¡Arriba ese ánimo!

¿Te sientes triste, cansado, molesto, fatigado o abrumado? Seguramente es porque tu bienestar físico está siendo severamente afectado por tus pensamientos y emociones. Un mal humor no solamente te hace sentir fastidio, sino que también disminuye tu sistema inmune, propiciando así enfermedades. Los estudios han descubierto que la risa y la alegría ayudan a potenciar las funciones del sistema inmune, especialmente de esas células en el cuerpo cuya función es defender al cuerpo de enfermedades. ¡Tomate un respiro!

De acuerdo con la psicología,  el cuerpo como la mente sintonizan con el estado de ánimo y presentan una apariencia determinada objetiva y subjetiva:

La persona con buen estado de ánimo se siente más vital, más activa y mejor dispuesta para las relaciones sociales. Conecta bien con el medio ambiente y le atraen los acontecimientos divertidos, con gran disposición hacia lo alegre y jovial.  Las funciones corporales suelen estar aceleradas y ello se manifiesta a través de impulsos instintivos, como el apetito alimenticio y la sexualidad, entre otros.

En cambio, la persona con ánimo bajo presenta la cara opuesta: tiende al aislamiento social y a la desconexión con el ambiente. Los acontecimientos positivos resbalan sobre una capa impermeable de pesimismo. Tiene facilidad, en cambio, para percibir las desgracias que la rodean y con frecuencia tiende a exagerarlas. Piensa con más lentitud y suele ser unidireccional, tendiendo siempre hacia lo negativo.

Ciertas  circunstancias que pueden afectar tu humor, por lo que debes trabajar internamente para erradicar los sentimientos negativos y disfrutar la vida plenamente. Por ello, a continuación te presento un par de tips que puedes implementar en tu rutina, o en esos días en los que no estás de humor para nada:

Escucha música. El mejor puente entre los pensamientos íntimos  y el mundo externo es sin duda la música. Esta nos entrega un lazo fuerte con los sentimientos, nos conecta con los otros y hasta nos regala  consuelo emocional cuando más lo necesitamos. La música apropiada nos despierta, nos inspira, nos motiva, nos invita a ser más productivos y nos da el empujón que necesitamos cuando más nos hace falta. En definitiva, la música es un aliado efectivo para sentirte mejor en un momento concreto, a solas o en compañía.

Ríete. A nivel emocional, la risa propicia que nuestro  cerebro  segregue endorfinas,  dopamina y serotonina  lo que nos hará sentir felices y con sensación de bienestar, más alertas y receptivos,  reduciendo los síntomas de depresión o ansiedad.

Sal a dar un paseo. Está comprobado que el esfuerzo físico libera tensiones (tanto mentales como físicas), es así como una caminata por el parque te ayudará a relajarte y la visión de la naturaleza cambiará tu estado de ánimo. Podemos encarar diferente niveles de ejercicio según el tiempo del que dispongamos y el estado físico que tengamos

Vigila lo que comes. Las harinas blancas procesadas, los refrescos, los dulces y cualquier consumible con cafeína son perjudiciales para tu estado de ánimo. Sin embargo, puedes concentrarte en los alimentos que ayudan a combatir la depresión y te hacen sentir mejor. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 son buenos elevadores del estado de ánimo que podemos encontrar en el salmón, las sardinas, las nueces y las semillas de linaza.

La serotonina es una hormona que equilibra el estado de ánimo, y se crea a partir de la vitamina B12 y ácido fólico, por lo que es recomendable que ingieras alimentos ricos en estas vitaminas también.

Descansa lo suficiente. Muchas veces la falta de ánimo se debe a la falta de sueño ya que las personas que duermen menos de 8 horas tienden a tener menos serotonina que es lo que hace al cerebro regular el estado de ánimo.     Se ha comprobado que el sueño es imprescindible para la salud mental, pues una mala calidad de sueño está relacionada con una mayor probabilidad de padecer depresión y con el aumento de la ansiedad y la irritabilidad, entre otros trastornos similares.

El sueño también permite reelaborar y fijar las experiencias y los aprendizajes vividos durante el día para convertirlas en recuerdos permanentes y nítidos.

Los estados de ánimo juegan un papel importante en nuestras vidas. Gobiernan nuestros sentimientos y acciones, y si no se manejan bien, pueden crear caos y confusión en nuestras mentes, conduciéndonos a la depresión y otras enfermedades mentales.  Los estados de ánimo influyen en nuestros pensamientos, nuestras percepciones externas y funcionamiento diario en general. Por eso es importante mantener siempre una perspectiva positiva en la vida.