre, es sentir un grado indescriptible de felicidad y placer al hacerlo.
Sin embargo, algunas veces la pasión puede ser tan intensa que nos diferencia y funciona de manera negativa en nosotros. Los testigos de la pasión extrema a menudo no saben como manejarla. Quizás lleguen a pensar que esa persona no está cuerda, incluso he llegado a escuchar gente que cree que quienes demuestran tanto pasión por lo que hacen tiene alguna especie de trauma.
Ser apasionados no es una perturbación o un trastorno. Se encuentra estrechamente vinculado a comportarnos de manera más emocional que racional. No en vano un refrán popular dice: «Lleno de pasión, vacío de razón». Esto implica que cuando una persona se siente apasionada tenderá a reaccionar más con sus emociones que razonando objetivamente, pensando o planificando acciones para alcanzar sus metas.
Es un hecho que la gente apasionada a veces es mal entendida. Pero si nos falta pasión, entonces es probable que tengamos un propósito que nos conduzca en la vida.
Una cosa es cierta, la pasión es un bien indispensable para alcanzar el éxito.
Necesitamos encontrar un equilibrio entre nuestra pasión por lo que creemos y cómo expresarlo. Tenemos que permitir que nuestra nos lleve a sobresalir en nuestro campo, pero no podemos dejar que nos conduzca por el borde de un acantilado. Mantener todo en perspectiva es la clave. Hay que priorizar nuestras relaciones familiares, nuestro bienestar espiritual, y nuestra salud física. El equilibrio es una palabra muy importante en todos los aspectos de la vida, pero especialmente en nuestro trabajo o carrera.
La pasión, disciplina y paciencia son tres palabras que están detrás de los resultados exitosos de hombres y mujeres, que han sobresalido en la ciencia, las artes, los deportes, y en general, de cualquier actividad humana. Por lo que vale la pena profundizar en cada una de estas palabras, para explorar su significado y tratar de incluirlas en nuestra vida.
La pasión por lo que se hace, es el combustible que le permite a una persona superar los obstáculos, que se presentan en la vida. Es el factor clave que le da perspectiva a las cosas, cuando las condiciones son adversas. El comportamiento disciplinado es el entrenamiento que corrige, moldea o perfecciona las facultades mentales o el carácter moral de una persona pero también el control que se obtiene forzando la obediencia o el orden. Finalmente, la paciencia será lo que te permita tener una visión a largo plazo de las acciones que emprendas en la vida.
Puede que mientras lees esto estés pensando “Yo no sé cuál es mi pasión. No creo que me apasiones algo en especial”. Bueno, si ese es el caso me gustaría preguntarte ¿que estás haciendo para encontrar tu pasión? Echa un vistazo a tu pasado. Recuerda cuales eran los juegos que te gustaban de niño, con que soñabas durante tu infancia, con que juguetes jugabas. Tal vez te gustaba peinar a tu muñeca y ponerle maquillaje… tu pasión podría ser la industria de la belleza. Tal vez disfrutabas de jugar beisbol… podrías unirte a una liga local. La mejor forma de encontrar tu pasión en ver dentro de ti y prestar atención a tus deseos y sueños por difíciles que parezcan.
Si por el contrario eres de los pocos privilegiados que viven su pasión ¡síguela y no la dejes ir! Eres una inspiración para aquellos que te rodean. Sin que lo notes, cuando estás absorto en lo que te gusta la gente ve y siente eso, al grado en que tu pasión podría llegar a ser contagiosa.